Siempre es mejor perder, que PERDER MAS...
”Los mercados pueden mantener su irracionalidad mas tiempo del que tu puedes mantener tu solvencia.” Esta es una frase del señor Keynes que creo aplica como introducción al tema que deseo tratar en este post, ya verán porque.
En varias oportunidades he mencionado el término “stop loss”, y en algunas lo he explicado muy brevemente. Ahora quisiera dar mayor profundidad a su aplicación. Qué es, quiénes deben usarlo si o si, y cuándo es necesario (vital diría yo) usarlo.
A diferencia de lo que la mayoría supone, el stop loss no debería ser considerada la pérdida máxima que un inversionista está dispuesto a asumir. Mejor dicho, uno no debería establecer un stop loss respondiendo la siguiente pregunta: “¿cuánto estas dispuesto a perder?”. Hacerlo de esta forma nos lleva a cometer un error clásico que a continuación explico.
Hay dos grandes verdades de la vida que quienes invierten en Bolsa deben tener en cuenta. Primero, el mercado no se mueve en línea recta (ni hacia arriba, ni hacia abajo). La otra gran verdad es que las acciones que negocian en el mercado tienen dinámica y volatilidades distintas. Entonces, como el mercado no va en línea recta, presenta lo que llamamos “correcciones”, y como las volatilidades de los distintos títulos que negocian en el mercado son distintas, la intensidad de dichas correcciones también será distinta. Más aún, a lo largo del tiempo la volatilidad del mercado y por lo tanto de los títulos cambia. Por lo tanto, si nosotros establecemos el stop loss de manera genérica en función a la pérdida que estamos dispuestos a aceptar (8% por poner un número cualquiera), podríamos estar cerrando una posición de manera incorrecta. En aquellos valores con mayor volatilidad, o en momentos en que el mercado es particularmente volátil, corremos el riesgo de activar el stop cuando el mercado está terminando de “corregir”, lo que significa que nos perderemos el siguiente movimiento en dirección de la tendencia. Una recomendación que siempre hago en los talleres para inversionistas que organizamos en Kevala Advisors es, “dejen que el mercado nos diga dónde poner el stop.”
Si asumimos esta forma de establecer el stop loss, es decir según el mercado, la definición sale por defecto. Diremos que el stop loss es ese nivel de precios en que el riesgo de enfrentar pérdidas con una posición dada es tan alto, que no merece la pena mantenerla, por lo tanto, hay que cerrarla (vender si estamos largos, comprar si estamos cortos).
Ahora bien, el stop loss debería ser la herramienta preferida de aquellos que manejan o realizan inversiones especulativas. Aquellos oportunistas de corto plazo en los mercados al contado, o aquellos que se mueven con palanca (con inversiones por montos superiores al disponible para invertir). Esto último incluye a aquellos que participan en mercados de Derivados como puede ser el de Futuros, o en el caso limeño donde no hay derivados, a quienes se apalancan con Operaciones de Reporte. El stop loss es crítico para este tipo de participantes pues el efecto directo de la palanca es amplificar la volatilidad de los resultados. Esto significa que amplifica las ganancias, lo cual a todos nos gusta, pero lamentablemente también amplifica las pérdidas si el mercado va en una dirección distinta a nuestras expectativas.
Para aquellos de ustedes que especulan en mercados de Futuros con commodities (mercancías como el petróleo, oro, café, azúcar, maíz, etc). El stop loss debería ser parte natural de su estrategia. El stop se debe fijar simultáneamente al precio de entrada, pues en estos mercados los precios pueden presentar reversiones tan bruscas, que en segundos los exponen a pérdidas importantes.
El momento correcto para aplicar el stop loss dependerá de lo que esté haciendo el mercado. Como dijimos antes, el mercado no avanza ni retrocede en línea recta. Por el contrario, durante el movimiento de tendencia (alcista o bajista) hay correcciones, es decir, recortes parciales al avance, o recortes parciales a la caída. Esto le da forma al famoso “movimiento en serrucho” que todos conocemos. Pues bien, el stop loss nunca se aplica en una corrección. El stop se debe activar cuando el mercado nos está confirmando un cambio de tendencia. Si la tendencia está cambiando y tenemos una posición especulativa, y mas aún, esta posición esta apalancada, no lo piensen dos veces, hay que salirse del mercado. Caso contrario sugiero un buen psicólogo que los ayude a superar el daño emocional que esa tenencia con mercado adverso les causará.
Finalmente, se darán cuenta que en este post no he mencionado a aquellos participantes que invierten con horizontes de largo plazo. Ello debido a que la estrategia de este tipo de participantes es totalmente distinta. Estos señores se mueven dentro de los ciclos primarios (ciclos de duración superior al año), y sus decisiones no están basadas en el “ruido” temporal de los movimientos de corto plazo, sino en un enfoque más fundamental. Por ello, el retroceso que pueden experimentar las cotizaciones de un título con “buenos fundamentos”, para este tipo de inversionistas es más bien una “oportunidad de compra”. Estos señores no cierran posiciones cuando las tendencias de corto plazo (ciclos terciarios) no le son favorables, pues como ya se dijo, su estrategia está basada en los movimientos de largo plazo.