What!!! …Tasas de interés negativas?
¿Es en serio? O sea, si deposito mi dinero en alguna institución, no solo no ganaré intereses, sino que tendré que “pagar por prestar (depositar)” mi dinero.
Años atrás cuando estudiaba Economía, mi profesor de Introducción a la Teoría Económica, curso ultra básico de Estudios Generales nos decía “el interés es el precio del dinero, es la RECOMPENSA por sacrificar el consumo presente, para ahorrar/invertir a la espera de un RENDIMIENTO futuro”. El objetivo implícito es pues que el dinero crezca en el tiempo. Entonces, como es eso que tengo que pagar por sacrificar el consumo presente, como es eso que, si renuncio a consumir ahora para ahorrar/invertir, resulta que en futuro tendré menos que ahora. Si para nosotros es complicado entender esto, traten de explicarle esto a su abuelito. A ver si los ayudo con esa titánica misión.
Lo primero es aclarar como es que se llega a una situación de tasas de interés negativas. En el último post que publiqué (Oh my god! Se invirtió la curva de rendimientos del 16.08.2019) mencionaba acerca de las políticas monetarias e hice referencia al manejo de la tasa de interés por parte de la autoridad monetaria (Bancos Centrales) como instrumento de dicha política.
Retomando lo que se dijo en dicho post, cuando se busca reactivar la economía, la autoridad monetaria aplicará políticas monetarias expansivas, es decir, reducirá la tasa de interés. Visto de esta forma, a pesar que su aplicación es considerada una política no convencional, en realidad podríamos decir que llegar a tasas de interés negativas vendría a ser un poco más de lo mismo, es decir, se diría que es un “alargamiento” de la política monetaria, sobre todo cuando las tasas de interés ya están bajas. El escenario propicio para su existencia sería una economía atravesando la fase de desaceleración o con riesgo de recesión, y con tasas de inflación bajas y contenidas (incluso podríamos hablar de deflación).
En la práctica las tasas de interés negativas funcionan de la siguiente manera. Resulta que los bancos comerciales suelen mantener o depositar en los bancos centrales sus saldos excedentes por arriba de los mínimos legales exigidos. Cuando las tasas de interés son negativas, los bancos centrales cobran a los bancos comerciales por guardar ese dinero excedente, y los bancos comerciales muy probablemente tratarán de trasladar ese costo a los clientes a través de la reducción de las tasas de interés que a su vez pagan a estos por sus depósitos.
El resultado que se busca es impulsar la actividad económica a través de la expansión del crédito, lo que se logra debido a que 1) Los bancos tienen menos incentivos para depositar dinero en el banco central, y mas razones para prestar ese dinero a las familias o empresas; 2) Al recibir una menor compensación por sus ahorros, y tener acceso al crédito en mejores condiciones, las familias tendrían incentivos para gastar más; 3) Las empresas podrían invertir más, ya que financiar la inversión ahora será más barato; y 4) Debido a los retornos negativos al invertir en la moneda del país que redujo sus tasas a negativas, la demanda por dicha moneda seguramente caerá depreciando la moneda. Esto eleva el precio de los productos importados, y favorece las exportaciones (demanda externa). Me arriesgaría a pensar que este último punto es de las principales razones por las que D. Trump presiona tanto a la FED para implementar una reducción de tasas mas agresiva, al punto de haber sugerido la semana pasada llegar a tasas negativas. Claro en medio de la disputa comercial en la que se encuentra EEUU, lo que menos necesita es una dolar fuerte.
En su reunión de política monetaria del 18 de setiembre, la FED decidió reducir su tasa referencial hasta el rango entre 1.75% y 2.00%. Entre los oficiales de la Reserva Federal las opiniones están divididas respecto a nuevos recortes este año, lo que me hace pensar que probablemente hace una semana, aún cuando el mercado daba por descontado la reducción de la tasa, no era totalmente seguro que se concrete. Pero luego que el Banco Central Europeo, en su reunión del 12 de setiembre rebajara su tasa de -0.4% a -0.5%, la FED ya no tuvo muchas opciones.
Pero dejemos por ahora las decisiones de política monetaria, y pensemos un poco en lo simples mortales que tenemos nuestros ahorritos. Que pasaría si un día le llega una notificación de su banco advirtiendo que en adelante le cobrará por los depósitos que mantiene en dicha institución. Pues bien, además de las consecuencias que esta política tendría en los bancos, sería oportuno considerar el efecto psicológico sobre las personas. Entonces cabe la pregunta, quien en su sano juicio estaría dispuesto a pagar para depositar su dinero en un banco, lo mas probable es que ante tal medida, se de un incremento significativo de la demanda de efectivo y se produzca un retiro masivo de ahorros y depósitos. Pues contra todo pronóstico, esto no ha sucedido en las economías que han aplicado tasas negativas, como Japón, Suiza, Alemania, la misma Unión Europea, que como ya se dijo en el párrafo anterior, mantiene su tasa referencial en -0.5%.
Lo curioso es que bajo determinadas condiciones, estamos expuestos a tasas de interés negativas, sin ser plenamente conscientes de ello. Les explico. Existe la tasa de interés nominal, que refleja el dinero que ganamos en un periodo de tiempo, digamos un año. Y existe la tasa de interés real, que refleja o mide nuestro dinero en términos de lo que podemos comprar con él, luego de cierto periodo de tiempo, otra vez pensemos en un año. Entonces supongamos que hoy tenemos S/. 100, y que hoy podemos comprar 100 manzanas que valen S/. 1 cada una. Si nuestro banco nos paga un interés anual de 2%, al final del año tendremos S/. 102. Ahora supongamos que la inflación anual fue 3%, por lo que al final del año la manzana cuesta S/. 1.03. Con los S/. 102 soles acumulados, al final del año ahora solo podré comprar 99 manzanas. Como ven se ha perdido capacidad de compra, la tasa de interés real ha sido negativa. Las economías con tasas de inflación que superan el interés que se paga por el dinero, conviven con tasas de interés reales negativas, aún cuando las tasas nominales son positivas. Pero el promedio de la gente muchas veces no distingue entre tasas nominales y tasas reales, y le presta más atención a las tasas nominales. Por ello, hacer explicitas estas tasas negativas, además de la reacción de rechazo que seguramente generará hacia los bancos centrales, también pueden inducir a las personas a gastar más en lugar de ahorrar, ya que tienden a creer que sus ahorros ahora están siendo gravados por la tasa negativa.
Esto esta pasando en el mundo. Son las economías desarrolladas, que después de la crisis financiera del 2008 han mantenido tasas de interés cercanas a cero, las que ahora, frente a los riesgos de desaceleración económica global que ha generado la guerra comercial entre EEUU y China, se ven presionados a reducir mas sus tasas, llegando incluso a tasas negativas (como lo viene haciendo el Banco Central Europeo). No se preocupen, que en Perú eso esta muy lejano de suceder. Sin embargo, con una inflación acumulada en el año de 1.48%, y anual de los últimos 12 meses en 2.15%, valdría la pena ver en donde están invirtiendo sus ahorros para no tener tasas reales negativas. Habría que pensar en ello…