Gestión de Riesgos: ¿Para qué?
En el post anterior sobre la importancia del análisis estructural de edificios para la continuidad del negocio, planteaba el dilema moral que debería representar esta temática.
La idea parece haber sorprendido un poco. Esto tiene que ver con la visión que se tiene de la gestión de riesgos en general y sobre sus objetivos. Por supuesto, lo más conocido es lo que tiene que ver con la capacidad de las empresas financieras y no financieras de minimizar sus pérdidas y perdurar en el tiempo, y para las entidades públicas, no sólo de minimizar las pérdidas para el erario público, sino de seguir estando en capacidad de cumplir con su misión. Estos son temas muy importantes sobre los cuales hay un consenso general. ¿Pero deben ser los únicos? ¿No se podría ir más allá? Veamos.
La gestión de riesgos es en realidad para no pocas personas una actividad que tiene objetivos aún más fundamentales, que se mencionan muy poco, pero que muchos viven en el día a día de su trabajo, en realidad. Mencionaré dos fundamentales:
. SALVAR VIDAS: es lo que hacen por ejemplo los que estructuran protocolos de evacuación en caso e incendio o de sismo, los que se preparan de manera constante para evitar que el número de víctimas sea mayor, como los bomberos o las unidades militares que intervienen en las emergencias, los que buscan impedir epidemias graves mediante medidas preventivas, los ingenieros que en sus cálculos de resistencia de estructuras toman un amplio margen de seguridad para reducir el riesgo de desplome o de colapso, los que buscan medir el grado de contaminación de una zona por materias cancerígenas o del agua por todo tipo de materias tóxicas para que se tomen las medidas necesarias para reducirla o suprimirla, los que enseñan a las comunidades cómo evitar un gran número de víctimas en caso de grandes desastres (como en Bangladesh y Filipinas), los ingenieros que hacen reforzar la estructura de escuelas y hospitales para impedir que escolares y pacientes perezcan fácilmente en un sismo de gran intensidad (¿alguna vez oyeron hablar del programa mundial de “Escuelas Seguras” que en el Perú estuvo aplicando el Ministerio de Educación?), los que buscan reforzar los inmuebles donde trabajan sus colaboradores aunque sea costoso, los que buscan que una mejor planificación urbana permita tener ciudades resilientes …
. EVITAR QUE LA GENTE SE EMPOBREZCA O VUELVA A CAER EN LA POBREZA: es lo que hacen por ejemplo los funcionarios públicos que buscan mantener la responsabilidad fiscal en la medida de lo posible, porque la historia muestra que una irresponsabilidad fiscal prolongada termina provocando una gran crisis económica que siempre genera una elevación del nivel de pobreza, aquellos que tratan de asegurarse de que las infraestructuras públicas sean resilientes frente a desastres, los que buscan que el mayor número de gente esté cubierta por seguros tanto de manera personal como para la actividad económica que les da sustento a ellos y a sus trabajadores (por ejemplo, desarrollar los seguros catastróficos para los hogares y para los agricultores), los que organizan la recuperación de un desastre de tal manera que se pierda el menor número de empleos posible y que se genere el mayor número de empleos temporales posible, las instituciones financieras que en momentos de crisis evitan caer en pánico y reprograman y refinancian de manera racional los créditos, los que trabajan en la adaptación al cambio climático…
Esos objetivos de la Gestión de Riesgos no tienen nada de imaginario y forman parte de estándares internacionales, especialmente el Marco de Sendai 2015-2030 para la Reducción del Riesgo de Desastres, que en realidad tiene objetivos más amplios, y que se articula con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Naciones Unidas.