La historia de Sanna Marin: lecciones sobre reputación y liderazgo
Sabemos que hoy en día las redes sociales se han convertido en una herramienta imprescindible para darnos a conocer, posicionarnos y comunicarnos con el mundo. Sin duda, son parte de la construcción de nuestra imagen y de nuestra marca personal. Sabemos también que la reputación es uno de los activos más valiosos que tenemos y que puede destruirse en un abrir y cerrar de ojos gracias a las redes sociales, que hoy juegan un rol muy importante. Nunca había sido tan sencillo tener información de una persona. Los canales por las que circula nuestra reputación, se multiplican de forma exponencial, 24/7 en un solo clic. ¿Podemos controlarlo?
¿Se acuerdan de lo que pasó a mediados de agosto del 2022 con Sanna Marin, la primera ministra de Finlandia, reconocida por ser la mujer más joven del mundo en llegar al cargo? La mujer de treinta y siete años, elegida por la BBC y la revista Forbes entre las cien mujeres más influyentes y poderosas del mundo, con una carrera política brillante y una gran capacidad para inspirar confianza y cercanía, fue tendencia en redes sociales al publicarse un video de ella bailando en una fiesta privada con amigos y personalidades conocidas de su país. El video fue compartido en un grupo privado de Instagram, hasta que llegó a los medios y se convirtió en polémica en torno a la figura política y personal de Sanna. Los medios de comunicación nacionales e internacionales, los políticos de la oposición y ciudadanos criticaron el episodio, lo que afectó tremendamente su imagen y la obligó a hacerse una prueba de drogas que resultó negativa. Una salida nocturna es perfectamente normal para cualquier mujer joven, pero, como primera ministra de Finlandia, Sanna no es una mujer común. Ella tiene una vida familiar, una vida laboral, y también tiempo libre para disfrutarlo con sus amigos. Las imágenes eran privadas y no estaban destinadas a hacerse públicas. ¿Cuánta fiesta es demasiado para un líder?
Esta historia nos enseña que la reputación y liderazgo van de la mano y que un líder debe ser consciente de cómo sus acciones y decisiones impactan en la percepción que los demás tienen de uno mismo. Ser íntegro, auténtico y coherente en todo momento es fundamental para ganarse la confianza de los demás.