¿Te unes al movimiento Perú Sostenible?
Gráfico 1
¿Cuántas veces en los últimos meses de pandemia vimos este tipo de gráfica? El Presidente Martín Vizcarra las mostraba cada semana para alertar a los peruanos de la necesidad de mantenerse en confinamiento y así no sobrepasar nuestras capacidades en el sistema de salud. Continuar viviendo sin cambiar nuestros hábitos y comportamientos frente a la Covid–19 nos iba a conducir a miles de fallecidos por desborde de capacidades de atención en hospitales y clínicas.
Esta gráfica no es la misma, sin embargo permite transmitir la misma idea de “control” para evitar el “desborde” y las consecuencias que hemos vivido con la Covid. Por un lado está nuestra actividad empresarial y por el otro, las capacidades finitas de nuestro hogar llamado planeta Tierra. La gráfica ilustra de manera incontestable que en un escenario de actividad empresarial sin trazar límites, cruzamos la frontera de la capacidad de adecuación de nuestro planeta. En el otro escenario, si actuamos en equilibrio con los límites que este nos impone, seremos capaces de no sobrepasar el techo ecológico y así extender la vida de nuestro ecosistema para las generaciones presentes y futuras.
Este reconocimiento esencial sobre las restricciones del planeta plasmadas en las leyes que rigen nuestro medio ambiente, así como la imperiosa necesidad de eliminar las profundas desigualdades presentes en nuestras sociedades a nivel mundial, se han convertido en los ejes del programa de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas al 2030. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se centran en las “5P”: Planeta, Personas, Prosperidad, Paz y Pactos, que buscan fomentar una vida digna para todos los habitantes del mundo y en equilibrio con la naturaleza.
Por la inmensa importancia de estos temas, durante los cuatro días del foro Perú Sostenible, nos enriquecimos con presentaciones y discusiones del más alto nivel, con el objetivo de impulsar las acciones de desarrollo sostenible en nuestro país.
Gráfico 2
Carlota Sanz, Cofundadora, Directora de estrategia y empresa en Donut Economics Action Lab
Perú Sostenible 2020, Día Planeta
Encontré fascinante la exposición de Carlota Sanz sobre la Economía del Doughnut. En el centro del doughnut estamos nosotros en la base social y para vivir y desarrollarnos requerimos en lo esencial de agua, salud, alimentación, educación y vivienda entre otros. Fuera del doughnut están las condiciones ecológicas que nos albergan. En la actualidad, estas serán contaminación ambiental de gases y químicos, acidificación de océanos, mares contaminados por plásticos, pérdida de biodiversidad, extracción de agua dulce, reducción de la capa de ozono, conversión de tierras, cambio climático. Vale decir, las condiciones externas para nuestro espacio de vida que debe ser seguro y justo están yendo en la dirección contraria para nuestro bienestar como especie. Sea el caso de los países desarrollados o los países en desarrollo, lo único cierto es que hay una transgresión total a las leyes biofísicas. ¿Cómo romper este círculo vicioso? Carlota nos propuso adoptar una mentalidad transformadora para regenerar y restaurar las condiciones existentes y lograr el ansiado equilibrio. Para regenerar debemos extraer valor en cada fase de descomposición de los nutrientes biológicos. Para restaurar debemos reparar, reusar, reacondicionar y reciclar. Lo clave es que diseñemos nuestras actividades productivas con estas funciones en mente. Se trata de ser generosos para operar dentro del doughnut y adoptando la misión CERO: cero daño al planeta. Entonces se da un cambio significativo de mentalidad. En el siglo XX la empresa extractiva ha operado bajo el lema de “cuánto valor financiero puedo extraer de esta empresa” pero en el siglo XXI debemos adoptar el lema de “cuánto beneficio podemos generar en la forma en que diseñamos esta empresa”.
