Renato Camarillo: Conservador y restaurador de Patrimonio Cultural
Renato Camarillo es un profesional mexicano que trabaja en conservar y restaurar patrimonio cultural y se especializa en moda. Ha trabajado con prendas de Frida Kahlo y Balenciaga. Y dará charlas magistrales en el MATE en noviembre. Conozcamos un poco más de el.
Renato, es un gusto tenerte en nuestro país, ¿le podrías contar a mis lectores en pocas palabras acerca de tu maravilloso trabajo?
Para mí siempre es un gusto estar en Perú, tierra de grandes culturas y gente trabajadora. Yo soy conservador y restaurador del Patrimonio Cultural y me he concentrado en la atención de colecciones de textiles, indumentaria y moda. Mi trabajo consiste en evaluar, diagnosticar y ejecutar proyectos de intervención que permita extender la vida de estos valiosos objetos que son documentos para la historia de nuestra cultura y sociedad.
Por otra parte, estudio y genero propuestas de exhibición de estos bienes culturales para su puesta en escena en un espacio expositivo. De manera tal que haya un equilibro entre la estética museo-gráfica y su conservación.
Cuéntanos acerca de las técnicas que utilizas para restaurar vestidos y/o accesorios. ¿Tienes alguna en especial que puedas compartir?
La restauración de textiles requiere de mucha investigación: la identificación de las fibras, la torsión de los hilos, los teñidos, el tipo de tejido y su estructura, por ejemplo. Para generar una propuesta de restauración es necesario conocer las características materiales y tecnológicas del objeto y también, comprender su significado y valores. ¿Para que se restaura?, ¿cuál será el destino del objeto?. No hay que perder de vista que estos bienes son importantes por los valores que representan para la sociedad que los preserva.
La restauración de textiles requiere de paciencia y mucha astucia, pues los hilos son caprichosos. El procedimiento que me entusiasma se el lavado, pues aunque es muy arriesgado y requiere de mucha experimentación previa, el resultado final suele ser muy favorecedor para las prendas. Recobran un aspecto digno y se comprenden mejor.
Sé que has restaurado vestidos de Frida Kahlo, ¿qué es lo que más te gusta de la pintora mexicana? ¿Y cómo así te animaste a hacerlo?
Frida Kahlo es un ícono en nuestra sociedad, se ha convertido en el emblema de México por excelencia, al grado de estar impresa su efigie en los billetes. He tenido la oportunidad de conocer y reconocer a Frida a través sus pertenencias y ha sido muy revelador. Frida Kahlo debe ser reconocida no sólo por su trabajo plástico, sino también por el importante legado que dejó su vida para el reconocimiento del valor de lo mexicano, especialmente de los grupos indígenas y mestizos del país, que son sin duda, artistas mismo en la creación de las artes populares y todas ramas artesanales: textiles, orfebrería, cartonería, talabartería, alfarería, por mencionar solo algunos.
Mi trabajo con las colecciones de Frida Kahlo y Diego Rivera fue a partir de la invitación del Museo Frida Kahlo para estabilizar los objetos que se exhibieron la muestra “Las apariencias engañan: Los vestidos de Frida Kahlo” (2012) y posteriormente como parte de mi trabajo en el Taller de Textiles, Artes Decorativas y Artes Aplicadas del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Muebles del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura de México.
Parte de tu trabajo ha sido colaborar en muestras como Cristóbal Balenciaga y Diego Rivera, ¿con qué enseñanza y/o experiencia te quedas de estas exposiciones?
El trabajo que he realizado en exposiciones de indumentaria y moda, ha sido enriquecido por el conocimiento y el trabajo de mis colegas. Las exposiciones son una larga de cadena compuesta por eslabones que se sujetan entre sí. Muchos profesionistas intervienen en este ejercicio: historiadores del traje, diseñadores, conservadores, restauradores, gestores culturales, museógrafos, museólogos, pedagogos, entre otros, es sólo a partir del reconocimiento y respeto a su trabajo, que se pueden consolidar proyectos integrales, que abracen el cometido de la exposición y llegue al público el mensaje que se pretende transmitir. Lo más rico de estos años de trabajo ha sido, sin duda, aprender de los demás y compartir lo propio.
Hablemos un poco de tus inicios ¿Desde cuándo te decidiste a trabajar en el mundo de la moda? ¿Desde siempre lo tuviste claro?
