FLEXIBILIZACION A MEDIAS: A PROPÓSITO DE LA APROBACION DE CESES COLECTIVOS POR LA AUTORIDAD DE TRABAJO
La semana pasada circuló una noticia que tuvo eco en algunos medios de prensa: después de 12 años el Ministerio de Trabajo, a través de su Dirección General de Trabajo (DGT) había aprobado dos solicitudes de ceses colectivos de personal por motivos económicos planteadas por una empresa minera y otra del sector textil.
Si bien no se trata en el fondo de una buena noticia porque el cesar colectivamente al personal por motivos económicos implica que la empresa se encuentra en una situación económica complicada, lo positivo en este caso es que la DGT atendió de manera objetiva y sin apasionamientos el pedido de auxilio de las compañías.
Lamentablemente, durante más de una década el tinte político de las autoridades de turno venían negando los pedidos de cese colectivo pese a que las empresas acompañaban sus solicitudes con pericias objetivas, emitidas por importantes empresas auditoras que acreditaban la crisis económica que afrontaban. Inclusive para que el sustento del cese colectivo por motivos económicos fuera objetivo, en noviembre de 2014 se publicó el Decreto Supremo N° 013-2014-TR, norma que por primera vez puntualizó las causas que justifican el cese por dichos motivos, y que son, el deterioro en los ingresos de la empresa, entendiendo como tal registrar tres trimestres consecutivos de utilidad operativa negativa, o una situación en la que mantener al total de trabajadores implique pérdidas para el empleador.
Dicho cambio fue relevante porque hasta esa fecha la Autoridad de Trabajo tenía la visión de que el cese por motivos económicos procedía ante una crisis extrema, con la empresa al borde de la quiebra. Desafortunadamente pese a la norma, la visión restrictiva continúo, poniendo en problemas a aquellas empresas que realmente necesitaban prescindir de su personal en base a razones objetivas de índole económico.
Con la reciente aprobación de 2 solicitudes de cese colectivo por motivos económicos, que cabe precisar llegaron a la DGT con resolución aprobatoria en segunda instancia por las Direcciones Regionales de Trabajo respectivas, se abre la puerta a una visión objetiva de los ceses por motivos económicos. Pero seamos claros, esto no significa que la autoridad esté generando desempleo sino que está respondiendo a una necesidad objetiva cuyo propósito es mantener el negocio a flote para preservar otros puestos de trabajo. Además lo usual es que las empresas ofrezcan incentivos antes de optar por esta medida.
Sin embargo, la autoridad de trabajo solamente ha dado un pequeño paso, y es por ello que el título de este comentario es “flexibilización a medias”. En efecto, la autoridad aún no aprueba los pedidos de cese colectivo por motivos estructurales, los cuales se refieren a un cambio organizativo mayor en las compañías que impidan mantener a una determinada cantidad de trabajadores. No entendemos las razones. Si objetivamente se acredita la causa objetiva estructural mediante una pericia técnica, no debería negarse la solicitud. Por otro lado, y como lo hemos sostenido en anteriores entregas, aún esperamos reformas laborales importantes por parte del Poder Ejecutivo. Si el Congreso está distraído en otros temas, le corresponde al Ministerio de Trabajo, a través del Consejo de Ministros llevar la batuta proponiendo cambios que generen empleo. En este punto hay una deuda pendiente que esperamos sea saldada pronto. El 70% de trabajadores que se encuentran en el sector informal estará agradecido.