Compre cuando baja, venda cuando sube...
Parece sencillo, pero si reflexionamos un poco sobre nuestra actitud y comportamiento frente al mercado, notarán que usualmente se suele hacer exactamente lo contrario. La explicación: el miedo y la codicia. El miedo nos puede hacer vender en el peor momento (cuando las acciones han caído) y la codicia nos puede hace comprar cuando los precios ya han subido.
Hago la reflexión porque ahora mismo podemos ver en el mercado local precios deprimidos en muchas acciones. Sin embargo, observo mucha resistencia por parte de algunos inversionistas para tomar posiciones. Me encuentro con amigos que me expresan su pesimismo argumentando que la economía no se recuperará, y sobre ese razonamiento se resisten a entrar al mercado. No los culpo, los prejuicios cognitivos como el “sesgo de disponibilidad” se hacen más evidentes en estos momentos, y es precisamente la materialización de estos aspectos emocionales lo que hace difícil la inversión en Bolsa. Bueno, nadie dijo que esto sería fácil, de hecho si fuese fácil yo no tendría trabajo.
No les voy a decir que es el mejor momento para comprar porque sonaría a vendedor de humo. Pero si voy a mencionar algo que creo antes ya se los había planteado. Desde un enfoque de gestión patrimonial, la inversión en acciones (renta variable) es largo plazo. Bajo esta premisa, si ahora les digo que hay precios castigados, que hay oportunidades, obvio no estoy pensando en tomar ganancias la próxima semana, tampoco estoy pensando en entrar al mercado agresivamente e invertir toda la caja disponible. Pero si estoy pensando (y de hecho lo estoy aplicando) en tomar posiciones de manera gradual en aquellos papeles donde hay fundamentos, aprovechando la coyuntura o algún ruido de mercado que induzca sobre castigos temporales en las cotizaciones. Es importante hacerlo de manera gradual porque efectivamente (y acá si estoy de acuerdo con muchos de ustedes) los precios podrían retroceder algo mas. Pero siempre que haya fundamentos, ello representa una oportunidad. Es una mala estrategia esperar los mínimos de mínimos. No les quiero quitar mérito, pero si alguna vez lograron comprar exactamente en el punto de inflexión de los precios, fue suerte. Les aseguro que de manera consistente no lo van a poder hacer.
Mi base para sustentar lo que argumento en este post es el carácter cíclico y ciclotímico de los mercados. Ustedes expertos y curtidos inversionistas saben que el mercado es cíclico, tiene avances y retrocesos. El problema es que no sabemos cuánto duran estos ciclos. Les pongo un ejemplo, el S&P500 ya tiene 6 años de fase alcista desde el 2009 y parece que dicho movimiento continuará todavía un poco mas. Anterior a este ciclo, la última tendencia alcista que siguió a la crisis de las punto.com duró solo 5 años. Los movimientos bajistas de dichos ciclos también tuvieron duraciones disimiles. La crisis tecnológica generó un retroceso de casi 3 años, mientras que la crisis hipotecaria produjo una tendencia bajista de poco menos de año y medio. Como ven la duración de los ciclos no es una regla, no la pueden calcular matemáticamente, no se lo dirán las cartas astrales, ni su chaman favorito. Por eso tenemos que ir tomando posiciones graduales, tratando de anticipar la reversión sobre la base de las herramientas disponibles (Análisis Fundamental y Análisis Técnico) y rebalanceando los portafolios según cómo se presentan las coyunturas particulares (Gestión Activa).
Los mercados también son ciclotímicos. En psicología la ciclotimia describe un trastorno bipolar caracterizado por estados de ánimo muy positivos que se alternan con estados extremadamente negativos. Y el cambio de una tendencia alcista a una tendencia bajista es precisamente un cambio en el estado emocional del mercado, de optimista a pesimista. Lamentablemente no podemos modelar estadísticamente las emociones humanas, y ello suma a la dificultad de anticipar la duración de los ciclos.
Entonces señores, lo que pienso es que el mercado ha interiorizado el escenario de desaceleración económica del 2014, y ello tiene los precios donde están. Factores globales relacionados a China y Europa generarán volatilidad en el mercado. La pregunta del millón de dólares es cuando el mercado se dará la vuelta. Como no podemos establecerlo con precisión matemática, debemos ir armando las posiciones basados en los sectores donde vemos fundamentos y oportunidades (por un sobre castigo del mercado). Así como les dije que la inversión en renta variable es largo plazo, también es una cuestión de paciencia y saber esperar. Éxito en sus decisiones…