Cuando la cama me da vueltas
Ciertamente cuando empezaba el año esperábamos que la volatilidad de los mercados globales de acciones y bonos nos siga acompañando. Sin embargo, creo que lo que hemos visto en las últimas semanas, sobre todo en los mercados de acciones, ha superado las expectativas.
La preocupación en torno a los futuros incrementos a la tasa de interés de la Reserva Federal, la posible desaceleración de las economías globales materializada en una revisión a la baja de las expectativas de crecimiento mundial por parte del FMI, parte de lo cual ya podría estar reflejándose en una tasa de crecimiento por debajo de lo esperado mostrada por China durante el tercer trimestre, y ahora último un inicio no muy alentador en la publicación de informes financieros de las empresas en EEUU, que alientan el temor que el ciclo alcista del país del norte este próximo a su pico, son el conjunto de factores que podríamos decir conforman el “set” de eventos que ha generado toda esa volatilidad con sesgo bajista que hemos visto en los últimos días, y de la cual Perú como parte de los mercados emergentes no podrá escapar. Claro, en el caso peruano además tenemos un factor adicional; el ruido político que desde finales del año pasado ha estado presente en el panorama local.
Entre otros factores que también podrían tener incidencia en la volatilidad global, podemos citar los riesgos asociados al creciente déficit fiscal de EEUU como resultado de los recortes de impuestos implementados por la administración Trump, una potencial crisis de presupuesto en Italia donde el partido de gobierno con sesgo populista sigue presionando por déficits mayores a los previamente acordados, y finalmente el posible y esperado fin de los programas de apoyo cuantitativo del BCE.
Ante toda esta lluvia de potenciales factores de riesgo es preciso tener claro donde estamos parados, respirar profundo y asumir la estrategia que corresponda según lo que consideramos es más probable que ocurra. De manera general si nos referimos al mercado de acciones de EEUU, como ya lo he mencionado en anteriores posts, debemos tener muy claro qué es lo que está pasando, es decir, si lo que estamos viendo es un cambio a la tendencia de largo plazo (Tendencia Primaria), o sólo una corrección.
Hasta el cierre del viernes al menos, el retroceso observado todavía encaja dentro de lo que se puede considerar una corrección. Una corrección en la forma de tendencia bajista de corto plazo que en menos de un mes, ha retrocedido cerca de 9.6% respecto al último máximo observado los primeros días del mes de octubre.
Aunque podríamos tener un respiro, pues en los últimos días hemos visto una señal de reversión a la tendencia de corto plazo, que de confirmarse podría representar el fin a dicha corrección, y cuyo principal obstáculo para materializarse sería el alto componente emocional que pienso está dominando el mercado en este momento. Pero más allá de correcciones y posibles rebotes, si creo que hay que estar atento porque ya hay algunas señales que podrían indicar debilidad en el ciclo primario del S&P500, tal como lo mencioné en mi último post “Should I stay or should I go” del 15.10.18. Creo que una visión mas completa la vamos a tener cuando se termine de publicar los reportes financieros corporativos al tercer trimestre, no olvidemos que es precisamente la solidez de tales informes en los trimestres anteriores, lo que le dio soporte a un mercado que para muchos esta caro en función a ratios y múltiplos como el PER.
Como sea, de confirmarse un cambio de tendencia pienso que se estaría dando todavía mas adelante, hacia el 2019, tal vez hacia el segundo semestre. Pienso que durante lo que queda del año y los primeros meses del próximo año, la economía de EEUU todavía se beneficiaria del impulso fiscal implementado por Trump. Pero como ustedes saben, en este tema no existen los números mágicos, ni los pronósticos exactos. Este es un escenario probable en base a un análisis de indicadores económicos y de mercado, y yo soy un simple mortal que se puede equivocar. Pero ello no quita que debamos ir considerando la posibilidad de un rebalanceo en los portafolios para atenuar el impacto de un potencial ciclo bajista.
En este sentido les recomendaría ir considerando posiciones en renta fija bajo un esquema defensivo (no olvidar que la tasa de interés seguirá subiendo), o ir evaluando sobre ponderar algunos activos alternativos (para mayor referencia revisar mi post del 24.04.17 “Mas allá de los Bonos y las Acciones”). Esta clase de activos como lo mencionamos en dicho post, tiene la virtud de presentar una baja correlación con los activos tradicionales, por lo que además de ofrecer un rendimiento interesante, también ayuda a disminuir la volatilidad (riesgo) del portafolio. Como esto supone hacer rebalanceos dentro de la asignación estratégica, el inversionista debe tener claro la necesidad ponderar una gestión activa versus una gestión pasiva (buy & hold).