Imperfectamente Perfecta
Echando la cabeza para atrás, recuerdo mis 15 años como si fueran ayer, lo recuerdo todo, la timidez de ser yo, la inseguridad de lo que los demás pensarán de mi y en especial de lo que él (el chico que me gustaba) pensara de mi. Entonces, ahí estaba yo, haciendo de todo para gustarle al otro primero, antes que a mi misma. Empiezo éste nuevo artículo compartiendo ésta pequeña memoria personal de como sin darnos cuenta, en algún momento de nuestras vidas, nos hemos negado el ser nosotros(as) mismos(as) por alcanzar la aprobación externa, perjudicando nuestro amor propio y aceptación con nosotros(as), perdiéndonos la oportunidad de fluir con nuestro ser imperfectamente perfecto.
Desde chiquitos(as) nos han enseñado a que el error se castiga y que para ser “perfectos” tenemos que encajar en la simetría de las medidas 90, 60, 90 de una Mujer o los 6 cocos bien marcados en los abdominales, si eres hombre. Es así, que pareciera que la belleza externa se midiera por estándares aceptados a nivel mundial, logrando una obsesión por encajar en la ilusión de la perfección corporal. Dicho esto, no pretendo minimizar ni criticar a las personas que miden las medidas que mencioné anteriormente, están en todo su derecho de medir las tallas que quieran, siempre y cuando lo hagan porque ellos(as) quieren, no por lo que la sociedad espera de ellos(as). La obsesión por ser perfectas(os) desencadena problemas psicológicos como la bulimia o anorexia en mujeres y hombres, queda claro que la enfermedad no distingue y le importa muy poco el género. Y es que éste tipo de enfermedades me conmueven, me hacen pensar y reflexionar sobre la importancia del poder de la aceptación con nosotros(as) mismos primero en todo nivel. Aunque suene cliché y cursi, es importante quererse mucho, amarse sin límites y aceptarse como uno(a) es, sin tanto rollo ni explicación, simplemente porque si.
Las modelos de hoy en día no tienen las curvas de Sophia Lauren o Marilyn Monroe por los años 40, ahora las modelos más flacas son las que más demanda tienen, mientras menos comas y más flaca seas, te verás mejor, te verán más bonita y serás más <perfecta>. Hoy en día, más que nunca, estamos siendo bombardeados con todo tipo de publicidad, en donde nos cuentan erróneamente que comer comida chatarra es delicioso, sabroso y toda una experiencia, mientras que comer comida sana es caro e ir al gym demanda el tiempo que no tienes. Debo de confesar que hace meses, yo estaba dentro de ese grupo que pensaba que comer comida sana era caro y ni hablar de hacer ejercicios, hasta que me di cuenta que necesitaba hacer un cambio de mentalidad, un <cambio de chip> no para estar <flaca> o <perfecta>, si no para estar sana y fuerte.
El <cambio de chip> tiene que empezar por ti y para ti, nunca cambies o hagas nada para gustarle a la sociedad, ése es un <falso cambio de chip> que no mereces. Tu mereces cambiar tu vida porque tu quieres, no por lo que los demás opinen. Antes de empezar la dieta o ir al gym o ambas cosas, piensa y reflexiona por qué estas haciendo lo que estas haciendo, evalúa bien tu intención y propósito antes de empezar, si tu intención es solamente gustarle al otro, vuelve a empezar, cuestionate, navega profundo en tu ser (nadie mejor que tu para conocerte), hasta que tu intención de cambiar sea por ti misma(o) primero, el cambio no será sostenible en el tiempo, simplemente porque el power no lo tienes tu, lo tienen ellos (sociedad), tu se lo entregaste generando una dependencia o apego emocional a lo que la sociedad decida que esté de moda hoy.
