"La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse" (Oscar Wilde)
Cuando un paciente, por alguna dolencia requiere ser operado, debe pasar una serie de exámenes que se conocen como “riesgo quirúrgico”. Estos exámenes le dirán al cirujano si el paciente está apto y podrá “soportar” la operación. Cuando un inversionista evalúa invertir en un instrumento, debería saber si su perfil de riesgo está alineado con el riesgo de la inversión que planea realizar. No todos somos iguales, y no todos tenemos la misma tolerancia a enfrentar pérdidas, por lo tanto hay instrumentos que están negados para algunos inversionistas.
En el último post (Nunca inviertas en un negocio que no entiendes, del 23.07.2012) propuse una aplicación sencilla de los ETF’s para construir un portafolio diversificado globalmente. La verdad es que estos instrumentos ofrecen también otras ventajas. Se puede coberturar una posición en acciones o commodities con ETF’s inversos, llamados de esa forma porque replican “posiciones cortas”, y su rendimiento va en sentido contrario al rendimiento del mercado. Pero también mencioné los ETF’s dobles y triples. Estos ETF’s tienen la particularidad de amplificar o multiplicar por dos o por tres la volatilidad del subyacente, siendo el subyacente el activo sobre el que están construidos (por ejemplo el S&P500 es el subyacente del SSO, el oro es el subyacente del UGL, el petróleo lo es del ERX, etc).
Ya específicamente con relación a los ETF’s dobles o triples, yo los considero vehículos para especular. Siendo así, el horizonte de inversión con estos ETF’s apalancados, como también se les llama, debería ser corto plazo. Y si va a invertir en ellos, no olvide que amplifican la volatilidad, esto significa que amplifican el riesgo. Si usted tiene problemas de presión alta, no se los recomiendo. Pero si está dispuesto a aceptar el riesgo, estúdielos, entiéndalos y adelante. ¿Qué recomiendo para operar con estos ETF’s?
Primero, siempre analizar bien el subyacente. No olvidar que estamos en un negocio en que la información oportuna es vital, más aún considerando que estos instrumentos se caracterizan por su alta volatilidad, y por lo tanto alto riesgo. Por ello, tener claro lo que esperamos que pase con el activo sobre el cual el ETF está construido, es de una importancia superlativa.
Segundo, como nuestro horizonte será corto plazo, sugiero hacer Análisis Técnico al subyacente. En el gráfico a continuación tienen el S&P500. Como pueden ver el índice estaría por confirmar un canal alcista.
Esto significa que en el corto plazo podríamos esperar un máximo alrededor de 1,402 puntos, donde existiría una “resistencia” o techo, para luego dar paso al movimiento de corrección (en este caso un descenso). Siendo así, cuando el índice alcance el nivel de resistencia sugerido, podríamos evaluar la compra especulativa de SDS, un ETF “doble corto” de S&P500, llamado de esa forma duplica en forma inversa el comportamiento del índice, lo que en números gruesos significa que si el índice cae por ejemplo 3.5%, SDS subirá 7% aproximadamente.
Qué pasa si no se cumple nuestro pronóstico para el S&P500 en el corto plazo, y el índice en lugar de hacer el máximo y retroceder, rompe la resistencia y sigue subiendo. Siempre es bueno estar preparado, y esto en buen cristiano significa manejar una estrategia de “Stop loss” adecuada. Es decir, establecer un nivel de precio a partir del cual ya no es prudente mantener SDS y por lo tanto se recomienda vender. En este caso por ejemplo, nuestra estrategia nos plantearía que si el S&P500 rompe la resistencia en 1,402 puntos y avanza superando los 1,418 puntos, activaremos nuestro stop loss y se procederá a la venta de SDS. Quiero hacer notar que los parámetros (nivel recomendado de venta) no se trabajan sobre SDS, se trabajan sobre el subyacente, en este caso, el S&P500.
Pero la verdad de las cosas es que somos seres humanos, y probablemente nos resistiremos tenazmente a vender SDS con pérdida. Pero cuidado, no vender sería una mala idea, y les explico por qué. Hay un principio matemático financiero elemental llamado “rendimiento compuesto”, que hace que el factor de 2 ó 3 veces la volatilidad, solo se cumple en el intra día. Cuando estos ETF’s apalancados se mantienen por periodos mayores, el factor varía. Observen el siguiente cuadro:
La variación diaria de SDS cumple con ser dos veces el inverso de la variación diaria de S&P500. Sin embargo, la variación acumulada desde el primer día hasta el décimo tercer día de SDS, ahora es 2.22 veces la del S&P500. Esta distorsión se explica por tres factores que sería bueno tener en cuenta: la volatilidad del subyacente (en nuestro caso del S&P500), el plazo (13 días en nuestro ejemplo) y el apalancamiento (2x en el caso de SDS). Es decir, en un escenario de alta volatilidad del subyacente, mientras mayor sea el plazo de tenencia, mayor será la distorsión. Si el escenario no juega a nuestro favor, las pérdidas serán mayores a las que creemos.
No voy a negar lo atractivo que resultan estos ETF’s cuando nuestra interpretación del mercado fue correcta y el subyacente hizo lo que esperábamos que hiciera. Pero como dije antes, estos instrumentos no son para todos, utilícelos sólo si su perfil de riesgo lo admite, y si ya lo decidió, tenga en cuenta que siempre es bueno estar preparado para un escenario adverso, pues con estos instrumentos el que parpadea pierde. Un buen par de guantes (estrategia de stop loss adecuada) evitará dolorosas quemaduras.
["Smart money" se publica cada dos lunes.]