Tres errores comunes que evitar al hablar de sostenibilidad.
Si bien la sostenibilidad apareció en el mundo empresarial hace varias décadas y está como palabra común en la narrativa de muchos líderes, muchos aún no saben qué es (o qué no es) y cómo gestionarla. Esto hace que el camino de la sostenibilidad esté lleno de tropiezos y errores comunes que retrasan su integración en las empresas.
En el Perú, la sostenibilidad corporativa claramente es una necesidad, un escudo que protege a las empresas de la incertidumbre que nos golpea a diario, un ingrediente esencial para construir resiliencia e identificar nuevas oportunidades. Según EY, la respuesta de CEOs a este nuevo panorama de incertidumbre se basa en tres prioridades urgentes para reforzar e invertir en el 2023: operaciones, innovación y sostenibilidad.
Siendo un tema tan pertinente para el avance del sector privado, ¿cómo puedo asegurarme de estar gestionando la sostenibilidad de manera adecuada? Muy fácil, de la misma manera en que hacemos todo lo demás: aprendiendo de los errores.
Comparto tres errores comunes que he visto a CEOs y altos ejecutivos hacer en los últimos años, para que los evites a toda costa y aceleres la gestión de sostenibilidad en tu empresa.
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Usar “ESG” y “Sostenibilidad” de manera intercambiable. Si bien todo ESG es sostenibilidad, no todo sostenibilidad es ESG. Por definición, ESG es un marco que se adopta en materia ambiental, social y de gobernanza para apoyar a inversionistas a tomar una decisión informada sobre las operaciones de una empresa. ESG es parte de la gestión de sostenibilidad, pero no es lo mismo. ESG tiene un enfoque de afuera hacia adentro, el cómo un riesgo externo impacta el negocio. La sostenibilidad tiene un enfoque adicional de adentro hacia afuera, el cómo el negocio tiene un impacto en lo que está fuera, en el espacio que compartimos como sociedad.
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Comunicar intenciones y no impacto: Según PwC, el 87% de los inversionistas a nivel mundial cree que los informes de las empresas contienen afirmaciones sin fundamento sobre sostenibilidad. Esto sucede no solo en los reportes, también en la publicidad, en las entrevistas y en las comunicaciones internas. El hablar sobre intenciones, sin tener la evidencia de las acciones y el impacto positivo generado, corre un alto riesgo reputacional e inclusive legal. En sostenibilidad lo que cuentan son los hechos, no las palabras. Evita todo tipo de green y social washing a toda costa.
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No medir o medir mal. Toda acción de sostenibilidad tiene que apuntar a un objetivo, y para saber si se logra el objetivo, se tiene que medir. Sin embargo, por los temas que se tratan en materia de sostenibilidad, una medición de acción no es suficiente. Deja de medir el número de personas capacitadas y pasa a medir el cómo cambiaste el comportamiento de las personas que estuvieron en la capacitación. Establece líneas bases, KPIs, objetivos y responsables. Apóyate de la tecnología y mide en tiempo real. Mide lo que importa.
La presión para actuar en materia de sostenibilidad crece a diario, aprovecha los errores de los demás para aprender y elevar tu impacto positivo.