¡HABLEMOS DE FRAUDE!
¿Sabías que las organizaciones pierden -en promedio- el 5% de sus ventas anuales por fraude?
¡Pues sí! El fraude es un riesgo natural que no distingue tipo de organización, actividad de negocio, ni lugar en el que ésta se desarrolle. Sin embargo, aún es pronto para decir que existe conciencia suficiente en el mercado peruano respecto al fraude y sus graves consecuencias.
En este Shot te traigo los alcances básicos que debes tener en cuenta acerca del fraude. Los voy mezclando poco a poco para que puedas saborearlos y anotarlos uno a uno.
¡El Shot viene cargadito!
El fraude puede definirse como un engaño hacia un tercero; en este caso, el engaño que cometen los/as colaboradores hacia su organización.
Algunos ejemplos de fraude son los siguientes:
- Creación / pago a proveedores ficticios.
- Pago de facturas sobrevaloradas o ficticias.
- Emisión de facturas por bienes no recibidos o servicios no realizados.
- Reporte de gastos falsos o sobrevalorados.
- Manipulación de licitaciones o procesos para adjudicar contratos.
- Robo o uso de información confidencial de la organización.
Pero ¿qué factores deben conjugarse para que supuestos como estos ocurran?
Aquí es cuando debemos recordar que en 1961, Donald Ray Cressey sustentó la teoría del Triángulo del Fraude, explicándonos que para que se materialice el fraude debían coexistir necesariamente tres factores: motivación, oportunidad y racionalización.
A continuación te describo -de manera súper sencilla- cada uno de estos factores.
PRIMER FACTOR: MOTIVACIÓN.
También entendida como incentivo o presión. Se da cuando los integrantes de la organización tienen estímulos o razones que -de alguna u otra manera- los empujan a cometer fraudes.
Por ejemplo, cuando determinado equipo de la organización está obligado a cumplir altas metas cuantitativas para cobrar comisiones o bonos mensuales. A manera de referencia, dichas metas cuantitativas podrían aplicarse a ventas o facturación.
Definitivamente, los/as colaboradores cuyos sueldos dependen de metas cuantitativas poco reales estarán mucho más expuestos a la tentación de incurrir en actos fraudulentos.
Por ello es importante que los altos funcionarios de la organización sean conscientes de qué metas se imponen a los colaboradores y las implicancias que éstas podrían tener en términos de riesgos de fraude.
SEGUNDO FACTOR: OPORTUNIDAD.
Se presentan situaciones propicias en la organización para que sus colaboradores actúen de manera indebida.
Es decir, existen contextos ideales para que los/as colaboradores tengan el poder de engañar a su organización.
Esto podría representarse con el popular refrán: “La ocasión hace al ladrón.”
Este factor puede ser combatido con controles que aplique la organización. Si son preventivos, mucho mejor.
TERCER FACTOR: RACIONALIZACIÓN.
Se da cuando los/as colaboradores involucrados justifican en su mente el acto incorrecto.
Es por ello que es tan importante trabajar en la Cultura de Integridad en toda organización. Y para lograrlo es necesario que las más altas esferas se comprometan a sentar y difundir las bases de integridad que sostienen a la organización.
Ahora te estarás preguntando: ¿qué hacer con estos factores?
Te cuento que para gestionar riesgos de fraudes en tu organización debes ir reduciendo cada uno de los factores. Vale decir, cada uno de los lados del triángulo.
La buena noticia: No es necesario que los reduzcas de manera simultánea. Puedes hacerlo uno a uno, ya que basta con que uno de los factores se vea debilitado para que se mitigue el riesgo de comisión de fraude en la organización. ¡El triángulo empieza a tambalearse!
En consecuencia, puedes trabajar de manera progresiva en los factores.
OJO: Aquí entramos a un terreno en el que hay diferentes posturas. Encontrarás contenido de lo más variado sobre a qué factor debes atacar primero. En lo personal, considero que todas las posturas son válidas y depende mucho de las características particulares de cada organización poder determinar el factor cuya gestión y mitigación priorizaremos.
Te prometo desarrollar dichas posturas en un próximo Shot.
Por lo pronto, me encantará saber qué factor atacarías primero en tu organización. ¡Escríbeme!