Demasiado bueno para ser verdad...
Estaba pensando sobre qué tema escribir en este post, y se me ocurrió hacer el siguiente ejercicio. Tome una muestra de 10 acciones que son parte del IGBVL, y calculé la variación acumulada de cada una de ellas en lo que va del año (Rendimiento del periodo), resultado que muestro en el cuadro a continuación:
Es indudable que hay acciones cuyas cotizaciones muestran incrementos bastante atractivos en lo que va del año, no se puede negar. Sin embargo, si nosotros quisiéramos hacer un análisis de los retornos de estas acciones para determinar cuál hubiera sido la mejor inversión si hubiésemos comprado alguno de estos valores el 30.12.2011, y los hubiésemos mantenido hasta el 12.10.2012, resulta que esta información estaría incompleta, pues no estamos considerando un elemento importante en todo proceso de decisiones. No estamos considerando el riesgo. Estos retornos, tal como están presentados no son comparables, pues no es igual invertir en Panoro (PML) que es un proyecto cuyos flujos futuros son difíciles de estimar y que encabeza la lista de retornos de nuestro cuadro, con por ejemplo Unión Andina de Cementos (UNACEMC1), una empresa madura, con una demanda y flujos de caja factibles de ser estimados, pero cuya acción muestra un retorno que es aproximadamente la mitad de la primera. Para evitar enredarlos con los números, se los voy a poner muy simple con números hipotéticos que solo los utilizaré para este ejemplo. No es lo mismo ganar 20% invirtiendo en PML, que ganar ese mismo 20% invirtiendo en UNACEMC1. La razón es muy sencilla, el riesgo que asumimos al invertir en PML es mucho mayor, que el riesgo que asumimos al invertir en UNACEMC1. Me pregunto, cuántos de nosotros somos conscientes del riesgo al momento de realizar nuestras inversiones, o cuántos de nosotros simplemente nos cegamos, y hacemos caso omiso al riesgo de la inversión cuando nuestro operador de Bolsa nos cuenta que tal o cual acción “podría” subir X%.
Para hacer los retornos comparables, debemos ajustar el rendimiento obtenido por el riesgo de invertir en cada una de estas acciones. Una forma de hacerlo es calculando lo que se conoce como el Ratio de Sharpe. Este indicador nos muestra cuanto ganamos por unidad de riesgo asumido. Entonces si utilizamos el ratio de Sharpe para comparar el performance de las acciones del cuadro que les presenté inicialmente, y los ordenamos de mejor a peor (a mayor Ratio de Sharpe, mayor compensación por unidad de riesgo), entonces tendremos lo siguiente:
Como pueden ver, Panoro, que antes encabezaba la lista, ahora está en cuarto lugar. Rio Alto y UNACEMC1 se mantienen en sus posiciones, y Trevali que antes estaba en cuarto lugar, ahora está en noveno lugar. ¿Qué pasó? Simplemente incorporamos el riesgo en nuestro análisis, y resulta que lo que antes parecía muy bueno, ahora no lo es tanto.
Es verdad que suena muy bien un retorno de 70%, 100% o 150%, la pregunta es ¿estamos preparados para soportar pérdidas de 50%, 70% o 90%? No piensen que esto no puede pasar. Cuando se invierte en capital de riesgo (en nuestra Bolsa el segmento de capital de riesgo está representado por las mineras junior) pérdidas de tal magnitud son posibles. Un ejemplo: Candente (DNT) en lo que va del año acumula un retroceso de 56.7%.
Para terminar, dos consejos muy simples. Primero, sean consistentes con su perfil de riesgo, y no tomen riesgos para los que no están preparados. Una frase muy sabia de W. Buffet nos dice “a menos que puedas ver caer tus acciones en 50% sin que te cause un ataque de pánico, no deberías invertir en el mercados bursátil”. Parafraseando al señor Buffet, humildemente yo propongo la siguiente expresión: “si no estás preparado para ver caer tus inversiones en 50%, no deberías invertir en capital de riesgo”.
Segundo, siempre utilicen una medida objetiva para evaluar el performance de su portafolio o cartera. El Ratio de Sharpe es una de las medidas más conocidas y aplicadas, pero hay otros. No basta compararse con un índice para saber si lo están haciendo bien, pues como la composición de su cartera muy probablemente será diferente a la composición del índice, el riesgo asumido también será diferente, y los resultados no necesariamente serán comparables.