Somos el universo contemplándose a sí mismo
Mientras lees este artículo viajas en la única verdadera nave espacial que posee la humanidad, el Planeta Tierra. El término “planeta” nos da un cierto pero irreal sentido de estabilidad ya que significa “errante” y nada es más cierto.
Esa estabilidad en la que basas todo, y sobre la cual se basa toda la historia, es un milagro sucediendo cada segundo de tu existencia, cuando todas las probabilidades científicas nos dicen que no debería existir vida. Punto.
Desde su óptica sesgada por cierto por el método científico (que solo ve un lado de la medalla) las probabilidades para que exista un planeta, con un núcleo de hierro y níquel en estado líquido e hiper caliente, girando para producir un campo magnético lo suficientemente poderoso para poder desviar los vientos solares con los que nuestro sol (no el benevolente sol que nos pintan, en efecto, nuestro sol es un asesino en masa, sino pregúntenle a Mercurio, Venus o Marte).
electromagnético enorme, un geo-dínamo más grande que el de nuestros vecinos, que además es la fusión del núcleo de nuestro primer planeta, Gaia, que se estrelló con su planeta hermano que transitaba la misma órbita, Theia, (aproximadamente del tamaño de Marte) cuando ambos hermanos se estrellaron hace 4500 millones de años generando cuatro condiciones fortuitas (dirán los científicos agnósticos) pero claves para que se pudiera gestar la vida en el nuevo planeta que después de pasar por mil vicisitudes, hoy vive su etapa azul y que nos permite habitarlo. Al resultados de la colisión entre Gaia y Theia es al que hoy conocemos como Planeta Tierra (Aunque yo lo llamaría Aqua).
- Este choque de Theia inclinó el eje rotacional Gaia (ahora, planeta Tierra los 23.5 grados necesarios para que se puedan crear las estaciones, haciendo que la transición entre el verano y el invierno terrícola fuera suave y le permitiera a la vida adaptarse a esta gradual transición estacional. De no haber inclinado Theia a Gaia exactamente en este ángulo, en invierno una parte de la Tierra estaría completamente congelada mientras la otra ardería bajo los rayos directos del sol.
- Los remanentes de esta mega colisión formaron la luna, un satélite fuera de la común, muy grande para un planeta como el nuestro y que mantiene estable el eje rotacional de la tierra además de tener una serie de efectos beneficiosos para el planeta como las mareas. Una curiosidad, que no parece casualidad que pocos conocen y menos se cuestionan: Si disfrutamos de periódicos y perfectos eclipses en el Planeta Tierra, es porque el sol es 400 veces más grande que la luna, pero además está 400 veces más lejos ¿Casualidad cósmica o una señal que nos dice que fuimos hechos a medida?
- Si no tuviéramos Luna, los días solo durarían entre 6 y 8 horas y habrían entre 1100 y 1400 días en el año.
- Como ya mencionamos, esta colisión proto-planetaria creó un poderoso núcleo geomagnético que se invierte regularmente (ya estamos a tiempo de una inversión de polos y no tenemos idea de lo que sucederá). A esta región la llamamos la magnetosfera y se extiende sobre la ionosfera. Sin la magnetosfera el viento solar habría destruido la capa de ozono que nos protege de las formas más dañinas de radiación ultravioleta. Marte por ejemplo perdió su atmósfera debido a la disipación de su campo magnético.
Por si fuera poco, los planetas jovianos, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, actúan como escudos que atraen con su enorme gravedad objetos errantes que como ya sabemos, podrían destruir no solo la vida en la tierra sino la tierra misma.
Nada es estable…. A esta velocidad nos movemos por el universo
El planeta Tierra sobre el que estás parad@ y tú mism@ mientras lees este artículo, estámos girando cada día 858,240 km alrededor del sol y 6’256,000 km alrededor del centro de la galaxia. Además la galaxia se mueve por el universo, (o lo que llamamos “grupo local” como referencia, que es el grupo de galaxias cercanas a la Vía Láctea siendo la más cercana Andrómeda de 110,000 años luz de largo, mientras que la Vía Láctea tiene 52.85 mil años luz de largo: Ambas galaxias se fusionarán dentro de 4 mil millones de años formando la galaxia Lactómeda (espero estar presente en alguna de mis próximas reencarnaciones, ¡las noches van a ser ciertamente espectaculares!)
Así que la próxima vez que pienses “no pasa nada”en mi vida bueno, sí pasa y mucho, eres un fenómeno cósmico único e irrepetible!
Ahora extrapola lo más loco de todo: Se estima que el universo tiene 46,000 millones de años luz de extensión pero debido a la aceleración con la que se ha descubierto se expande el universo lo más seguro es que muchas galaxias hayan ya superado la velocidad de la luz con respecto a nosotros y nunca las veamos. Tiene además 13.82 mil millones de años desde que nació de la nada en la singularidad que hoy llamamos “Big Bang”, tiene 1024 septillones de estrellas agrupadas en entre 100,000 y 200,000 millones de galaxias y se estima que deben haber aproximadamente 50 sextillones de planetas con condiciones similares al planeta Tierra.
Ahora haz esta reflexión, todo esto apareció de la nada hace 13,800 millones de años en un punto infinitamente pequeño y tú y el universo no están separados, como decía el gran cosmólogo norteamericano Carl Sagan: “Somos el Universo contemplándose a sí mismo”.
Sustentando la fabulosa frase de Carl Sagan debemos entenderla por su gran capacidad para sintetizar en tan pocas palabras lo que nos hace a cada forma de vida y a cada uno de nosotros un fenómeno cósmico: Después del Big Bang solo se crearon dos elementos: Hidrógeno y Helio, pero la fuerza de gravedad hizo que consolidaran en las estrellas que todos conocemos. De lo que no cobramos conciencia activa la mayoría de nosotros es que todos los demás elementos de la tabla periódica se crearon en el núcleo de estrellas que luego estallaron en uno de los fenómenos cósmicos más espectaculares del Universo: Las Supernovas, que al estallar dispersan por el universo la materia que compone todo el universo. Es así que todo el oxígeno que respiras, el hierro que corre por tu sangre, el carbono del que estás mayoritariamente hecho fue creado en el núcleo de estrellas al estallar (muchas de ellas millones de veces más grandes que nuestro sol), así como cada átomo del que está formado nuestro planeta. Es más, otro hecho fascinante consiste en el respeto que debes asignarle a cada vaso de agua que tomes: El hidrógeno de ese H2O, al ser creado en el big bang, es el elemento más antiguo del universo y tiene 13,800 millones de años.
Así que la próxima vez que consideres que tu vida es insignificante, que no tiene valor, que quisieras tirar la toalla y morir, recuerda que esta vida que te ha tocado vivir es única e irrepetible: En efecto, en todos los eones previos y todos los eones por venir (que aún son más desde que se creó lo que Einstein sabiamente reconoció como Espacio-Tiempo) nunca existirá otro tú como quien te reconoces en esta existencia, así que aprovecha este milagro (pues la vida no es otra cosa que un milagro y tú, tu milagro particular) y haz que tu efímera pero mágica existencia le deje un legado positivo al universo (una de cuyas leyes fundamentales es la ley del karma) al que regresarás tanto como materia como energía, y como acá nada se destruye, espera sin miedo, con ansias y lleno de ilusión lo que te espera del otro lado.
Pablo Bermúdez
Consultor Internacional en Transformación Digital, Knowmad, Expert Generalist, Growth Hacker, Empresario, Mistagogo, Profesor, Expositor Internacional, Escritor y mil cosas más…
CEO de The Startup Factory
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