Las acciones no lo son todo...
Hace algunas semanas hice referencia al concepto de diversificación, y en dicha oportunidad propuse que un portafolio bien diversificado debería incorporar las cuatro clases de activos: renta variable (acciones), renta fija (bonos), activos o inversiones alternativas (commodities, real estate, entre otros) y lo que llamamos money market (sustitutos de efectivo). Hago esta referencia porque en este post quiero romper una idea que algunos “inversionistas Bolseros” la asumen casi con fe religiosa. Créanme que cuando he conversado con algunos inversionistas, y les he manifestado la necesidad de incorporar bonos en su portafolio me respondieron, “No, la renta fija es aburrida!!!”
Observen el siguiente cuadro. En él mostramos los retornos promedio de los últimos 10 años para distintas clases de activos en distintas regiones del mundo, y los ajustamos por riesgo aplicando el ratio de Sharpe. Utilizo el ratio de Sharpe para poder hacer comparables los retornos de estos instrumentos. Recuerden que ganar 20% en acciones no es igual a ganar 20% en bonos, pues ambos instrumentos tienen distinto nivel de riesgo, y los bonos son relativamente menos riesgosos. Por ello, el que invirtió y ganó 20% en bonos está recibiendo mayor retorno por cada unidad de riesgo asumido, que el que lo hizo en acciones.
Notarán para sorpresa de muchos que en los últimos 10 años, renta fija en países emergentes (RF EM) muestra el mayor ratio de Sharpe, lo que significa que considerando el riesgo, es el que mayores retornos ha generado. Observen como renta variable en el mundo (RV mundo), en EEUU (RV US), en países desarrollados sin EEUU (RV DM ex-US) y en países emergentes (RV EM) presentan durante el horizonte de análisis retornos ajustados por riesgo bastante menores. Conclusión: La renta fija no es tan aburrida.
Lo que probablemente muchos no están considerando es que con bonos, al igual que con acciones, también es posible hacer ganancia de capital. Muchos creen que al invertir en bonos, solamente recibirán los intereses (cupones) que paga y ahí acaba la historia, pero no es así. Permítanme aclarar el punto.
Cuando ustedes compran un bono, en la práctica están comprando una promesa de pagos futuros. Como es dinero en distintos momentos en el tiempo, para saber cuánto vale ese flujo de dinero hoy (precio del bono), deben traerlo a valor presente, y para ello deben utilizar una tasa de interés. Acá hay dos conceptos que no debemos confundir, uno es la tasa cupón que generalmente es fija y es el interés que el emisor del bono se compromete a pagar a quien lo posea, y otra cosa muy distinta es la tasa de mercado, que es la que utilizamos para traer a valor presente los flujos del bono (intereses mas capital) y que fluctúa en función a distintos factores: política monetaria, riesgo país, riesgo del emisor, etc. Entonces, por simple matemática, si la tasa de mercado sube, el precio o valor presente de todos los flujos de pago futuros disminuirá, y si la tasa de interés de mercado baja, el precio del bono se incrementará. La magnitud del impacto en el precio frente a un cambio en la tasa de interés de mercado dependerá entre otras cosas del plazo de vencimiento del bono. A mayor plazo, mayor sensibilidad y viceversa.
Esto es lo que permite hacer ganancias (o pérdidas de capital). Entonces, así como al invertir en acciones el retorno total esta dado por los dividendos que paga el emisor y la ganancia (o pérdida) de capital en función al precio de compra y precio de mercado de la acción. Al invertir en bonos, el rendimiento total depende del los intereses que paga el emisor del bono (cupones) y la ganancia (o pérdida) de capital, lo cual estará en función a cómo se mueve la tasa de interés de mercado después de la fecha de compra del bono. Algunos de ustedes que invirtieron en Fondos Mutuos de renta fija y que pensaron que por ser “renta fija” nunca iban a perder dinero, entenderán ahora porque el valor cuota de su inversión oscila y en determinados escenarios incluso pudo perder valor.
Ahora que ya todos entendemos un poco más de la inversión en bonos, veamos cómo está el escenario global para el mercado de estos instrumentos. En enero sale B. Bernanke de la Reserva Federal en EEUU, y la nominada para sucederlo es Janet Yellen. Aunque existe un creciente consenso con relación a lo inapropiado que sería mantener los niveles actuales de QE por mucho tiempo mas, el perfil “dovish” de Yellen plantea la posibilidad de un alargamiento del tiempo que la FED mantendría el estimulo monetario, o un ritmo de disminución de dicho estimulo menor al esperado. En cualquiera de los dos casos, pienso que el mercado esperaría que en algún momento durante el primer semestre del próximo año se inicie el famoso “tapering”, con lo que podríamos tener una presión al alza de las tasas de interés en EEUU.
Visto de esa forma nos mostramos cautelosos frente a bonos del tesoro americano. Tampoco estamos positivos para deuda soberana en Europa y Japón. Los bonos del gobierno en países emergentes se muestran un tanto mas interesantes, sin embargo sería recomendable aquellos nominados en USD, pues ante la posibilidad del cambio en la política monetaria en EEUU, el tipo de cambio podría perjudicar temporalmente las inversiones en monedas locales.
Los bonos de alto rendimiento (high yield bonds) en EEUU nos parecen una mejor alternativa en este momento. Estos bonos pagan un mejor rendimiento por no ser grado de inversión. Sin embargo, un contexto de crecimiento bastante aceptable y buena posición financiera de las empresas los convierte en una inversión con retornos atractivos. Una ventaja adicional en el escenario actual de tasas posiblemente al alza es la menor duración (plazo de vencimiento) de estos bonos.
Como siempre espero haberles proporcionado un enfoque adicional a sus inversiones, y como ya alguna vez les mencioné, estoy a su disposición para comentarios y consultas, las cuales siempre respondo directamente a sus correos personales.