Inversiones globales del tercer tipo
Voy a completar la asignación de inversiones que propuse en el último post (“Disciplina no significa necedad” del 02 de marzo de 2015). En realidad mi intención en dicha publicación era advertir que al no cumplirse los supuestos que se manejaban hacia el cuarto trimestre del año pasado sobre la economía local, los precios de las acciones en la Bolsa de Valores de Lima tendrían que alinearse con un escenario de recuperación económica mas lenta de lo esperado, y la amenaza de nuevas revisiones a la baja en el crecimiento proyectado para el 2015. Con todo ello, mas la proximidad de un proceso electoral y su cuota natural de incertidumbre, la verdad no veo por donde los precios en la Bolsa local podrían subir este año.
Dado ello, mi recomendación era rebalancear los portafolios reduciendo renta variable (acciones) en Perú, y sobre ponderar mercados desarrollados. Para completar el cuadro, y a pedido de un amigo lector voy a ponerles mi posición sobre renta variable en mercados emergentes. Básicamente veo oportunidades en Asia emergente, cuyas economías se beneficiarán de la recuperación esperada de la economía Japonesa, y de las políticas expansivas de este país. India es uno de los mercados que destaco en este bloque, con una economía que viene creciendo a tasas superiores a las de China (entre 7.7% y 8% esperado para los próximos años). No estoy positivo para emergentes LATAM donde economías como Brasil pasan por fases de desaceleración y tasas de inflación relativamente altas.
Pero una cartera diversificada no solo está comprendida por acciones, este es solo una clase de activos. Un portafolio bien diversificado idealmente debería incluir otras clases de activos también. Entonces, veamos cómo se nos presenta la renta fija, y los commodities. Estoy neutro para bonos de gobierno en países desarrollados. Por un lado, la política monetaria en EEUU tenderá a subir los los rendimientos y por ende bajar el precios de los bonos, mientras que en el bloque europeo la tendencia es a aplanar la curva de rendimientos con retornos que ya están bastante bajos. En este contexto lo que sí parece atractivo aún es la deuda corporativa de alto rendimiento en EEUU. En países emergentes la deuda soberana en moneda local sufriría el efecto adverso de la depreciación de sus monedas frente a la fortaleza del dólar.
Por su parte los commodities mineros seguirán la ruta que ya hemos visto el año pasado. No esperamos crecimiento en metales preciosos, el oro seguirá oscilando lateralmente con mínimos cercanos a los USD 1150 la onza. Los metales industriales muy relacionados con la actividad económica en China tampoco registrarían crecimiento durante el año, y la fortaleza del dólar es un factor que usualmente juega en contra para esta clase de activos.
Por clases de activos, nuestra asignación estratégica sigue sobre ponderando la renta variable, aunque la estructura puntual del portafolio siempre dependerá del perfil particular de cada inversionista y de sus objetivos de inversión. Nuestra posición en renta fija es conservadora tomando en cuenta la tendencia de las políticas monetarias en el mundo, y por ahora preferimos tener muy poca exposición a activos relacionados a commodities mineros. Por bloques económicos, nuestra asignación en renta variable pondera mercados desarrollados y de manera muy selectiva en emergentes asiáticos, mientras que en renta fija preferimos la deuda de alto rendimiento en EEUU.
Mi consejo es que vean las inversiones de manera global. Percibo mucho pesimismo por parte de algunos inversionistas que toman como referencia la Bolsa de Lima, la cual ciertamente ha venido cayendo en los últimos años, y contra todo lo que muchos quisiéramos, éste muy probablemente no sea el año de la recuperación (me puedo equivocar pero es mi posición). Entonces porque asumir una actitud pasiva y limitarnos a lamentar la “mala suerte” de estar en un mercado que no sube. Bueno señores, como le decía a un grupo de inversionistas en una charla que ofrecí la semana pasada, la mala suerte no existe, lo que existe son las “malas decisiones”. En los mercados globales hay oportunidades que no las están aprovechando. Y aunque es verdad que la ganancia de capital de fuente extranjera tiene una tasa de impuestos mayor a la que se genera localmente, que importa pagar un poco mas de impuesto si al final estamos ganando y revalorizando el patrimonio…