Crónica de una volatilidad anunciada
Desde finales del año pasado, todos sabíamos que este año no nos íbamos a aburrir. Distintos factores, específicamente la orientación de la política monetaria de EEUU, el desarrollo de los eventos en torno a la potencial guerra comercial entre EEUU y China, el desenlace del Brexit, eran fuentes de volatilidad para el mercado que nos iban a mantener ocupados. Y para completar la lista, como no mencionar a D. Trump, que en sí mismo, es una fuente de volatilidad.
Antes de continuar debo hacer una precisión. Volatilidad no se relaciona necesariamente con una tendencia específica. Podemos encontrarnos con alta volatilidad tanto en mercados alcistas, como en mercados bajistas. Hago esta aclaración porque como todos sabemos, el riesgo de mercado se asocia a la volatilidad de los activos financieros, y cuando hablamos de riesgo, estamos acostumbrados a tomar solamente la cola negativa de los posibles resultados. Probablemente esto se debe a que la probabilidad de pérdidas es lo que más nos suele preocupar. Pero si somos estrictos, riesgo no es la probabilidad de perder dinero, riesgo es la probabilidad que lo real sea diferente de lo esperado. Para ponerlo en números sencillos digamos que tenemos dos alternativas de inversión, en el primer caso se espera ganar un 5%, pero los resultados podrías oscilar entre 3% y 8%, mientras que en el segundo caso se espera ganar 9%, pero los resultados podrían oscilar entre 2% y 19%. Claramente la segunda opción es más riesgosa porque la amplitud de posibles resultaos es mayor, y por ende la probabilidad que lo real difiera de lo esperado también es mayor, y como ven, en ningún caso enfrentamos la posibilidad de pérdida. Que quede claro entonces que riesgo no solo está asociado al evento “perder dinero”. Me pareció oportuno hacer esta aclaración porque los índices en EEUU están positivos en lo que va del año, sin embargo, ello no quita que el mercado esté volátil.
En mi último post (Surfeando Volatilidad del 16.05.19) hice algunas recomendaciones que me gustaría revisar. Antes debemos recordar que en el momento en que se escribió tal post, EEUU había impuesto mayores aranceles a las importaciones que llegaban de China, y las conversaciones para lograr un acuerdo comercial se habían trabado sin mayor resultado. Ello nos ponía frente a un escenario no muy alentador, por lo que en ese momento recomendaba estar lejos del sector tecnológico, que sería de los más afectados. También sugería alejarse de los sectores relacionados a consumo por el efecto que una guerra comercial traería sobre los precios (inflación), y tal vez tomar alguna posición corta con ETF’s inversos sobre algún índice, lo que también podría funcionar como cobertura.
Ahora, luego del encuentro de los presidentes de ambos países en la cumbre del G-20, tras lo cual se han reestablecido las negociaciones, el escenario volvió a cambiar. Sin embargo, debo hacer algunas precisiones y advertencias. Lo primero es que lo único que se ha dicho es que se retomarán las negociaciones, todavía no hay un acuerdo, y el tiempo y la voluntad que se muestre para llegar a tal acuerdo es lo que finalmente el mercado empezará a valuar al momento de tomar sus decisiones. Otro punto importante a considerar, es que más allá de las nuevas rondas de conversaciones, pienso que el daño ya está hecho. Tenemos indicadores de actividad negativos en la zona euro, el crecimiento de China ya se ha revisado a la baja, el mercado laboral en EEUU ha empezado a mostrar rezagos (las contrataciones privadas han mostrado crecimientos menores a los estimados) y a puertas de la presentación de informes financieros al segundo trimestre, se espera que los resultados corporativos muestren decrecimiento respecto al último periodo (ojo, no se está diciendo que reportarán pérdidas, se está diciendo que se espera menores utilidades). Esto nos pone frente a una disyuntiva, mantenemos o no mantenemos exposición a acciones en EEUU.
En el corto plazo, podríamos mantener exposición a la renta variable en EEUU que se seguiría beneficiando de la expectativa de una política monetaria mas dovish, y una eventual baja de tasas de interés por parte de la FED. Sin embargo, por lo expuesto en el párrafo anterior, no debemos perder de vista la ronda de publicación de EEFF, pues en línea con lo esperado, esa será también una fuente de volatilidad, al mismo tiempo que nos dará algunas luces acerca de la necesidad de ir pensando en un rebalanceo de activos en busca de preservar el patrimonio, frente a un probable escenario de desaceleración (o recesión económica) en EEUU para el próximo año, lo cual es algo sobre lo que se esta debatiendo mucho.
Con lo que si me reafirmo es con la conveniencia de tener exposición al oro. El oro se ve bien para lo que resta del año, no solo por los factores ya mencionados que generan volatilidad, a lo que habría que sumar ahora las tensiones geo políticas entre EEUU e Iran, y que en conjunto hacen necesario un activo de refugio, sino también porque el nuevo rumbo de política monetaria es definitivamente una buena noticia para el oro.
Para terminar, me voy a salir un poco del tema y voy a aprovechar para darles mi opinión sobre el mercado local. Este post será un 2 x 1. Pues bien, al respecto yo mantengo mi posición de sub ponderar acciones o renta variable en Perú. Aplicando el análisis de Ondas de Elliot al mercado local, hemos identificado que el ciclo de Ondas de Impulso que inició en enero 2016, terminó en abril de 2018. Actualmente estaríamos desarrollando la onda B dentro de las Ondas Correctivas, lo que significa que lo que viene a continuación sería una onda C. Para quienes no están familiarizados con el enfoque, en buen cristiano esto significa un retroceso del mercado. La verdad, esto que vemos en el gráfico no tendría que sorprendernos. La Bolsa local ha perdido mucha liquidez en el marco de todo el ruido político que venimos soportando y que le pega directamente a las expectativas de los agentes. Ojalá me equivoque, pero como ya lo he dicho antes, mi impresión es que el gobierno del señor Vizcarra irá en piloto automático hasta el 2021 en temas económicos, y continuará su enfrentamiento con el legislativo, que es una formula que ya probó le funciona para mantener el nivel de aprobación. Por esta razón, no espero mayor cambio en el mercado de acciones local, y explica la formación ABC que refiero al inicio del párrafo.
Por ende, en Perú me inclinaría por un rebalanceo, manteniendo algunas posiciones muy puntuales en acciones basado en sus sólidos fundamentos, pero teniendo claro que para estas inversiones la paciencia será la clave del éxito, y ponderaría más activos de preservación (Letras del Tesoro, Papeles Comerciales) y también algo de renta fija de largo plazo.