El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional...
Diversificación y rebalanceo son dos conceptos importantes en la gestión de nuestras inversiones. De ambos términos, estoy seguro que por lo menos el primero lo usamos mucho para aconsejar a nuestros amigos o conocidos, a quienes repetimos casi religiosamente “debes diversificar”. Me pregunto cuántos lo aplicamos correctamente. Creo que es una reflexión valida en el contexto actual, con la BVL retrocediendo 22.97% en lo que va del año (YTD).
Para entender el sentido de la diversificación permítanme recordándoles algo que ya antes he mencionado. Al momento de empezar las inversiones nosotros debemos tener muy claro cuál o cuáles son nuestros objetivos, es decir, qué buscamos o para que nos servirán los fondos que estamos invirtiendo. Esto es importante porque a partir de nuestros objetivos, establecemos nuestro horizonte de inversión, y a partir de ello, siempre tomando en cuenta nuestro perfil de riesgo, diseñamos la estrategia de inversiones.
Queda claro pues que la estrategia de inversiones es un concepto de largo plazo, y el resultado es un portafolio o cartera de inversiones cuya estructura o composición debe estar alineada con nuestros objetivos y nuestro perfil de riesgo. Acá debo ser muy claro, si alguno cree que tiene un portafolio diversificado porque ha elegido 4, 5 ó 6 acciones de la Bolsa de Valores de Lima, debo decirle que lamentablemente ello no califica como un “portafolio” de inversiones, y mucho menos un portafolio diversificado.
Un portafolio de inversiones diversificado debe contener las cuatro clases de activos: renta fija o bonos, renta variable o acciones, activos alternativos (commodities, real estate, entre otros), y money market. El porcentaje de cada una de estas clases de activos, y las características de los activos particulares que la compongan obedece a la estrategia. Pero todavía hay mas, la elección de los activos debe hacerse en función a los fundamentos “globales”. Se dan cuenta que no estoy limitando la composición del portafolio a activos peruanos. La diversificación completa no se limita a una distribución por activos, también debe diversificarse globalmente, y hacer una asignación según los fundamentos regionales en las economías del mundo que mejor lo están haciendo.
Ese “portafolio” de 5 ó 6 acciones en la BVL que muy probablemente tendrá un sesgo minero en su composición, no solo está expuesto a riesgos específicos, también concentra riesgo Peru, y a estas alturas intuyo que no lo está pasando muy bien. Un portafolio diversificado globalmente habría reducido el impacto del retroceso de la BVL. Mas aún, y acá es donde interviene la idea del “rebalanceo”. Siendo la Bolsa local predominantemente minera, un escenario como el que caracterizó el mercado de commodities mineros durante el año, a raíz de la desaceleración de la economía China, alertaba un desenlace como el que estamos viviendo. En dicho escenario, correspondía un rebalanceo del portafolio. Por ejemplo, dentro del porcentaje asignado a acciones, reducir la exposición a Peru y sobre ponderar otros mercados con mejor comportamiento esperado, hubiera sido aconsejable (EEUU, Japón, o Alemania por ejemplo). Como ven, la idea de estrategia de largo plazo no significa que nos vamos a quedar sentados esperando que el portafolio se destruya. Dependiendo de coyunturas particulares, se hacen rebalanceos tratando de aprovechar oportunidades, o evitar eventos desfavorables. Esto es lo que se llama una gestión activa.
La diversificación global es la forma correcta de administrar sus inversiones. Pero seamos realistas, con montos pequeños no es posible hacerlo, tanto por temas operativos como por costos. Un patrimonio pequeño no es excusa para una mala gestión de las inversiones. Al inicio, mientras se va construyendo el patrimonio personal, mi recomendación siempre será invertir a través de Fondos Mutuos. Si el monto es muy pequeño, tal vez tengamos que limitarnos a los Fondos locales, pero en la medida que se va ganando escala se puede dar el salto hacia una diversificación regional. A nivel internacional hay una gran variedad de alternativas para hacerlo. El cuadro a continuación es solo un pequeño ejemplo de las opciones que hay. Solo como referencia en las columnas de la derecha muestro los rendimientos promedio anuales obtenidos durante los últimos 10 años y 3 años por estos fondos. Me parece que no lo han hecho tan mal.
Con estos Fondos pueden tener una diversificación con bajos costos (más eficiente), y acceso a muchos más activos. Para que tengan una idea, cualquiera de estos Fondos puede tener en su portafolio, más de 100 activos. De esta forma evitan la concentración y al mismo tiempo reducen el riesgo de estar expuestos a riesgos específicos (volatilidad de los metales, malos resultados de empresas, entre otros), y también reducen la concentración regional. Más adelante, en la medida que su patrimonio va creciendo, ya les será posible ir directamente al mercado a comprar acciones, bonos u otros instrumentos según sus características como inversionista.
Cuando se trata de construir riqueza no hay atajos, es un proceso de largo plazo que hay que realizar en forma ordenada, disciplinada y profesional. No es un sorteo ni una lotería, y no debemos dejar que el azar defina nuestro futuro financiero. Tenemos que ser sinceros con nosotros mismos, y si no estamos en capacidad de hacerlo de manera personal, delegar la gestión a un asesor profesional.