La mala suerte no existe, existen las malas decisiones…
Ya para cerrar el año se me ocurrió que sería interesante hacer una pequeña reflexión, así que este será un post breve, no muy largo, pero espero que de contenido significativo para todos nosotros.
Para ello debo hacer hincapié en algo en lo que yo siempre insisto cuando converso con inversionistas, con clientes, o en los seminarios de Finanzas Personales que dicto: “la mala suerte no existe, existen las malas decisiones”. Tal cual señores, si los resultados no son lo que hubiéramos querido, no necesariamente es mala suerte, generalmente la causa es una mala decisión, o una sucesión de malas decisiones. Y los únicos responsables por las decisiones que tomamos, somos nosotros mismos, nadie más!!!
Si por ejemplo en la etapa de retiro o jubilación no tenemos el respaldo financiero necesario para vivir una vejez financieramente tranquila, es muy probable que ello se deba a que durante la etapa de trabajo y acumulación (entre los 24 y 65 años), no nos preocupamos por construir ese patrimonio que nos sirva para respaldar el objetivo de una jubilación tranquila. No es mala suerte, no es que el mundo nos odia, ni es culpa de los ricos, es simplemente que cuando tuvimos oportunidad de hacerlo, no tomamos las decisiones correctas.
Si el resultado de nuestras inversiones durante el año no fue bueno, no necesariamente es mala suerte. Evaluemos primero porque los resultados no nos acompañaron. Acá uno de varios puntos a considerar, ¿está nuestro portafolio adecuadamente diversificado? Cuando hablo de diversificación no solamente hablo de clase de activos (acciones, bonos o activos alternativos), también hablo de diversificación global. El mundo es ancho y NO es ajeno, bueno, es ajeno para quien voluntariamente se quiere excluir. Así pues, respondiendo esa simple pregunta encontrarán una buena parte de la explicación al resultado de sus inversiones este año. Como ven, no es mala suerte, es la decisión que en algún momento tomaron sobre dónde y cómo invertir su patrimonio.
Si su asesor les dijo, tal o cual acción no va a subir, los fundamentos vigentes para tal sector no favorecen una recuperación en los próximos “n” meses o años, peor aún, es probable que siga bajando, pero ustedes “decidieron” mantener la posición porque “en alguuuuun momento volverá a subir”. Otra vez, no es mala suerte, es el resultado de la decisión que cada uno tomó, y sobre este punto ya antes he mencionado lo peligroso y poco profesional que es invertir en base a “esperanzas”.
Creo que no tiene sentido que siga dando ejemplos, pero sí los invito a reflexionar sobre la forma en que vienen gestionando su patrimonio, nadie mejor que nosotros sabe lo que estamos haciendo. Si las cosas no han ido bien, es bueno preguntarse porqué, qué es lo que no está funcionando, que es lo que no estamos haciendo bien. En un entorno global y local como el actual, donde la volatilidad es la característica saltante, no solamente es importante elegir la clase de activos y los mercados donde es oportuno participar. También es importante administrar los riesgos, porque a veces entre estar y no estar, es mejor no estar. Si saben a qué me refiero.
Empieza un nuevo año, la volatilidad de los mercados seguirá acompañándonos. Les ofrezco para el próximo post presentarles nuestra estrategia en base a cómo vemos los fundamentos globales (y locales) para el próximo año. Por ahora les dejo como tarea analizar fríamente lo que han hecho durante el año que termina, si están satisfechos con los resultados, sigan así. Pero si no es el caso entonces evalúen objetivamente que cambios deben hacer. Si quieren resultados distintos no pueden seguir haciendo lo mismo. Si quieren resultados distintos tienen que cambiar la forma en que vienen gestionando sus inversiones, pues es claro que no está funcionando, es así de simple.
Finalmente, recordarles algo que para mí es muy importante que todos lo tengamos claro. En la gestión de patrimonios, construir riqueza es un proceso de largo aliento y no admite atajos. Olvídense del dato, de la inversión espectacularmente rentable que los hará millonarios en una semana, un mes o a la vuelta de la esquina, eso no existe señores. Invertir de esa forma es poco serio, y tarde o temprano los hará lamentar la decisión tomada.