El precio es lo que pagas, el valor es lo que obtienes (W. Buffet)
En algunos post anteriores he mencionado que la Bolsa local viene negociando debajo de sus valores fundamentales, que representa una oportunidad de compra, y tal vez algunos otros comentarios similares que en este momento no recuerdo. Algunos amigos me han mencionado lo interesante que les parece tales afirmaciones, pero al mismo tiempo me han reclamado que en algunos casos utilizo tecnicismos o tal vez alguna “jerga bursátil”, que para quienes no están del todo familiarizados con la terminología, les resulta un tanto complicado de entender.
Para resarcirme con aquellos que son nuevos en el negocio, y con las disculpas de quienes son ya veteranos inversionistas, quiero dedicar este post para explicar qué significa que la Bolsa de Lima viene negociando debajo de sus “valores fundamentales”, qué consideraciones debemos tener presente, y cómo se puede aprovechar en una estrategia de inversión.
El cuadro a continuación muestra 13 de las 15 acciones que conforman la cartera del ISBVL (Índice Selectivo de la Bolsa de Valores de Lima), sus precios de mercado al cierre del 31.08.2012, y sus valores fundamentales:
Lo primero que notamos al observar el cuadro, es que el precio de mercado no es igual al valor fundamental. El precio de mercado se forma como resultado de la interacción de los compradores y vendedores en cada momento, y resume en un solo número, las expectativas que los inversionistas tienen sobre el futuro del emisor de la acción según la información disponible.
El valor fundamental busca conocer cuál es el “verdadero valor” de una empresa. Es el resultado de estimar bajo escenarios probables, los ingresos futuros que la empresa generará como resultado de sus actividades de negocio, para luego mediante un ejercicio financiero calcular el valor “hoy” de todos esos flujos futuros. El resultado será el valor de la empresa, y cuando dicho resultado se divide entre el número de acciones emitidas, tendremos el valor fundamental por acción, que es lo que vemos en el cuadro. En finanzas a esta metodología se le conoce como “Flujo de caja descontado”. Por cierto, debo precisar que los valores fundamentales que muestro en el cuadro no los he calculado yo. Son lo que podríamos llamar “el consenso” del mercado, pues son promedios de los valores estimados por distintos analistas (locales y del extranjero).
Ahora veamos como utilizamos este enfoque de análisis. Si aceptamos que el mercado es en alguna forma eficiente, deberíamos esperar que el precio de mercado tienda a su valor fundamental en un periodo de tiempo que normalmente es la fecha de referencia para el cálculo realizado.
La pregunta del millón de dólares es ¿se cumple que el precio de mercado se alinea con su valor fundamental? ¿Es así de fácil la cosa? Bueno, es necesario hacer algunas precisiones:
- No olvidemos que el valor fundamental supone un escenario probable para la empresa, y está calculado sobre estimaciones futuras de variables que son críticas para el negocio de acuerdo a dicho escenario. Esto significa que si el escenario cambia, hay que ajustar el valor fundamental, por lo tanto, este es un concepto dinámico, y no estático.
- El precio de las acciones no solo reacciona a los fundamentos, no olvidemos que quienes están tomando decisiones de compra y venta son seres humanos. Por lo tanto, hay emociones involucradas, y en escenarios extremos (una crisis como la actual por ejemplo), la existencia de un fuerte componente emocional puede determinar que el precio de mercado se aleje de sus valores fundamentales, ofreciendo oportunidades interesantes para quienes pueden identificarlas.
Entonces ¿Sirven los valores fundamentales? Si sirven. ¿Son absolutos? No son absolutos, pero nos dan una buena idea de hacia donde debería dirigirse el mercado en el tiempo. Según se puede ver en el cuadro que sirve de base para este post, tomando como referencia del mercado la cartera del índice selectivo, el mercado estaría negociando con un descuento promedio respecto a sus valores fundamentales cercano al 43%. Esto equivale a una potencial subida en el mismo porcentaje que se alcanzaría de acuerdo a la metodología de cálculo en un año. Con estos datos, en los cuatro meses que faltan para terminar el año podríamos esperar un rendimiento del mercado cercano al 13%, a lo que habría que agregar el rendimiento de 4.31% alcanzado hasta agosto para determinar el retorno total esperado en el 2012.
Para terminar solamente incidir en lo siguiente. Quien usa este enfoque debe tener clarísimo que está invirtiendo en largo plazo. Yo recomiendo complementar el análisis con el enfoque de la Escuela Técnica (en otro post me ocuparé de este enfoque). En mi opinión, ambos deberían ser complementarios, y no excluyentes. Por último, si alguno de ustedes se siente tentado en invertir en alguna de las acciones que de acuerdo al cuadro muestran potencial apreciaciones inusualmente altos, les sugiero hacer un análisis más profundo y estudiar la probabilidad que dicho “upside” se cumpla dentro del horizonte de tiempo que su estrategia contempla.