Día de las Naciones Unidas: el impacto de colaborar para un futuro más sostenible
Por Micaela Rizo Patrón, L+1 y Gerente General de Perú Sostenible.
Este 24 de octubre, Día de las Naciones Unidas, conmemoramos más que una simple fecha en el calendario. Recordamos los principios fundamentales que guían a esta organización global: la paz, la seguridad internacional, las relaciones de amistad entre las naciones y, por supuesto, el impulso del desarrollo sostenible y los derechos humanos. Estos valores, que forman parte de la base de la ONU, son tan relevantes hoy como lo fueron hace más de 75 años.
Este día no solo nos invita a reflexionar sobre los logros de la ONU, sino también sobre el rol que cada uno de nosotros, desde nuestras organizaciones y comunidades, tenemos en la construcción de un futuro más sostenible. Los retos que enfrentamos hoy son complejos: cambio climático, pobreza, inseguridad. Problemas que exigen soluciones colectivas e innovadoras. Y es aquí donde cobra importancia uno de los conceptos más poderosos: la colaboración.
En Perú Sostenible, hemos visto cómo las alianzas y la acción colectiva bajo una visión común de desarrollo sostenible, están marcando la diferencia. Hoy, las empresas que no integran la sostenibilidad en su ADN pueden estar perdiendo valor. La sostenibilidad ya no es una moda: es parte integral de la competitividad y gestión de riesgos de cualquier negocio y, además, una oportunidad para generar valor a largo plazo. Desaprender las viejas formas y aprender nuevas maneras de hacer las cosas es esencial para mantenernos a la vanguardia en el trabajo por un mundo más sostenible.
En Perú, aunque hemos tenido avances significativos, el camino aún es largo. El Día de las Naciones Unidas nos recuerda que no podemos abordar los complejos desafíos globales, solo con soluciones técnicas o aisladas. La verdadera transformación surge cuando todas las partes involucradas, gobiernos, empresas y sociedad civil, deciden trabajar juntas, alineando esfuerzos para un bien mayor. Esto no es solo una cuestión ética; es una estrategia inteligente para asegurar un futuro próspero para todos.
En la Cumbre Perú Sostenible que tuvimos hace unas semanas, dentro de las plenarias y paneles se repitió una lección clave que resuena especialmente este día: la necesidad de escuchar. Si queremos construir un mundo más justo y sostenible, debemos estar dispuestos a abrirnos a nuevas ideas, dejar de lado nuestras agendas individuales y enfocarnos en soluciones colectivas.
Hoy no se trata solo de reaccionar a las crisis, sino de ser proactivos. Tenemos en nuestras manos las herramientas y las alianzas necesarias para impulsar el cambio. Las empresas en Perú ya están demostrando que es posible generar valor económico y, al mismo tiempo, ser responsables social y ambientalmente. Incorporar prácticas sostenibles no solo garantiza un impacto positivo en nuestras comunidades, sino que además nos posiciona mejor en un mercado cada vez más competitivo y consciente.
Esta fecha debe inspirarnos a ir más allá del diálogo y pasar a la acción. Es un recordatorio de que las empresas pueden y deben ser un motor de desarrollo, un ejemplo de cómo el progreso económico va de la mano con la prosperidad y mejora de calidad de vida de todas las personas, así como de la protección del medio ambiente. Si realmente queremos un mundo más próspero en esta dirección, el momento de actuar es hoy.
Más allá de conmemorar el 24 de octubre, tomémoslo como oportunidad para reafirmar nuestro compromiso por un mundo más sostenible. Desaprender las prácticas que ya no funcionan, colaborar de manera efectiva y actuar con propósito son los pilares para construir el futuro que todos deseamos.