Economía Circular: Una nueva forma de hacer negocios
Los conceptos relacionados con economía circular, reducción de huella de carbono, conservación medio ambiental y reciclaje, a los cuales se les suma el de responsabilidad social, individual y corporativa, están de moda en nuestro país. En buena hora. Pero todos sabemos que las modas son pasajeras y en el caso de aquellas generadas por las costumbres de los seres humanos, debemos convertirlas en evolución del quehacer cotidiano. Nos comportamos y vemos muchos casos en los cuales actuamos de forma correcta y responsable cuando sabemos que estamos siendo observados. Lo que precisamos es convertirnos realmente en un conjunto de ciudadanos responsables y conscientes, sobre todo cuando no somos vistos. Cuando el testigo es nuestra propia conciencia.
Dejando de lado la lista de lo que le podríamos pedir a las autoridades en materia de políticas de estado, pues eso sería motivo de otro conjunto de reflexiones, me quisiera referir a lo que nos toca desde la perspectiva privada, tanto desde el empresariado, donde se tiene la oportunidad de generar un impacto considerable, como desde nuestra posición como individuos, donde el reto es “viralizar” comportamientos distintos y contagiar mejores prácticas.
El ejemplo más claro que puedo mencionar de los conceptos que nos ocupan, desde el punto de vista empresarial, viene de una visita que hice hace pocos días al fundo “La Calera”, aproximadamente a doscientos kilómetros al sur de Lima, del cual antes de mi visita sabía muy poco: que eran los mayores productores de huevos del país y que tenían tierras dedicadas al cultivo de cítricos. Grande y agradable fue mi sorpresa al conocer una realidad en la que se dan “ecológicamente” la mano industrias cuya relación no es obvia a primera vista.
No soy técnico en la materia, pero hay algunos ejemplos que puedo mencionar de las explicaciones asimiladas durante la visita: los excrementos de las gallinas, que producen aproximadamente un seis millones de huevos diarios, se usan para la producción de gas utilizado en la generación de energía y calor, así como para abono de las tierras de cultivo de mandarinas y paltas. Por otro lado, los residuos de la cosecha son insumos para la fabricación de los recipientes de huevos. El uso de pesticidas se reduce al mínimo, a cambio de un enfoque biológico de balance de bacterias e insectos “buenos” que se comen a los “malos” en los cultivos. Por otro lado, la gran mayoría de los profesionales, como ingenieros, veterinarios y técnicos que trabajan en el fundo, son hijos de la primera generación de trabajadores que estuvieron desde los inicios.
Seguramente hay otros ejemplos similares al mencionado, aunque no estoy seguro si tantos como quisiéramos. Quienes estamos en la actividad empresarial debemos entender que se hace imperativo acelerar la adopción de modelos productivos sostenibles, pues más temprano que tarde, lo que hoy es una ventaja competitiva, se convertirá en una condición de supervivencia.
Ricardo Fernández Ribbeck
VP Regional IBM Latino América
Miembro de L+1