Como dijo el célebre filósofo Chespirito, “Que no panda el cúnico…”
Para todos era claro que la volatilidad de los mercados financieros continuaría este año, pero creo que para algunos de nosotros, la volatilidad que se ha observado durante el primer mes del año ha superado nuestras expectativas.
Con el nuevo año se reavivaron viejos temores en torno a la desaceleración de la economía China y su impacto sobre el crecimiento económico global, a lo que se sumó la preocupación por las consecuencias que mayores retrocesos en el precio del petróleo pudieran tener en economías como la Rusa, y de manera general, nerviosismo frente a la posibilidad que los bajos precios de los commodities pudiera afectar a las economías emergentes, al punto de poner en riesgo la débil recuperación de las economías desarrolladas. El resultado, la aversión al riesgo se ha disparado, los inversionistas han buscado refugio en Bonos del Tesoro de EEUU y oro, con lo que el rendimiento del UST10Y ha bajado a 1.86%, y el precio del oro ha subido a 1,174 USD/oz.
Me puedo estar equivocando, pero en serio pienso que los mercados han sobrereaccionado. A continuación les expongo mis argumentos. Con relación a las economías emergentes, pienso que éstas han evolucionado en los últimos años, ya no son el polvorín que eran antes. En su mayoría poseen niveles suficientes de reservas como para enfrentar escenarios de volatilidad, al mismo tiempo que ahora son economías un tanto más diversificadas. Con relación a las economías desarrolladas, más allá de algunos indicadores de actividad que han decepcionado al mercado, me parece que la economía de EEUU sigue dando muestras de consolidación, la solidez del mercado laboral seguirá fortaleciendo la confianza del consumidor, y sobre dicha base la demanda interna debería darle soporte a esta economía para enfrentar nuevas subidas a su tasa de referencia. Pienso que el mensaje de la Reserva Federal en el sentido que nuevos incrementos a su tasa referencial estará condicionados por la evolución de los indicadores económicos, nos ofrece la tranquilidad suficiente para entender que si existiese riesgo de una desaceleración o reversión del ciclo, la política monetaria se ajustará y anticipará a tal escenario. Las economías de la EuroZona por su parte mantendrían un comportamiento similar al observado en 2015, crecimiento modesto, inflación baja, mercado laboral recuperándose (más lento de lo que desearíamos, pero bueno…), y sobre todo contarán con el apoyo y respaldo del BCE.
Sobre este enfoque nuestra estrategia sigue ponderando en este año la renta variable. No sin antes dejar de advertir que la volatilidad que hemos observado en el primer mes podría ser la característica dominante los próximos meses. Frente a ello pienso que los inversionistas se volverán poco tolerantes a las pérdidas y debido a ello ajustarán sus parámetros de stop loss, cortando pérdidas frente al riesgo de posibles reversiones con mayor rapidez que el año pasado. Hecha la aclaración pienso que EEUU todavía ofrece oportunidades, aunque ahora estoy un poco más cauto con respecto al S&P500. Tengo la idea que el índice podría estar desarrollando un mercado lateral, por lo que no espero una apreciación importante del índice para el año. Sin embargo si veo oportunidades sectoriales, específicamente me gusta el sector salud, sigo positivo para consumo discrecional, y me parece que debido al escenario global invertir en empresas con poca exposición a mercados globales y mayor dependencia de la economía interna sería una estrategia prudente. La Zona Euro seguirá ofreciendo oportunidades, Alemania como motor del bloque, además de Italia y España que también se ven bien. Entre las economías emergentes algunas se encuentran bastante castigadas debido a la volatilidad reciente, y ofrecen oportunidades puntuales, caso Malasia, Filipinas, India. Solamente advertir que debido a la exposición de Malasia al precio del petróleo podría ser una inversión riesgosa y sería necesario un “tacto muy fino” para operar ese mercado.
De vuelta al barrio, debo ser sincero con todos y probablemente voy a romper muchos corazones. Para mí (y es una opinión personal y me puedo estar equivocando) esta última subida que hemos observado en la Bolsa local no es más que la corrección de una tendencia bajista, la cual todavía no ha dado señales de cambio, por lo tanto deberíamos esperar que en algún momento los precios retomen el movimiento en dirección a la tendencia principal, o sea, bajistas. En qué me baso, simple, los fundamentos no han cambiado, la crisis de confianza no se ha revertido. La confianza empresarial ha tocado mínimos, frente a ello no espero recuperación de la inversión privada en el corto plazo, no espero que se recupere el ritmo de contrataciones de personal, por lo que el ingreso no debería mejorar, si le sumamos el efecto inflación, el ingreso real y por lo tanto la capacidad adquisitiva no se recuperarán, por ende la demanda interna no veo por donde mejoraría. Si a todo esto le agregan el factor “elecciones presidenciales” y la forma en que se viene dibujando el mapa electoral, creo que la cancha está pintada. Si la recuperación del precio de los commodities que hemos visto en el mercado internacional ha apoyado este “rebote”, recuerden que los fundamentos para los commodities mineros tampoco han cambiado, pues China y su economía siguen “luchando” por un rango de crecimiento entre 6.5% y 7% para este 2016, y francamente yo creo que estará más cerca del 6.5% que del 7%. Si le sumamos factores extra económicos como la posible reclasificación del Perú de Emergente a Frontera, tema sobre el que a diferencia de muchos yo personalmente no estoy muy optimista, tal vez incluso podría decirse que peco de pesimista, pero bueno, mi trabajo no es ser optimista, mi trabajo me exige ser realista. En suma, sigo pensando que la renta variable en Perú ofrece muy buenas oportunidades en el largo plazo, en el corto plazo todavía no lo veo así. Es un tema de “timing”, los precios están baratos, sí, pero podrían estar más baratos el próximo mes, y tal vez más baratos dentro de dos meses. El punto de inflexión para el ciclo bursátil local todavía no lo veo en el futuro inmediato. Si me estoy equivocando, les aviso…
En renta fija sigo proponiendo una estrategia defensiva en línea con el comportamiento esperado de las tasas de interés. En el mercado local se siguen observando buenas oportunidades con instrumentos de corto plazo (vencimientos menores a un año), que incluso para aquellos que prefieren mantener exposición a Perú, son una muy buena alternativa para preservar patrimonio.
Bueno señores, es así como estamos viendo los mercados. Sugiero prudencia pues como ya mencioné antes, la aversión al riesgo exacerbará la volatilidad y ésta seguirá siendo la característica dominante este 2016. Bajo estos escenarios la gestión de los riesgos de mercado se hace imperativa en el manejo de portafolios.