La libertad de expresión en la era de la sostenibilidad
No importa cuándo leas esto: la sociedad peruana contemporánea parece una torre de Babel castigada donde reina la polarización y donde es más fácil señalar al otro con un dedo acusador porque habla otro idioma ideológico, que encontrar un punto común que nos integre en dirección al cielo de la prosperidad. Esta terrible falta de comunicación y de mirada profunda a la diversidad nos sumerge en un laberinto. ¿Hay alguna salida a esta situación desde el Enfoque Sostenible?
Desde mi perspectiva como comunicadora especializada en sostenibilidad, la respuesta -compleja de ejecutar- se resume en lo siguiente: es necesario comprometernos más profundamente (me incluyo) con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 16: Paz, Justicia e Instituciones Sólidas. Considero fundamental que las empresas que piensan en preservar el presente para asegurar el futuro, dejen de mirar esta meta de soslayo; pues resulta la piedra de toque del progreso social. Y esto, señoras y señores, va muy de la mano con el respeto irrestricto a la Libertad de Expresión y Pensamiento, un derecho humano que abre el camino para una herramienta básica del desarrollo de las sociedades: la comunicación asertiva.
Dos metas del ODS 16:
16.7. Garantizar la adopción en todos los niveles de decisiones inclusivas, participativas y representativas.
16.10 Garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales.
Para adaptar estos principios al ámbito privado y desde los liderazgos empresariales, me permito proponer algunos enfoques fundamentales:
- Comenzar con el principal grupo de stakeholders: los colaboradores. Pregúntate (y valida): ¿En mi empresa se promueve la libertad de expresión y pensamiento? ¿Saben mis colaboradores que discrepar es valioso y que al final lo que une a todos: desde la alta dirección hasta las áreas operativas son los valores de la empresa?
- Fomentar ciudadanía: No está mal que tu empresa vea la forma de educar a los colaboradores para promover iniciativas internas, a fin de que ellos mismos proyecten en sus comunidades los valores de la cultura empresarial. También les puedes facilitar información sobre dónde buscar fuentes confiables para un voto informado, o enseñarles a identificar las fake news, que tanto daño hacen al mundo.
- Inspirar con el ejemplo: Transparenta tus principios y tus acciones para una gobernanza corporativa ética. Si reportas este tema o lo dejas a un clic de distancia para cualquier persona, mucho mejor.
- Y un cuarto enfoque desde la profesión que seguí y que amo: Así como es importante educar contra las noticias falsas, también lo es que el empresariado recuerde la importancia de un periodismo fuerte e independiente como la mejor garantía para fortalecer una democracia con instituciones débiles como la nuestra. Fuera de los grandes medios, existen iniciativas valiosísimas de periodismo de profundidad, de investigación, de opinión que nos amplían el contexto y que forman ciudadanía. El periodismo que incomoda, que interpela, el que revela es el que menos puede entusiasmar, pero el que más necesitamos.
La defensa a la libertad de expresión y pensamiento en la era de la sostenibilidad así lo exige.