Reduciendo riesgos de corrupción
Por: Caroline Gibu
Hablemos de #buenasprácticas[1]
¿Qué acciones para la reducción de riesgos de corrupción fueron llevadas a cabo en el marco de las #BuenasPrácticas? Caroline Gibu nos lo cuenta en su columna de hoy.
El pasado 9 de diciembre se celebró el Día Internacional contra la Corrupción, y a pocos días de terminar el 2019, “Año de la lucha contra la corrupción e impunidad”, quisiera compartir algunos resultados del ejercicio exploratorio que Ciudadanos al Día ha realizado para dimensionar los avances y desafíos en la reducción de riesgos de corrupción en el marco de buenas prácticas.
En la edición del Premio a las Buenas Prácticas en Gestión Pública 2019 introdujimos en el formulario de postulación la siguiente pregunta: “Si la práctica tuvo resultados (esperados o no) en la reducción de la corrupción, haga una breve descripción de la situación inicial y los resultados obtenidos, así como los elementos de la práctica vinculados a la obtención del resultado”.
De las 212 experiencias calificadas como buenas prácticas en el Premio, 54% respondió la pregunta y describió las medidas desarrolladas para reducir espacios de corrupción como parte de la implementación de la práctica. En particular, las categorías con mayor número de postulantes y respuestas descriptivas fueron Servicio de Atención al Ciudadano (70%), Transparencia y Acceso a la Información (64%) y Sistemas de Gestión Interna (61%); esta última abarca las áreas de procesos, sistemas de información y recursos humanos.
¿Qué acciones fueron llevadas a cabo en el marco de las buenas prácticas? El 36% llevaron a cabo acciones de automatización; 26% mejoraron procesos y procedimientos internos; 8% se enfocaron en mejorar la información y comunicación a las partes interesadas; 2% establecieron mecanismos específicos de denuncias; y 2% generaron veedurías ciudadanas. El 26% restante describió acciones generales que vienen llevando a cabo en su institución (como certificaciones ISO o mejoras en la asignación del presupuesto) que tienen incidencia indirecta en las prácticas.
Algunas reflexiones a propósito de lo obtenido en este ejercicio.
- Una aproximación preliminar. Como mencioné líneas arriba, este es sólo un ejercicio preliminar y exploratorio, pero que invita a desarrollar estudios muchos más profundos de qué acciones específicas se están llevando a cabo para reducir la corrupción en las instituciones y cuáles pueden ser replicadas o escaladas.
- Mapa de riesgos y priorización de acciones. En sólo dos prácticas se mencionaron el desarrollo de un mapa de riesgos de corrupción y/o mecanismos para la priorización de acciones previo al diseño e implementación de la buena práctica. Estas iniciativas fueron lideradas por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y la Central de Compras Públicas – PerúCompras – y tienen como base la sistematización de información y diagnósticos previos para contar con evidencia más que percepciones.
- La automatización como primera alternativa. Muchas buenas prácticas han optado por la implementación de sistemas de información integrados para reducir discrecionalidad, incrementar predictibilidad y transparentar procesos y decisiones de cara a la ciudadanía. Y han tenido resultados concretos. Destacan, por ejemplo, el sistema de información de distribución de materiales educativos, pago de servicios básicos y arbitrios de instituciones educativas de la Unidad de Gestión Educativa Local No 04 (UGEL No 04), que ha perfeccionado los sistemas del Ministerio de Educación adaptándolos a la realidad local para monitorear el buen uso y distribución de los recursos. Asimismo, plataformas como el Cotizador Electrónico asociado a los Catálogos Electrónicos de Perú Compras han logrado reducir el direccionamiento indebido de proveedores. La automatización es un camino inevitable para la lucha contra la corrupción y las acciones conjuntas que puedan ser llevadas a cabo a nivel nacional y subnacional sobre la base de lecciones aprendidas ayudaría a acelerar este proceso.
- Procesos que incluyen mecanismos de prevención. Las buenas prácticas que optaron por la revisión, rediseño e implementación de mejoras en los procesos incluyen mecanismos para prevenir posibles actos de corrupción. Por ejemplo, el Voluntariado Municipal de la Municipalidad Metropolitana de Lima ha incluido en sus procesos la identificación de quiénes son y qué tareas se han asignado a los voluntarios para monitorear su intervención, así como reglamentos, directivas, y capacitación preventiva para alertar sobre acciones que no están permitidas (por ejemplo, desembolsos económicos o aceptación de dinero de la población beneficiaria). Ello mantiene vivo el código de ética de la función pública, refuerza el control interno, la autorregulación de los voluntarios y la permanente alerta, sin esperar que una noticia en medios de comunicación detone recién una revisión de procesos.
- Veedurías y denuncias. Las buenas prácticas que establecieron mecanismos de denuncias o veedurías ciudadanas aún son incipientes. Por lo tanto, es un buen momento para aprender de estas experiencias que a modo de pilotos nos permiten analizar qué puede funcionar para la activación propositiva de la demanda ciudadana.
Como corolario, es importante destacar que estas prácticas responden al liderazgo de servidores públicos que tienen como objetivo mejorar la acción de las instituciones del Estado para servir al ciudadano. Por ello, su motivación puede ser más clara y compatible con los valores de la integridad y la lucha contra la corrupción. Fortalecer y acompañar a los servidores públicos en esta lucha es también un desafío que forma parte de la reforma del servicio civil.
[1] Hacer Perú me ha invitado a escribir una vez al mes en este espacio, y a través de él quisiera compartir las mejores experiencias del Premio a las Buenas Prácticas en Gestión Pública que organiza Ciudadanos al Día conjuntamente con la Universidad del Pacífico y su Escuela de Gestión Pública, así como algunas reflexiones alrededor de estas iniciativas. Las citas corresponden a información proporcionada en el informe de postulación al Premio.