Definitivamente, quizás…
Que tal semana hemos tenido en los mercados globales. La elección de Donald Trump como presidente de EEUU exacerbó la volatilidad de los activos financieros a nivel global. Las Bolsas europeas y asiáticas marcaban retrocesos importantes tras conocerse los resultados electorales. Al mismo tiempo, como una primera respuesta emocional, el Futuro del S&P500 se derrumbaba y el oro se disparaba a su nivel más alto de las últimas cinco semanas. Todo hacía esperar un “baño de sangre” en la sesión del miércoles para la bolsa de NY. Sin embargo esto no se sucedió, pues el S&P500 cerró dicho día con una subida de más de 1%. El oro en cambio no logró sostener sus máximos, retrocediendo en las sesiones subsiguientes a su nivel más bajo de los últimos 11 meses. Finalmente la tasa de los Bonos del Tesoro de EEUU a 10 años subió de un nivel previo en 1.88% a 2.15%, su nivel más alto desde enero de este año.
Esta volatilidad es propia de escenarios inciertos, y la elección de Trump ciertamente representa incertidumbre. El perfil proteccionista y populista con fuerte ponderación del estímulo fiscal que caracterizó su propuesta de campaña, tuvo un primer impacto en el mercado por las consecuencias que ese tipo de políticas podría tener para la economía de EEUU. En este contexto tenía sentido la caída de las Bolsas y el rally en la cotización del oro, no solo por su calidad de activo de refugio, sino también porque esta renovada incertidumbre podría ser un nuevo impedimento para que la FED eleve su tasa referencial en la reunión de Diciembre, tal como quedó reflejado luego que el consenso del mercado redujera la probabilidad de un incremento de tasas desde 82% a 47%, inmediatamente después de conocerse el triunfo de Trump. Pienso que una segunda reflexión que incorporó el peso de la institucionalidad del país, a lo que se sumó una postura más conciliadora y menos confrontacional a la mostrada durante la campaña, trajo calma a los mercados que reaccionaron positivamente. También habría influenciado las expectativas en torno los sectores que se beneficiarían en un contexto del proclamado mayor gasto fiscal en infraestructura.
Pienso que el escenario ha cambiado a partir de la elección de Trump. La percepción que tengo a partir del comportamiento de los precios de los activos financieros es que el mercado está preciando un escenario de crecimiento para EEUU. Crecimiento que estaría apoyado en el impulso fiscal, que en un primer momento debería fortalecer el consumo interno. Pero este tipo de políticas también inducirían una mayor inflación, la cual debería elevarse en los próximos años. La subida de las tasas de interés de los bonos ya estaría incorporando esta expectativa, y en línea con ello también se estaría esperando un mayor incremento a la tasa referencial de la FED para los próximos años. Me parece que esto último explica en gran parte el retroceso observado en el precio del oro, que en el corto plazo no espero que se recupere.
Pero el mercado de valores local se beneficiaria de una mejor perspectiva para los metales industriales como el cobre, que por su correlación con el ciclo económico responderían positivamente a un escenario de mayor crecimiento en EEUU. Antes nuestra posición ponderaba principalmente los sectores de demanda en la Bolsa de Valores de Lima. Ahora pienso que habría que evaluar también el potencial que ofrece algunas acciones mineras, que se sumarían dentro del ciclo de impulso que ya se ha iniciado en nuestro mercado, tal como lo expresamos en un post anterior.
Mantenemos nuestra posición defensiva para los instrumentos de renta fija local, pues el incremento de las tasas en EEUU, induciría también un incremento de los rendimientos de los bonos locales. En este sentido, sería conveniente gestionar el “duration” de las carteras de bonos.
Finalmente creo que sería prudente considerar el riesgo asociado al manejo que tenga Trump en los temas de política exterior. Exceptuando México cuya Bolsa fue duramente castigada, el resto de mercados parece no estar considerando que éste sea un riesgo significativo. De ser el caso, y anticipando prudencia en el manejo de los acuerdos comerciales, la Bolsa de México podría habernos dado una interesante oportunidad de compra la semana pasada. Debo enfatizar sin embargo, que todo lo que se diga por ahora serán especulaciones en base a los mensajes del presidente electo, y la lectura que de ellos se desprenda. El desenlace final lo tendremos cuando Trump asuma la presidencia según las primeras acciones que tome.