Lecciones luego de la Plataforma Global de Reducción del Riesgo de Desastres 2019
En el último post del 8 de Mayo recordábamos lo que era la Iniciativa ARISE y la existencia de un Capítulo Peruano y anunciábamos la Plataforma Global de Reducción del Riesgo de Desastres 2019 que empezaba el 13 de Mayo. En dicho post hacía votos para que la PRESENCIA PERUANA fuera fuerte, como corresponde a un país muy expuesto a desastres naturales como el nuestro. Lo hacía también en lo que respecta al Sector Privado. Era una ocasión única para aprender de mejores prácticas a nivel internacional y de tejer relaciones bilaterales con una lógica de generar mayor cooperación internacional y mayor cooperación Sur-Sur. Dicho evento ya se realizó y podemos sacar varias lecciones en lo que respecta al Perú.
La buena noticia primero: la delegación peruana por parte del Estado fue numerosa, y coronada incluso el último día por la destacada participación en el principal panel del titular del CEPLAN, en representación de la PCM. El Ministerio de Relaciones Exteriores ha tenido un rol importante en ello; cabe recordar que ya había jugado un rol activo en las negociaciones del texto del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres firmado en 2015.
Esperemos que, a partir de esta fuerte presencia, puedan generarse, a pesar de una situación política que complica mucho la labor del Ejecutivo y no facilita el trabajo de largo plazo, diferentes iniciativas para mejorar la deteriorada situación de la Gestión del Riesgo de Desastres en el Perú (y no sólo la capacidad de respuesta inicial, que ha mejorado).
En cambio, el sector privado peruano no fue muy visible. Y sin embargo había una jornada entera para la Iniciativa ARISE y el sector privado, con representantes de numerosos países. Para que tengan una idea de la importancia que las Naciones Unidas dan al rol del sector privado en la reducción del riesgo de desastres, la Sra. Mami Mizutori, la Representante Especial del Secretario General de las NNUU para la Reducción del Riesgo de Desastres participó e intervino en dicha jornada.
Dicha jornada permitió darse cuenta de varias cosas:
. la importancia enorme que se le da a nivel internacional a la continuidad del negocio frente a desastres, no sólo para las empresas mismas, pero también para evitar la disrupción de las cadenas de abastecimiento por los daños a las infraestructuras críticas; uno de los temas principales era cómo integrar mejor a las MiPymes, que también son actores clave en dichas cadenas, pero además fuentes esenciales de empleo en muchos países
. la importancia que se le da a la coordinación con el sector público, que de manera general no tiende puentes espontáneamente con el sector privado en este tema; como decían algunos, somos los gremios privados los que tenemos que generar ese diálogo, y otros: tenemos que avanzar sin esperar al sector público, de ser necesario
. la conciencia cada vez mayor del sector privado de hacer inversión resiliente a desastres e involucrarse activamente en la “inversión en resiliencia”, como generadora de valor a largo plazo a pesar de los costos de corto plazo.
Dicho sea de paso, en los foros donde estaba el sector público, también se habló a menudo de la importancia de la continuidad del negocio (u continuidad operativa) para la resiliencia, además de la inversión resiliente y de la inversión en resiliencia, con una visión inclusiva, recordando que los más afectados son siempre los más pobres y los más vulnerables. Y lo vuelvo a recordar: siempre con una óptica de mayor reducción del riesgo, de mayor prevención y de mejor preparación, y luego de una recuperación más integral y rápida de la actividad económica, acompañada de un “reconstruir mejor”, frente a un énfasis todavía excesivo en la respuesta inmediata y de muy corto plazo.
Entre las informaciones más destacables de la Jornada del Sector Privado, cabe mencionar:
. la fuerza del esquema Mexicano, con una fuerte cooperación con el sector público, incluso presente en el capítulo local de ARISE, y con participación gremial de alto nivel y de grandes empresas, entre las que destaca el gigante Cemex; esa cooperación ya es muy antigua con una instancia llamada el CENACED. Cabe destacar que el CENAPRED, equivalente de nuestro CENEPRED, forma parte de ARISE México.
. la fuerza del esquema Colombiano, también con una fuerte cooperación con el sector público, igualmente presente en el capítulo local de ARISE (a través de Unidad de GRD), con el principal gremio empresarial, la ANDI.
Aquí estamos hablando de dos otros países de la Alianza del Pacifico, y vemos a un sector público que acepta trabajar en el sector privado en el marco ARISE: en lo que al Perú respecta, estamos lejísimos de esos avances, tanto en el seno del sector privado como en la articulación con el sector público. ¿Por qué tiene que seguir siendo así?
Sin contar ejemplos que se han podido conocer de la India, pero también de Filipinas, donde el grupo de mayor capitalización bursátil, SM Prime, juega un liderazgo especial en dicho país, capacitando y apoyando por ejemplo a Pymes en continuidad del negocio, e invirtiendo masivamente en la promoción de la resiliencia. Un poco como si en el Perú, el Grupo Romero combinado (es decir incluyendo a Credicorp), jugara ese rol.
Entonces, cabe preguntarse, ¿por qué no está la CONFIEP en este tema? ¿Por qué no se ven a los grandes grupos empresariales con un enfoque estructurado integral, coordinando entre ellos y con el Estado? ¿Alguna vez se han generado espacios de coordinación que no se limiten al apoyo en las emergencias (algo que sí existe de parte de los diferentes gremios con el INDECI)?
ASBANC y APESEG sí han sido activos en lo que respecta a aspectos específicos de su rubro en un trabajo de coordinación público-privada liderado por la SBS (para la continuidad del negocio). Pero había un esfuerzo conjunto MEF/SBS/APESEG para desarrollar la penetración de seguros catastróficos para hogares y Mipymes, a costos aceptables, que parece haber sido descontinuado. Y el sistema financiero y las aseguradoras (que pueden jugar un rol “capacitador” clave respecto de sus clientes), pueden hacer mucho más en aras de la resiliencia operativa del país si los otros gremios los acompañan. ARISE, con las mejores prácticas que se están extendiendo con el apoyo técnico de la UNDRR, es una estructura ideal para eso; además ello puede atraer aún más el apoyo del Insurance Development Forum, del PNUD, o del Banco Mundial en ciertos temas. Por ejemplo, hace unos años, gracias al PNUD, todos los actores clave para la continuidad operativa del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez se reunieron: ¿se ha mantenido ese esfuerzo o no?
Mañana 31 es el gran Simulacro Nacional con un Sismo de 8.5 grados en Lima y Callao. Espero que en el sector empresarial y en el sector público hayan pensado en ensayar sus dispositivos de continuidad del negocio (u operativa), si los tienen. Digo a propósito “dispositivos” y no “planes”, porque para no pocos, esto sólo es un documento administrativo con el que habría que cumplir, en la forma, pero en cuanto a ensayos o medidas concretas, o no existen o se abandonaron, por falta de convicción; todavía hay demasiada gente que piensa que en Lima y Callao no pasará nada mientras ellos vivan, o que los científicos, en eso y en los temas climáticos, exageran.