Revisando la estrategia....
Y ahora que la Bolsa de Valores de Lima viene acumulando una pérdida de 13.7% en lo que va del año (YTD), como van los portafolios invertidos en la Bolsa local.
En el post del 24.12.2012 (“…Preocúpese por cuál será su respuesta frente al movimiento de los mercados” Parte II), presentamos una estructura de cartera local sugerida. La diversificación del portafolio propuesto estaba planteada tomando como referencia nuestro escenario base para el 2013. Entonces nuestra recomendación era aprovechar la fortaleza que muestra la economía local y seguir invertido en los sectores relacionados a demanda interna (construcción, consumo, servicios públicos, sistema financiero). Así mismo, aprovechar los precios castigados de las acciones del sector minero, pues suponíamos que China mostraría un crecimiento que oscilaría entre 8.2% y 8.5% en el 2013, lo que representaba un mejor escenario para el precio de los metales, y ello a su vez favorecería la recuperación de las acciones del sector minero.
Si bien internamente las cosas vienen evolucionando según lo esperado, en el marco internacional las renovadas preocupaciones por la crisis en la eurozona, así como indicadores de actividad en China por debajo de lo esperado, generaron un comportamiento adverso en el precio de los metales durante los últimos meses, traduciéndose en mayores castigos para las acciones del sector minero, hecho que explica gran parte del resultado negativo que acumula el índice de nuestra Bolsa.
Antes de seguir me gustaría desarrollar algunos conceptos que considero importantes. Cuando se asesora o se administra inversiones hay tres conceptos que se deben tener en cuenta y que están relacionados. El benchmark, la estrategia y la táctica. El benchmark es el referente con el cual nos debemos medir para ver si lo estamos haciendo bien. Se los pongo de esta forma, si yo les digo que mi portafolio de inversiones ha rentado en lo que va del año 40% (por poner algún número), eso no necesariamente significa que lo estoy haciendo bien, porque si en el mismo periodo, el benchmark de referencia rentó 60%, entonces definitivamente yo NO lo estoy haciendo muy bien que digamos.
Para ser consistente, el benchmark debe construirse a partir de la estrategia aplicada en las inversiones. Por ejemplo, si las inversiones son 100% en la BVL, entonces el benchmark de referencia contra el cual medirse deberá ser por ejemplo el IGBVL. Si un porcentaje de las inversiones están alocadas en la BVL y otro porcentaje están en la Bolsa de Nueva York, entonces deberá construirse un índice que replique la estructura de las inversiones en ambos mercados, usando los porcentajes asignados a cada mercado para ponderar los rendimientos del IGBVL y el S&P500 (índices representativos de cada mercado). Así mismo, si una parte de las inversiones están en instrumentos de renta fija, se deberá incluir en la construcción del benchmark, un índice de instrumentos de renta fija y asignarle un peso equivalente a lo que la estrategia ha asignado a estos instrumentos dentro del portafolio.
Como ven hay una estrecha relación entre el benchmark y la estrategia. Creo que lo relacionado al benchmark ya está claro, ahora veamos qué se debería tener en cuenta para elaborar la estrategia. Hay algunos elementos necesarios para construir la estrategia de inversiones. El primero es el perfil de riesgo del inversionista. Como les comenté en el último post (“…Yo amo el peligro” del 29.04.2013), no todos tenemos la misma tolerancia al riesgo, por lo tanto no todos nos sentiremos cómodos con la misma estructura de cartera. También deberemos considerar cual es el objetivo de inversión, recordarán del post “¿Por qué invertimos?” del 15.04.2013, que definir el objetivo de inversión es un poco más complicado que simplemente decir que queremos un alto rendimiento. Con estos dos criterios se puede armar la estructura de clases de activos (bonos, acciones, inversiones alternativas), la selección de los valores en específico según la clase de activo ya obedece al análisis de los fundamentos.
Regresemos ahora al blog del 24.12.2012 a que hice referencia en el segundo párrafo. La estrategia sugerida en dicho blog obedecía a un escenario probable que se sugirió en el mismo post y que he resumido brevemente en el mismo párrafo. La estrategia no cambia todas las semanas, ni siquiera todos los meses. La estrategia es un concepto de largo plazo, pero eso no significa que uno tenga que mantener una posición rígida y estática a lo largo del tiempo, pues como todos sabemos el mercado puede ofrecer oportunidades que si las identificamos, se pueden aprovechar. Entonces surge lo que voy a describir como la “táctica”.
