Día Mundial del Ambiente: Un mundo mejor es posible
Este 5 de junio, en el año de la edición 50 del Día Mundial del Ambiente, estamos ante una encrucijada: seguir apostando por la misma visión y decisiones que nos han llevado a enfrentar una triple crisis existencial de pérdida de biodiversidad, cambio climático y contaminación o decidirnos a impulsar los cambios requeridos para asegurar que nuestros hijos y sus descendientes puedan gozar de una vida plena en el futuro.
El más importante cambio es entender que el esfuerzo por conservar, usar sosteniblemente o restaurar la Naturaleza no se hace para beneficio de esta, ella ya mostró su capacidad de regeneración tras los cinco eventos de extinción masiva que ha tenido la Tierra, sino para asegurar la continuidad de la vida humana. Somos el eslabón débil de la ecuación, tal como se vio en las inundaciones en Pakistán el 2022 o en las lluvias y huaicos en nuestro país este año.
Por otro lado, el esfuerzo por la sostenibilidad no debe ser visto como movido únicamente por un espíritu altruista. Un análisis de PwC muestra que alrededor del 55% del PBI mundial o US$ 58 trillones, son fuerte o moderadamente dependientes de la Naturaleza. Esta situación, un riesgo enorme, es también una oportunidad para impulsar nuevas formas de crecimiento económico, asociadas al despliegue masivo de energías renovables, promoción de cadenas productivas libres de deforestación o adecuación de las ciudades para enfrentar retos como la subida del nivel del mar o la pérdida de sus ecosistemas circundantes, muchos de ellos clave para reducir riesgo de desastres o asegurar agua dulce en calidad o cantidad suficientes.
El lema de la celebración de este año es “Vencer a la contaminación por plásticos” y esta ocurrirá inmediatamente después del cierre de la segunda ronda de negociaciones orientadas a concretar un acuerdo global para hacer frente al problema, proceso que el Perú preside en Naciones Unidas. El reto es enorme: de las más de 400 millones de toneladas producidas anualmente menos del 10% se recicla. Sin embargo, los análisis de expertos muestran que reducir el 80% de la contaminación plástica al 2040 es posible y generaría ahorros por US$ 4.5 billones a nivel global.
¿El nuevo escenario “verde” es algo deseable o factible para el Perú o sólo está reservado para países desarrollados? Sin duda para un país como el nuestro el esfuerzo requerido será mayor por tener que lidiar con otras prioridades como reducir la pobreza o asegurar acceso al agua potable y saneamiento, a salud o una educación de calidad y además por contar con capacidades limitadas en materia de recurso humano, tecnología o financiamiento para atender temas ambientales. Sin embargo, y a pesar de lo difícil que pueda ser, asegurar bienestar duradero y no un espejismo de prosperidad pasajera requiere que nuestros tomadores de decisión, públicos y privados, incorporen la variable ambiental y se atrevan a pensar y actuar de manera ambiciosa, conectándose con las líneas de pensamiento y acción más innovadoras actualmente existentes.
Es posible y nos lo merecemos.