Jeffrey Sachs nos instó a diseñar e implementar seis transformaciones esenciales para el presente y futuro. (1) Debemos asegurar una educación de calidad para todos, en especial para nuestros niños que son el futuro del país. Estamos en la Era del Conocimiento y por ello la educación toma la mayor relevancia. (2) Debemos crear un sistema de salud justo, equitativo y accesible para todos. La pandemia ha puesto de manifiesto esta prioridad absoluta. (3) Debemos cambiar nuestras fuentes de energía a las renovables y limpias. El Perú es rico en opciones energéticas limpias como solar, eólica, hidroeléctrica. (4) Debemos fomentar el uso sostenible de la tierra, usarla de manera responsable, no deforestar. Asimismo, somos un país privilegiado por su biodiversidad en la costa, sierra y selva. Debemos velar por el extremo cuidado ambiental y evitar la emisión de gases. (5) Debemos desarrollar ciudades sostenibles con aire limpio, transporte limpio, uso de energías verdes y adecuado manejo de residuos. (6) Debemos adoptar la economía digital. El acceso a la salud por telemedicina, la educación virtual, la inclusión al sistema financiero mediante la banca digital, entre otros, cerrarán grandes brechas. Son seis grandes transformaciones que son urgentes y que nos comprometen a todos. No nos podemos quedar atrás.
John Elkington, el creador de las 3 Rs: Responsabilidad, Resiliencia y Regeneración y del “Triple Bottom Line” ( “People, Planet and Profits” ), tuvo un mensaje dirigido a los empresarios y nuestro rol transformador. El Desarrollo Sostenible se enfoca en que las estrategias de negocio estén alineadas con el entorno y con las comunidades y otros grupos de interés. Es un esfuerzo colectivo que involucra a los sectores privado y público y a la sociedad civil. El Perú está comprometido con las Naciones Unidas desde el 2015. El Call to Action, sin embargo, está con los líderes empresariales que estamos en una posición única para impulsar con iniciativas concretas las transformaciones requeridas y generar el momentum para el cambio. John reconoció los pasos ya dados en las mesas de acción para los ODS, la plataforma digital para inspirar acciones, los diversos foros como Perú Sostenible y el reconocimiento otorgado a más de 200 programas implementados. Pero John no ha visto los resultados deseados y resaltó que estamos en la Década Exponencial. Promueve sus Cisnes Verdes ( “Green Swans”) y alerta que el cambio de mentalidad para el Capitalismo moderno debe migrar de la visión antigua de Valor para el Accionista y la visión interina de Valor Compartido a una nueva Visión de Valor Sistémico. Este nuevo enfoque supedita lo económico al impacto social y lo social al medioambiental. Si el rol social de la empresa abarca las relaciones comunitarias, la seguridad y los derechos humanos y el rol medioambiental comprende el uso de recursos, emisiones, mitigación de riesgos y acciones al medio ambiente, ¿cómo gestiona la empresa estos nuevos roles? Cobra prioridad fortalecer la Gobernanza dentro de la empresa, como el “accountability” de los directorios, la compensación ejecutiva alineada a estos principios de desarrollo sostenible y la visión a mediano plazo.
Michael Porter nos inspiró aclarando los nuevos roles de la comunidad empresarial para crear prosperidad para la sociedad. El autor de “Valor Compartido” destacó las múltiples oportunidades que tiene el sector privado para contribuir con estas metas. En los ámbitos de educación, salud, seguridad, vivienda, eficiencia energética, uso del agua, capacitación a los colaboradores, desarrollo de clusters económicos, entre otros, resaltó que los empresarios asuman el liderazgo para impulsar la generación de valor compartido.
Podría seguir con tantas lecciones compartidas en estos cuatro días con tantos excelentes ponentes. Cierro con la pregunta “¿por qué hablamos de Sostenibilidad?” Me intriga y motiva el origen etimológico de este término, que es la suma de los siguientes componentes; sub- significa algo que va de abajo hacia un nivel más alto, tenere- que es retener , bilis-indica posibilidad, y por último el sufijo, dad-cualidad. “Sostenibilidad” se refiere entonces a la “cualidad de poder mantenerse parado por sí mismo”. Hagámoslo así.
Susana Eléspuru
Vicepresidenta de L+1