A diferencia de la estrategia, la táctica es un concepto de corto plazo. Busca aprovechar oportunidades del mercado, o evitar caídas en valor de la cartera, para lo cual se implementan rebalanceos “temporales” en el portafolio. La táctica es lo que hace posible que el asesor o administrador de inversiones supere el benchmark de referencia elegido y acordado.
En nuestro caso particular, cuando el escenario externo empezó a alejarse de nuestro escenario base, la táctica que nosotros recomendamos a nuestros clientes aplicar en su momento fue reducir el porcentaje invertido en mineras, al que le habíamos asignado 49%, y salir completamente del segmento de capital de riesgo (mineras junior) donde habíamos recomendado asignar 4% (revisar el post del 24.12.2012 para verificar los datos).
A pesar que las acciones de algunas empresas mineras todavía nos parecen sobrecastigadas, por el momento no parece ser una buena idea tener mucha exposición con estas acciones. En el caso de las mineras junior, lo cierto es que estas acciones tienen una dinámica particular. Presentan lo que podríamos llamar “un mercado de un solo lado”. Es decir, cuando el mercado es alcista y alguna de estas acciones se pone de “moda”, la euforia y la codicia se apodera de los inversionistas, y generan una demanda que se traduce en subidas bruscas en sus cotizaciones. Hay mucha compra, y prácticamente nada de venta. En este momento el lado del mercado que está presente, es la demanda. Mientras que cuando el mercado es bajista o se acaba el entusiasmo, estas acciones se vuelven muy ilíquidas y por lo mismo presentan caídas bruscas y significativas. Ahora solo está presente el lado de la oferta y los pocos compradores que hay piden precios muy por debajo del mercado. Como ven, este tipo de acciones no tiene un mercado profundo. Debido al riesgo que estas acciones involucran, es que en nuestra estrategia solamente le habíamos asignado 4% del portafolio.
Me voy a anticipar a lo que seguramente alguno de ustedes ya está pensando en comentar. Se dice que después de la batalla, todos son generales, y ahora que ya todos sabemos lo que pasó, es muy fácil decir lo que se debió haber hecho. Transparentemente les voy a decir, nosotros en Kevala manejábamos un escenario probable que no se cumplió, y ello nos llevó a recomendar a nuestros clientes rebalanceos temporales a los portafolios sugeridos. Se recomendó asumir una posición más defensiva sobreponderando demanda interna e incrementando la caja por arriba de los niveles usuales.
Acá creo que todos conocemos algo de Bolsa, así que entre gitanos no nos vamos a leer las manos. No pretendo vender humo, las recomendaciones se hicieron entre febrero y marzo según como se fueron desarrollando los precios, incluso los primeros días de abril. Si se toman la molestia de revisar data, verán que no busco impresionar a nadie sosteniendo que se recomendó vender en el mejor momento, o cuando los precios hicieron máximos. Uno nunca puede tener certeza de lo que sucederá mañana, es por ello que siendo que nuestras recomendaciones se hicieron sobre empresas con fundamentos, no se recomendó cerrar completamente las posiciones, simplemente recomendamos reducirlas. Pero ello permitió atenuar de manera significativa el impacto del fuerte retroceso que experimentó el mercado local durante el mes de abril.
Hacia adelante seguimos defensivos. Todavía nos parece una buena idea mantener posiciones en demanda interna, nos gusta mucho sector financiero, y por ahora no pensamos que sea oportuno recomponer las posiciones en minería. Aunque el zinc y el estaño parece tendrán un mejor performance, las perspectivas para el cobre se ha deteriorado. Y sobre el segmento de capital de riesgo (minería junior), debido al riesgo que representan en el escenario actual, definitivamente no nos parece prudente asignar fondos en dicho sector. Probablemente perdamos oportunidades si alguna de estas acciones nos “sorprende”, pero es preferible ser consistente con la estrategia y con la táctica.