No me digas Solterona! Soltera nomás
Barbie y Ken se casan y fueron felices para siempre
No lo negaré, cuando era niña y jugaba con mis barbies, siempre hacia que Ken se casara con Barbie y después de casarse, los ponía en su carro, para irse a su casa y tener pequeñas barbies y pequeños kens. Ése era mi juego de la casita y debo de admitir que me gustaba mucho y lo disfrutaba también. Empiezo el artículo con éste recuerdo de mi niñez porque hace poco fui a ver una película peruana realmente de lujo <No me digas Solterona> que debo confesar, superó absolutamente todas pero todas mis expectativas y también la de la taquilla, posicionando a Helfer como la realizadora más taquillera de nuestro país, después de haber logrado llevar más de 260 mil espectadores en apenas seis días de exhibición.
Pensé que sería lo mismo de siempre, la típica película americana romántica pero adaptada para el lente peruano, pero no fue así, lejos de ser simplona y facilista, no sólo me entretuvo sino que también nos regaló un mensaje de amor propio para todas las Mujeres Power solteras del mundo, si, solteras, no solteronas. <No me digas Solterona> es una de las mejores películas que he visto y la volvería a ver mil veces porque lejos de ser una película cliché, trasciende el tema de la soltería, donde el verdadero mensaje es el amor propio en una cinta divertida, de calidad, criolla y peruana dirigida por una Mujer Power hermosa, mi amiga Ani Alva Helfer, quien junto a su hermana escribieron el guión. Como Directora, Ani tuvo que engranar a un conjunto de actores talento como mi amiga Patricia Barreto, que dicho sea de paso, no sólo la rompe en el cine, si no en el teatro también (conviene tenerla siempre en la mira por todo lo que esta alcanzando por su trabajo de calidad), además de la actriz mexicana Angélica Aragón, junto a Maricarmen Marín, Natalia Salas, Andrés Vílchez, Diego Carlos Seyfarth, Marisol Aguirre, André Silva, Anahí de Cárdenas, Flavia Laos, Rodrigo Sánchez Patiño, Fiorella Rodríguez, Cristian Rivero, Gino Pesaressi, Yiddá Eslava, Claret Quea, Adolfo Aguilar, Javier Saavedra y Tito Vega, logrando hacerlos brillar a cada uno sin opacar a nadie. Para nada soy crítica de cine, pero no puedo dejar de recomendarte un peliculón que en definitiva, no te puedes perder no por ser una película peruana, que sea peruana es un plus, anda a verla porque la película en sí misma de verdad es muy buena.
La princesa también puede rescatar al príncipe y pagarle la cena de vez en cuando.
De niñas, nos enseñan muchas cosas, entre ellas a que “el príncipe azul” de verdad existe y que siempre vendrá a tu rescate cuando lo necesites y yo me preguntaba ¿ y que pasa si el “príncipe azul” necesita también ayuda?, ¿Será que podemos ir a rescatarle también? Sobre ésta reflexión, recuerdo que hace un tiempo, un primo mío me dijo (seguramente con muy buena intención, no lo dudo, lo siguiente);“Anita, cuando el príncipe azul tiene problemas, los resuelve él solo o con otros príncipes azules, tu no te preocupes, él lo resolverá” (jajajaja), sobre ésta pequeña anécdota no puedo dejar de sonreír y de reír al mismo tiempo. ¡Que gran responsabilidad y expectativa tienen los hombre por Dios! ¡ Qué difícil debe de ser, siempre pretender ser el héroe del día y aparentar no necesitar ayuda alguna! Sin duda, que agotador debe de ser, <ser hombre>. Hace poco tuve una conversación con una amiga y me dijo que se sentía triste porque ya tenía 30 y se supone que ya debería estar casada o por lo menos con un novio serio/formal para poder casarse en unos años y tener hijos a tiempo para poder ser una madre relativamente joven. A todo esto, le pregunté ¿ Por qué te quieres casar? y me dijo lo siguiente: “Porque ya me toca Ana, tengo 30 y es lo que se supone que me toca hacer ahora”. La respuesta automática no fue “Quisiera enamorarme de alguien, amar y sentirme amada”, no digo que mi amiga no quiera eso, seguramente que si, pero voy al hecho de que la primera respuesta en automático no fue el sentimiento del amor en sí mismo, si no el ritual externo de la gran boda que debemos de cumplir para satisfacer los sueños de la sociedad y que hemos adoptado de manera inconsciente y consciente también.
Las Solteras son amargadas.