Mi primer acercamiento con la moda fueron los roperos de mis abuelos, recuerdo la sensación de los abrigos siberianos, los colores de las telas estampadas de vestidos, la textura de los sombreros y el olor de los zapatos que ellos traían de sus viajes por el mundo. Su inquietud por descubrir nuevas culturas me llamó la atención desde muy pequeño, cuando revisaba los álbumes fotográficos y observaba los monumentos históricos o paisajes, pero también a las personas. Desde el inicio fue inquietante para mí, pensar en la diversidad cultural a partir de las prendas y los accesorios locales/tradicionales.
Mi abuelo fue coleccionista y siempre tuve fascinación por los objetos especiales, por sus materiales, lo destacado de su construcción o su procedencia. Siempre tuve claro que ahí estaba un tema para mí. Tuve consciencia de la conservación a los 12 años, cuando mi abuelo me dijo que cuando él no estuviera, yo cuidaría de sus colecciones.
¿Qué habilidades o destrezas consideras que desarrollaste para poder trabajar en un medio tan competitivo como la moda?
Mi trabajo tiene relación con el mundo de la moda, pero me desenvuelvo en un nicho muy particular y especializado, en dónde he podido crear redes de trabajo. Por la naturaleza de mis actividades, la pericia con las manos es fundamental: la habilidad de igualar un color a través del teñido o de hacer costuras milimétricas con filamento de seda y una fina aguja para chaquira. También he desarrollado la paciencia.
Hablando un poco de nuestra cultura latina, ¿Crees qué en nuestros países se aprecia nuestro bagaje cultural? ¿Es bien aprovechado?
Me parece que la cultura de un país es quizás, más apreciada por ojos externos. La riqueza de nuestros países debe ser reconocida y apoyada desde adentro.
La compra de moda nacional impulsará el mercado local y conllevará crecimiento, la adquisición de arte popular, su uso y el no regateo, promoverán el reconocimiento al trabajo de artistas y artesanos, además, generar demanda en su consumo será positivo para su preservación y que continúe la tradición.
Me parece que los países han usado y abusado constantemente del “folklorismo”, lo que puede llegar a distorsionar la imagen o identidad de las personas y pueblos.
La oferta cultural que tienen nuestras naciones para el mundo es diversa y con una fuerte plataforma histórica, debemos ser conscientes de esto y amarla para poder protegerla.
¿Has estado en Perú antes? ¿Te animarías a colaborar con un diseñador artista en nuestro país?
He sido muy afortunado de estar en Perú en distintas ocasiones, lo he recorrido del norte al sur. México y Perú son territorios de Dioses, de riqueza natural y ancestral y de personas talentosas que tienen mucho que ofrecer. Es por esta razón que siento una empatía especial con esta nación sudamericana. Estar aquí me inspira, su historia y sus paisajes contrastantes. En Julio de este año estuve la última vez en Lima, en el Museo Mate, invitado por la empresa italo-peruana Montelupone. Estoy muy agradecido que la charla en el Mate tuvo tan buena respuesta asi que regreso este mes para dictar dos cursos.. El primero es sobre Frida Kahlo, textiles tradicionales y moda contemporanea.y el segundo sobre moda y curaduría.
Actualmente trabajo de manera cercana con Renata García-Menacho de la marca de calzado y accesorios Cornelio Borda. Esta diseñadora está ganando presencia en la escena de la moda nacional e internacional, gracias a su propuesta novedosa y de calidad. Mi aportación ha sido en materia de experimentación material, pues ella está interesada en que sus materias primas tengan solides de color, firmeza en los tejidos y resistencia a la intemperie. Ha sido muy enriquecedor.
¿Qué diseñadores peruanos conoces?
Perú tiene grandes diseñadores, mencionar sólo algunos no sería representativo de la diversidad de propuestas que ofrece este hermoso país. Me parece que lo importante que se debe destacar es la constante labor creativa y su presencia en el mundo. Con lo cual se desarrolla la industria del vestido y la confección.
He visto un mosaico interesante de propuestas de diseño que abrazan prendas, calzado, joyería y mobiliario. Considero sin temor a equivocarme, que Perú es un centro activo del diseño para Latinoamérica y una inspiración para el mundo.
¿Qué consejo le darías a las personas que comienzan en la moda?
Actualmente soy profesor de la asignatura “El textil mexicano y la indumentaria tradicional” en la licenciatura de Diseño Textil y Moda de la universidad CENTRO en la Ciudad de México y dos de los consejos que he dado a mis alumnos es buscar su propia identidad y mirar la riqueza de las culturas locales. Creo firmemente que un diseñador debe ser sensible ante el proceso creativo tradicional y el poder del conocimiento que guardan los objetos de la cultura popular, lo más bello y puro del arte representado en un tejido o una cerámica.
Dar los créditos y el pago justo deben ser líneas estrictas y constantes en el trabajo de un diseñador.