Tienes que entender que independientemente de lo que el mundo diga, piense, siente, tu eres la(el) dueño(a) de tu vida y si vas a cambiar algo , cambia porque tu así lo quieres y por las razones correctas. Imagina que mañana más tarde, el mundo decide que las mujeres con sobrepeso es la nueva tendencia de moda y belleza a lo renacentista, entonces me pregunto ¿ qué harías?, ¿ subirías de peso a propósito para encajar?, ¿ aumentarías los panes al desayuno, incluirías el arroz en el almuerzo y colocarías más azúcares en los postres para encajar en la nueva ola de voluptuosidad que el mundo ha decidido crear? No creo, ¿ O si ?. Lo que te acabo de decir suena muy ridículo, pero es la triste y cruda verdad de lo que pasa hoy en día con muchas mujeres y hombres que hacen dietas ridiculamente insanas, extremas y radicales para bajar de peso y encajar en la onda de ser <perfecta>. Ah si! Y casi me olvido, mientras menos pechos tengas, mejor. No te confundas, con éste artículo no pretendo decir ¡Que viva la gordura y la obesidad! , decirte eso sería completamente irresponsable de mi parte porque simplemente no es sano. Todo extremo es malo, tanto si comes demasiado o dejas de comer en lo absoluto. Tampoco te refugies en el papel de víctima (que te sale muy bien dicho sea de paso) en una enfermedad. Cuando me detectaron hipertirodismo (enfermedad de graves) hace 5 años, estaba asustada porque mi bocio se hinchó y mi corazón comenzó a latir rápidamente, fue así que los doctores me explicaron que me tenían que volver hipotiroidea para el control de mi enfermedad para no perjudicar mi presión ni mi corazón, fue así que mi quitaron la tiroides con yodo radioactivo, volviendome hipotiroidea. Cuando eres hipotiroidea, bajar de peso es un esfuerzo doble, hasta triple porque tu metabolismo es más lento, sin embargo nada es imposible si tienes la disciplina y la actitud para cumplir con una dieta balanceada y hacer ejercicio por lo menos 3 veces a la semana. Hasta el día de hoy no sé por qué me dió ésa enfermedad, quizás simplemente fue lo que me tocó vivir por genética o porque tengo que aprender a ser más paciente. De acuerdo a Caty Romero, la biodescodificación del hipertiroidismo se da porque sentimos la urgencia de que el tiempo pase más rápido para que los hechos que queremos lograr sucedan y al no cumplirse, nos estresamos y pensamos cosas como:
- “Tengo que hacer esto más rápido”.
- “Necesito que el tiempo se vaya volando”.
- “Necesito hacer esto rápido, deshacerme de esto rápido”.
- “Siento que no soy lo suficientemente rápido”
Cuando vi ésto me quedé atónita, “ésa soy yo” pensé. Ahora tiene mucho más sentido que me haya dado ésa enfermedad, me causaba tanta gracia y lógica al mismo tiempo de como nuestro cuerpo nos habla a través de nuestros órganos. Ahora que soy hipotiroidea, me identifico también con las expresiones de los hipotiroideos en donde la palabra clave nuevamente es el tiempo y el conflicto emocional es no sentirnos lo suficientemente rápidos para hacer una cosa y pensamos así:
- “Deseo que el tiempo pase lentamente”
- “Necesito más tiempo para disfrutarlo”
- “Debo ir lento para no arruinar las cosas”
- “Necesito más tiempo para hacer más cosas”.
Independientemente de la enfermedad que tengas, (en mi caso es la tiroides), no puedes dejar que tu enfermedad sea la excusa perfecta para comer mal y hacerte daño con hamburguesas dobles, helados llenos de azúcar y pizzas 2×1 los días martes. Ser víctima de tu enfermedad y decir cosas como éstas “es que Ana, haga lo que haga, no bajo de peso, me frustro y por eso he decidido que me vale madre hacer ejercicio y voy a comer lo que yo quiera, yupiiiiii” , me suena a “no voy a luchar, me rindo y me dejaré llevar por mi enfermedad, no tengo control sobre mi cuerpo o mi vida”. La maravillosa noticia que tengo que darte es que ésas creencias son irreales y que si tu quieres, puedes hacerte cargo de ti, siendo responsable contigo misma(o).
Lo sé, bajar de peso de manera natural es un proceso largo y cuesta más si tienes la tiroides enferma, pero no es para nada imposible, si no mira nomas a una Mujer Power con hipotiroidismo como es el caso de Jennifer Lopez. Ella ha sabido darle la vuelta a su enfermedad, controlándola y manejándola con ejercicio, baile y comida sana. Que nadie te diga que no puedes, si que puedes, métetelo bien en la cabeza, eres capaz de lograr lo que quieras si tu quieres, así de simple. ¡Basta ya! de lloriquear por tu enfermedad, deja de ser su prisionera y libérate a un mundo lleno de posibilidades donde comer bien sea también la base de tu nueva felicidad, tranquilidad y paz interior. Finalmente el <cambio de chip> no se trata de llegar a ser “flaca”, si entendiste eso, vuelve a leer todo el artículo porque lo has entendido o interpretado mal. Lejos de llegar a ser “flaca” es llegar a ser y estar sana, fuerte y power; ése es el verdadero cambio de chip que debes instalar en tu cerebro para que tu cambio sea sostenible en el tiempo, la belleza estética llegará por default, pero no es lo que debe primar en tu objetivo para cambiar tu estilo de vida. Es la determinación, la actitud y tu disciplina lo que te hará libre y bella de verdad.
