Yo amo el peligro....
Podemos encontrar algunos matices en la clasificación, pero de manera general, se puede identificar tres perfiles de riesgo: conservador, moderado y agresivo. Cada una de estas clasificaciones representa las distintas actitudes que los inversionistas tenemos frente al riesgo. Se me ocurrió escribir sobre esto debido a un comentario que gentilmente hizo un lector a mi último post, entonces me quedé reflexionando sobre aquellos inversionistas que “aseguran” tener un perfil de riesgo agresivo, y me saltó la siguiente inquietud, será que realmente saben lo que significa tener un perfil agresivo frente al riesgo. Más aún, y esto ya de manera general, me preguntaba si todos tenemos claro lo que significa la aversión al riesgo, el cual como sabemos es un supuesto básico de la teoría financiera.
Vamos a empezar en orden, en general podríamos decir que cuando debemos elegir una inversión riesgosa, normalmente vamos a exigir un mayor retorno que nos compense por asumir ese riesgo, y cuanto mayor sea el riesgo que enfrentemos, mayor será la compensación que exigiremos. A ese retorno incremental que exigimos por asumir riesgo, lo llamamos “prima de riesgo”. Y esto explica la relación directa entre riesgo y rendimiento, es decir, a mayor riesgo, mayor retorno o rendimiento exigido o esperado.
El porqué de una prima de riesgo, exigencia natural de cualquier inversionista racional, está en la llamada aversión al riesgo. La aversión al riesgo tiene su explicación en lo que en finanzas conocemos como “el principio de la utilidad marginal decreciente de la riqueza”. Suena complicado, pero no lo es. Les explico, este principio plantea que cada “unidad” adicional de riqueza que obtenemos, generará incrementos en el bienestar o felicidad del individuo, pero que la magnitud de dicho bienestar irá decreciendo (sin dejar de ser positivo) en la medida que vayamos acumulando un mayor stock de riqueza. Dicho en buen cristiano sería algo así como que los primeros S/. 1,000 soles que ganamos, nos generan mayor placer que los segundos S/. 1,000 soles ganados. Ambos generaron placer, pero los primeros nos generaron mayor placer que los segundos, recuerden cuando recibieron su primer sueldo.
En contraposición, la implicancia directa de lo expuesto en el párrafo anterior es que el dolor que nos genera perder una unidad de riqueza, es mayor al placer que nos generaría ganar esa misma unidad de riqueza. Quiero aterrizar esto con un ejemplo bien sencillo. Imaginen la siguiente situación: regresando del sur un medio día de verano se les malogra el carro, la batería de su celular murió por lo que no pueden llamar a la grúa, y nadie, absolutamente nadie se para a auxiliarlos. Es el peor escenario, y con solo S/. 5 en el bolsillo lo único que les queda es empujar el carro, y lo hace por 3 kilómetros hasta llegar al grifo más cercano, donde además de ser auxiliados se compran una limonada frozen con sus S/. 5, lo máximo. Entonces llego yo y les hago una apuesta, tiramos una moneda, si sale sello, invito un segundo vaso de limonada, que con la sed que trae seguramente les generará placer, menor al que generaría el primer vaso, pero seguirá generando placer. Pero si sale cara, me llevo ese vaso de limonada que se acaban de comprar y se quedan con nada. Pueden cerrar los ojos un momento y comparar el placer que les significaría el segundo vaso de limonada versus el dolor que significaría perder el vaso que ya tienen. Entonces nuevamente, el dolor que genera perder una unidad de riqueza (el vaso de limonada en nuestro ejemplo), es mayor al placer que genera ganar esa misma unidad de riqueza. Por eso tenemos aversión al riesgo.
Una forma de entender la aversión al riesgo es percibirla como la tolerancia a enfrentar pérdidas, y efectivamente no todos tenemos la misma tolerancia a enfrentar pérdidas, por ello hablamos de perfil conservador, moderado y agresivo. En este sentido un individuo con un perfil agresivo estará dispuesto a realizar inversiones altamente riesgosas a cambio de los altos retornos que podría obtener de dichas inversiones, inversiones en las que un inversionista con perfil conservador muy probablemente no estaría dispuesto a participar, aún a cambio de los altos retornos ofrecidos. Por ejemplo, un inversionista con perfil agresivo estaría dispuesto a participar en el mercado de Futuros, cosa que un inversionista conservador no haría. Quiero dejar claro que tener un perfil agresivo no exime al inversionista de medir y cuantificar los riesgos que asume, y por lo mismo, no significa que asumirá riesgos innecesarios.
Riesgos innecesarios como por ejemplo concentrar sus inversiones en un título o grupo de títulos altamente correlacionados entre sí, es decir, no diversificar sus inversiones. Aunque no lo crean esta es una práctica frecuente entre algunos inversionistas, y lo peor de todo es que la justifican autodenominándose “agresivos”. Señores, no diversificar un portafolio no es un atributo del inversionista con perfil agresivo, es un atributo del inversionista irracional (desde el punto de vista económico). La agresividad de un portafolio no se mide por la concentración de títulos, se mide por la composición de la cartera. Eventualmente pudieron tener suerte y beneficiarse de la suba espectacular en una acción en la que concentraron fondos, pero eso no deja de ser una práctica poco recomendable, parafraseando al señor Joel Greenblatt, ese tipo de prácticas sería como “atravesar un depósito de dinamita con un fósforo encendido en la mano, tal vez sobreviva, pero eso no quita que sea un perfecto irresponsable”.
La diversificación necesita escala, es decir, montos de inversión que permitan construir un portafolio en forma eficiente desde el punto de vista de costos. Digamos, si usted planea invertir un monto de capital que sólo le permite comprar dos o tres títulos antes que se activen las comisiones mínimas que cobran los intermediarios bursátiles (SAB’s), y que elevará sus costos de operación, yo le recomendaría invertir a través de Fondos. De esta forma, con un capital pequeño tendrá una participación en un portafolio diversificado, que además esta manejado por un grupo de especialistas. Los tipos de Fondos a elegir estará en función a su perfil de riesgo, y la selección de los Fondos en específico, ya obedecerá a un análisis previo que usted deberá realizar, evaluando el track record de los Administradores de Fondos disponibles en el mercado a fin de determinar quienes lo están haciendo bien.
Para terminar, busquen siempre hacer inversiones de manera profesional. El perfil agresivo no es un pretexto para “timbear” su patrimonio, precisamente porque tener un perfil agresivo no significa invertir de manera irresponsable.