¿Por qué invertimos?
Mientras el mercado local sigue retrocediendo, me gustaría aprovechar este post para hacer nuevamente una reflexión. Al final espero tranquilizar a los pobres inversionistas atormentados que ven caer el valor de sus inversiones. Mi punto es el siguiente, ¿tenemos todos claro por qué y para qué invertimos? Antes de seguir, les pediría que piensen un poco y respondan esta simple pregunta.
Solo en caso alguno de ustedes haya respondido (a su yo interno) que la razón de invertir es una tasa de rendimiento, debo aclararles que una rentabilidad esperada no es un objetivo de inversión en sí mismo. Para explicar esto, creo necesario enmarcar el proceso de inversiones dentro de un concepto más amplio, el de las Finanzas Personales y específicamente el planeamiento financiero.
Así es, de la misma forma que un Gerente Financiero hace el planeamiento para una empresa, nosotros podemos hacer el planeamiento financiero de nuestra vida. Dentro de este proceso, el primer paso y punto de partida es hacer un diagnóstico de nuestra situación actual. En este punto, encontraremos que como cualquier empresa, nosotros tenemos activos y pasivos. Es decir, poseemos bienes (casa, auto, acciones, bonos, etc.) y le debemos dinero a otros (bancos, tiendas comerciales, amigos, etc.), y de la misma forma que una empresa, tenemos ingresos (sueldos, dividendos de acciones, intereses de depósitos, etc.) y egresos (cuentas que pagar, gastos de alimentación, gasto en diversión, etc.). Como ven, nuestra vida financiera se asemeja a la de una empresa, luego es posible planear nuestro futuro.
Antes de continuar al siguiente paso dentro del planeamiento, deseo hacerles una nueva pregunta. ¿Saben ustedes cual es el activo más valioso que tenemos? Acaso será nuestra casa, el Meche que está en la cochera, tal vez las acciones en que invertimos… Pues no señores, el activo más valioso que tenemos somos nosotros mismos, es lo que llamamos “capital humano”. Tengamos en cuenta que nosotros, debido a nuestros estudios, experiencia, y otras habilidades, somos una fuente de generación de ingresos.
Paralelamente al capital humano, esta lo que llamamos capital financiero, y este lo desagregamos en dos componentes, el primer componente lo conocemos como activos NO productivos (auto, casa, etc.) llamados de esta forma porque no nos generan ingresos, más bien son fuente de gastos (repuestos, mantenimiento, gasolina, impuestos, etc.). El segundo componente son los activos productivos, y acá están las acciones, bonos, depósitos a plazo, y otros activos en que invertimos. Estos activos si nos generan un ingreso o renta.
Siguiendo con el proceso de planeamiento, luego de conocer nuestra situación actual, el siguiente paso es establecer nuestros objetivos, y este es el punto al que quería llegar. Desde esta perspectiva los objetivos son un poco más complejos que simplemente establecer una tasa de rentabilidad esperada. Cada uno de nosotros puede tener objetivos particulares de acuerdo a su propia realidad. Estos objetivos pueden ser por ejemplo, el financiamiento de la universidad de los hijos, el viaje soñado, un retiro anticipado, una jubilación tranquila y sin sobresaltos, etc. Pero el objetivo principal e implícito en cada uno de nosotros, es lo que llamamos “libertad financiera”.
La libertad financiera es ese punto en el tiempo en que hemos logrado acumular tal nivel de riqueza en activos productivos, que la renta que nos generan cubre nuestros gastos y egresos corrientes. En ese momento, nosotros podemos decidir qué hacer con nuestro tiempo. Como ven, éste y los otros objetivos mencionados son objetivos de largo plazo. A menos que tengamos la suerte de recibir una gran herencia, no se alcanzarán en una semana, un mes, ni siquiera en un año. Y las inversiones que realizamos deben estar calzadas con estos objetivos, tanto en exposición a riesgos como en estructura temporal. Si entendemos este proceso, entonces podremos decir que tenemos claro por qué y para qué invertimos.
Entonces, ¿les preocupa que la Bolsa este bajando? No se preocupen, los mercados son cíclicos, por lo tanto, ya subirá de nuevo. Recuerden que bajo el esquema de las finanzas personales el horizonte es largo plazo. Claro, hubiera sido excelente hacer un rebalanceo oportuno hacia posiciones más defensivas como consumo, servicios, etc. pero si no lo hicieron, ya solo les queda esperar. Mientras inviertan por fundamentos, no deberían preocuparse. Preocúpense si mantienen posiciones que no tienen fundamentos, pues cuando la Bolsa vuelva a subir, esas posiciones no necesariamente subirán.
En mi experiencia veo con frecuencia que los inversionistas quieren tomar atajos en esta carrera por incrementar el valor de sus inversiones, y en ese ejercicio invierten en activos que no están alineados con su perfil de riesgo. Desarrollemos el punto. La implementación del planeamiento financiero requiere como punto inicial coberturar los riesgos, hay que proteger nuestros activos, entre ellos nosotros mismos, pues nada más destruye más un presupuesto que una contingencia como una enfermedad, accidente, muerte, robo, incendio, etc. Hay que tomar los seguros adecuados a fin de minimizar esos riesgos. Luego en el proceso de administración de los activos productivos y generación de la riqueza, hay que tener en cuenta que uno de los factores que determina el perfil de riesgos es el respaldo patrimonial del individuo. En la etapa inicial, cuando el patrimonio todavía es pequeño, no se debería invertir en activos de elevado riesgo.
Lamentablemente en repetidas oportunidades cuando he sostenido reuniones con potenciales clientes, la pregunta casi por defecto es acerca de la rentabilidad que pueden obtener invirtiendo en Bolsa, y cuando se les plantea una propuesta de portafolio que intenta ajustarse a su perfil de riesgo con un retorno acorde con el mismo, la respuesta es “pero en tal acción he ganado 300%”. Entonces debo explicarles dos cosas, la primera que ese retorno no es normal, y probablemente no lo vuelva a tener. Segundo, cuando realizó dicha inversión tomó un riesgo para el cual no estaba preparado, felizmente no sucedió, pero así como ganó, pudo perder bastante dinero.
Para terminar mi consejo es, evitemos los atajos y vayamos ordenadamente hacia los objetivos que cada uno se ha trazado. Hay que invertir por fundamentos, lo cual no quiere decir que no intentemos aprovechar las oportunidades que coyunturálmente ofrece el mercado, precisamente la táctica y los rebalanceos que se implementan periódicamente en los portafolios apuntan a ello.
Finalmente, y esto es totalmente ajeno al tema que he tratado hoy. Los comentarios que gentilmente algunos lectores hacen en este blog, los respondo directamente a sus correos. A veces puedo demorar un poco, pero siempre los respondo. Hago esta aclaración para evitar confusiones, pues algunos lectores me han hecho saber que al no ver las respuestas en la web, piensan que no respondo.