Cada persona tiene una forma corporal distinta, somos únicos y eso nos hace especiales, ¿ por qué entonces pretendemos querer ser otra persona que no sea nosotros?. Métetelo bien en la cabeza, la perfección no existe, no se trata de ser <bonita como ella>, se trata de ser <bonita como tú>, nadie en éste maravilloso mundo es como tú y ése es tu power, ésa es tu ventaja competitiva, ése es tu filtro, ésa es tu belleza imperfectamente perfecta. La belleza no se trata de ser lo que la sociedad te vende como <bonito> o <perfecto> en una anuncio publicitario de ladrillos o de bikinis, si no que se trata más bien de aprender a aceptarnos tal cual somos, sin compararnos con nada ni con nadie, reconociendo nuestro valor en cada centímetro de nuestro cuerpo. ¿ Que no te gusta tu cuerpo?, perfecto! hagamos ejercicio! hagamos dieta! cambiemos de chip, pero cambiemos por y para nosotros mismos, cambiemos por las razones correctas, por nuestra salud por ejemplo o porque simplemente queremos vernos mejor, cambiemos por nosotros, no para complacer lo que la sociedad demande.
Una corporación que se hizo cargo de promover el mensaje contundente y claro sobre la imperfección como bello, fue la empresa Unilever a través de su marca DOVE. La campaña de marketing resultó un éxito porque muestra la verdad, mujeres reales, sin filtro, auténticas y de diferentes razas, tamaños, medidas que hicieron a la sociedad pensar y reflexionar, poniendo en vitrina y en duda a <la perfección irreal> que tanto pretenden mostrar. La campaña masiva de DOVE es mundial y logró llegar a millones de mujeres con el mensaje de amor propio y aceptación, lo cual me parece desde ya un gran inicio de <cambio de chip> entre todas nosotras, usemos o no a dove como marca. Creo que es merecido el reconocimiento de dicha campaña y el agradecimiento por la visión a largo plazo para seguir contribuyendo con el <cambio de chip>.
Ya no tengo 15 años, tengo 31 y si antes me preocupaba por cambiar algo de mi para gustarle al chico que me gustaba, ahora mi estrategia es que no tengo ninguna. Siempre me he reído fuerte y a carcajadas, tanto así que mis amigas del colegio me pusieron de chapa la caricatura del perro <Patán> (si no sabes de lo que estoy hablando, coloca “perro patán” por youtube y verás). Así es, cuando yo me río, me río como el perro patán, pero a los 15 me importaba tanto la apariencia y el que dirán que escondía mi risa patanesca entre mis pulmones y nunca lo dejaba salir, le ponía correa literal. Hoy en día, cuando me río, me gusta reírme bien y dejo salir conchudamente mi risa patanesca sin miedo al que dirán, de hecho, reírme como el perro patán se ha convertido en uno de mis filtros con los hombres que me han invitado a salir; habrán chicos que les gustará mi risa, como habrá chicos que no y están en todo su derecho, pero yo jamás cambiaré la forma en que me río para gustarle a nadie, porque he entendido que primero me tengo que gustar yo y no, no es egoísmo, es amor propio que es muy distinto.
Finalmente deseo para ti encuentres amor, aceptación admiración y respeto en tu propia piel, empoderando tus curvas y si en algún momento quisieras <cambiar de chip>, recuerda hacerlo por las razones correctas (porque tu quieres, por salud, por verte mejor, etc), no por lo que <Simón diga que hagas>. Soy una mujer imperfectamente perfecta, me tengo permitido equivocarme, aprendiendo de mis errores, perdonándome y pidiendo perdón también con humildad. Deseo para ti, la libertad de ser tú en todo momento y aceptar las consecuencias por serlo, créeme que vale la pena.
Con Cariño,
Ani