En el día de la Tierra, acerquémonos a ella para hacerla brillar
Hoy se celebra el día de la Tierra y permítanme algunas reflexiones, desde el punto de vista del management, sobre cuál es nuestra relación con ella, cuáles sus consecuencias y qué deberíamos hacer al respecto.
Una primera reflexión es, ¿cuánta distancia existe entre quien toma las principales decisiones en la empresa – el Directorio, el Gerente General o sus reportes – y la tierra?
Veremos que, salvo que la empresa sea agrícola, ganadera o forestal, la distancia es enorme y quizá infinita. Incluso podríamos ir bajando en la pirámide organizacional y veremos que la distancia entre nuestros colaboradores y la tierra, exceptuando a las áreas que tratan contaminación y residuos, es también muy grande.
En el mejor de los casos, como ocurre con las canteras de una empresa cementera, veremos a la tierra como un recurso cuya vida debemos alargar lo más posible. En otros, como en la minería, nos interesará sólo aquella parte de la tierra que contenga mineral. En el resto, probablemente ni nos demos por enterados de la tierra, en nuestro ejercicio diario de liderazgo, dirección y gestión.
¿Cuáles son las consecuencias de esta distancia? Que nuestro interés y conocimiento de qué pasa con la tierra y qué hacer con ella, son bastante bajos.
En el mejor de los casos, nos habremos sensibilizado, por conveniencia o convicción, de la necesidad de cuidarla y de dañarla lo menos posible. Así, tendremos programas de gestión de efluentes, gestión de residuos e incluso de economía circular. Pero, qué pasaría si nuestra relación cambiase, si nos acercáramos más a ella, ¿si la sintiéramos como fuente de desarrollo y bienestar?
En el programa Pachamama Raymi (Fiesta de la Madre Tierra en quechua), se trabaja con campesinos reconectándolos con su tierra (su Pachamama) para sacarlos de la pobreza.
Basa su estrategia en tres ejes de trabajo simultáneo: autoestima e integración, salud y nutrición, y economía y medio ambiente. Esto se trabaja en zonas muy pobres que “curiosamente” tienen como activos suelos degradados y desertificados.
Frente a ello, en el eje de economía y medio ambiente, se alienta y enseña a las familias a desarrollar actividades como la crianza de cuyes, desarrollo de pastos, ganadería de alta calidad, pastoreo, ordeñado y … ¡siembra de árboles!
¿Qué consiguen estos pequeños empresarios? Regenerar el ecosistema, el cual fue degradado por la tala de árboles a lo largo de muchos siglos, y por el pastoreo desordenado que no permitía que los pastos se regeneraran. Plantando árboles y ordenando el pastoreo, se consigue revertir esta cadena de degradación de la tierra, y con ella de todo el ecosistema (especies de animales y plantas).
La tierra deja de ser sólo un medio y pasa a ser un fin. A más tierra, más progreso, más economía, más bienestar. Casi sin querer queriendo, no solo mejoran su economía, sino que le aportan al planeta una ingente cantidad de árboles que capturan CO2, causante principal del cambio climático.
La conclusión es muy simple, si nos acercamos más a la tierra como empresarios y ejecutivos, podremos seguro hacer mucho más por ella.
En la minería, por ejemplo, nos preocuparemos que nuestros programas de ayuda a las comunidades se conviertan en verdaderos programas de desarrollo territorial. En los cuales la regeneración ambiental será uno de nuestros objetivos pues queda claro que “a más tierra, más progreso, más economía, más bienestar”.
En empresas de servicios, como puede ser un estudio de abogados, nos preocuparemos no sólo de disminuir nuestra huella de carbono, sino que pensaremos si vale le pena pasar a ser no carbono neutral, sino carbono positivo, con apoyo a programas de este tipo que erradican pobreza, regeneran los ecosistemas y capturan CO2.
¿Cómo ponerlo en práctica?
Dedicándole unos pocos minutos en cada sesión del Directorio y del Comité de Gerencia, a discutir cómo podemos hacer, no solo por no dañar o dañar menos la tierra y el medio ambiente, sino también por regenerarlos y desarrollarlos. Más de 16 mil familias microempresarias que han salido de la pobreza y más de 10 millones de árboles plantados, así lo demuestran.