Regulación de la circulación de vehículos carga en Lima Metropolitana
Por: Aldo Facho Dede
Red Latinoamericana de Urbanistas www.urbanistas.lat
Lo bueno y lo malo de #PicoyPlaca para los vehículos carga.
La Municipalidad Metropolitana de Lima acaba de promulgar el Decreto de Alcaldía N° 011-2019 mediante el cual aprueba la regulación de la circulación de vehículos de transporte de carga y/o mercancías en Lima Metropolitana. La medida había sido anunciada por el alcalde Muñoz semanas atrás, y tuvo diversas reacciones. Hemos revisado el decreto y consideramos oportuno destacar sus principales aspectos positivos y negativos, con la esperanza de que sean tomados en cuenta para la etapa de implementación.
POSITIVO: Se diseña y reglamenta la red vial de carga, discriminando a los camiones por porte y carga, y, a partir de ello, las vías por las que pueden circular. Esta parte de la norma es completamente lógica, pues las vías se diseñan según el tipo de vehículos que por ellas pueden transitar, tanto en la geometría como en los pavimentos. Es absurdo que un camión de carga pesada pueda circular por vías locales. La red vial de carga es coherente con la red vial metropolitana, aprobada en la ordenanza N°341-MML y sus modificatorias.
NEGATIVO: Se restringe el tránsito de camiones mediante la aplicación del “Pico y Placa” en un tramo de la Panamericana Sur, y se pretende ampliar la restricción a toda la carretera en su paso por Lima, así como en la Panamericana Norte y la Vía de Evitamiento. Como ya lo hemos dicho, se trata de una reacción equivocada a un problema mayor que no es generado por el transporte de carga, sino por el transporte público informal e ilegal (colectivos, piratas, etc.) y el incumplimiento de las normas de tránsito.
Las Panamericanas y la Vía de Evitamiento, junto a avenidas como Canta-Callao, Separadora Industrial y Ramiro Prialé, han sido diseñadas para permitir el tránsito de camiones de gran porte, pues son consideradas “Vías Nacionales / Regionales” por la Ordenanza 341-MML. Estas vías garantizan el flujo de carga a través de la metrópoli, y hacia el puerto y aeropuerto. Restringir el paso de camiones por estas vías afectará seriamente la logística nacional, y probablemente impacte en el precio de los productos y, por ende, en el bolsillo de los ciudadanos.
La norma no ha contemplado la habilitación de zonas de descanso para los transportistas afectados por la restricción, lo que generará la concentración informal de vehículos en la carretera, y afectará las condiciones laborales de los choferes.
Los problemas de tránsito y movilidad de Lima necesitan soluciones integrales, y no reacciones aisladas que impactan en los ciudadanos, trabajadores y empresarios formales. Es comprensible que el tan reclamado “orden y fiscalización” sea una tarea difícil, pero si no empezamos a actuar sobre la informalidad, ilegalidad y desobediencia, nunca podremos avanzar hacia el desarrollo de la ciudad.
Pueden leer una nota de opinión al respecto en: http://urbanistas.lat/la-culpa-es-de-los-camiones/