Éste es uno de los peores estereotipos que he escuchado y escucho hasta ahora, increíble pero cierto. La sociedad puede ser tan contradictoria y tan doble moral a veces que me asusta vivir bajo sus términos, perdiendo los míos. ¿Desde cuando ser soltera te hace ser amargada, perdedora, infeliz y fracasada?, ¿ quién dice?, ¿ la sociedad?, ¿tú?, ¿ellos?, ¿Desde cuándo ser soltera significa estar sola?Te aseguro que ser soltera no es sinónimo de estar sola. Estar “sola” tampoco significa algo malo, bueno, depende de cómo lo veas. Hay una diferencia abismal entre “estar sola” y “sentirme sola”. Me encanta estar sola , viajar sola, porque me permito estar conmigo, en mi mundo, mis audífonos, mis libros y mi música de los ochentas; como también me he sentido sola en una relación de pareja y fue desgarrador. Estar “sola” no debería ser algo malo ni feo, si no un un espacio para ti de conocerte mejor. Dicen que uno nunca termina de conocer a las personas y estoy de acuerdo con eso ya que cada día, aprendemos algo nuevo y estamos en constante cambio. Que mejor que usar ése tiempo para ti y aprender de ti también. Recuerda, nunca estas verdaderamente sola(o), estas contigo siempre. De hecho, muchas de las relaciones que fracasan es porque nunca antes se atrevieron a estar solos(as), entonces se crea una especie de rutina en la que “para estar bien/equilibrado” debo estar con alguien siempre, sin breaks ni espacios para mi, en donde <Si no estoy con alguien, me siento ansioso(a) y empiezo a llenar el vacío de no saber gestionar mi soledad con cualquier otra persona que esté dispuesto(a) a darme atención>, conformándote con lo que sea que encuentres sin poder elegir realmente a quien quieres al lado tuyo, logrando generar una serie dependencia emocional hacia estar con alguien siempre, confundiendo el amor con apego.
No por ser soltera quiero matar a la amiga que se va a casar
No por ser soltera o haber elegido ser soltera en ésta etapa de mi vida, me deprimo, envidio o quiero matar a la amiga que se va a casar, para nada, por lo contrario, creo que soy una de las invitadas más felices de la fiesta que disfruta desde el vals de los novios y la hora loca del mundial. De hecho, Cuando mis amigas me dicen que se van a casar, nos miramos y automáticamente gritamos o mejor dicho, chillamos de alegría y emoción por la noticia. Ser soltera no implica desearle el mal a las mujeres/hombres que han decidido dar el sí, arriesgando su vida por una aventura llamada matrimonio, reitero mi admiración a los valientes que se atreven a casarse. Aún no tengo claro si me voy a casar o no de la forma tradicional que se espera, con el famoso vestido blanco y es que tengo todavía tantas preguntas, desde por qué el color del vestido de novia es blanco y no turquesa. Investigando por Internet, encontré valiosa información en un site que se llama “Aleteia”, en la que cuentan que el color blanco se impuso como una moda en Inglaterra, a raíz del matrimonio de la Reina Victoria en la primera mitad del siglo XIX, quien se casó de blanco. Hasta entonces, sobre todo en la realeza, se acostumbraba usar vestidos de colores más o menos vivos. El vestido blanco y la boda en sí misma de aquella reina impactaron tanto en la sociedad europea, que las novias, sobre todo las occidentales, quisieron imitarla. Es así que muy pronto, el color blanco se convirtió en símbolo de distinción, clase y de alto poder adquisitivo, consagrándose de ésta manera como el color predominante para las ceremonias nupciales.
Si tienes más de 30 años y no te has casado, ¡Suerte!
Pareciera que hay un estigma sobre los solteros, (hombres y mujeres) que aún no se casan, pasado el umbral treintón. Si eres hombre, los apelativos sobre la orientación sexual del implicado no se harán esperar, poniendo en duda su masculinidad con comentarios como éstos: “Seguro no se casa porque es homosexual” ; en las mujeres solteras de más de treinta, los apelativos que nos invaden son de dos bandos, el primero es un sentimiento de consuelo hacia nosotras, como si sintieran lástima, a través de comentarios como éstos: “¿Todavía no se ha casado?, pero si es bonita, que pena”; el segundo bando es un sentimiento de que algo malo sucede con nosotras y es por nuestra culpa que no conseguimos un hombre, a través de comentarios como éstos:“Es que esa chica tiene un carácter muy fuerte, nadie la va a soportar así”, entre otros mensajes que nos hacen ver como víctimas del sistema en el que damos pena por no haber logrado casarnos y al mismo tiempo, somos culpables de la situación por no haberlo logrado tampoco.
Ser Soltera entonces resulta ser más complicado de lo que es en realidad, porque no sólo es “tu decisión”, si no al parecer (si los dejas), también la de ellos (la sociedad) . Nadie quiere ser percibido como el “diferente”, “el raro”, el “que no encaja”, el “fuera de serie”, “el puntito rojo” que friega la armonía del sistema, entonces pareciera que tenemos dos caminos por elegir:
A.- Ser lo que nosotros(as) queremos ser a nuestro tiempo, ritmo, espacio y lugar cuando nosotros(as) decidamos hacer lo que queramos hacer, en éste caso, casarnos (si es que queremos hacerlo)
o
B.- Adaptarnos al sistema y hacer lo que el sistema nos dice, como casarnos porque es el siguiente paso “natural” de la vida hacerlo o al menos eso es lo que nos hacen creer.
Lamentablemente la mayoría de personas escoge la opción 2, sin pensar en las consecuencias de sus decisiones, solo por encajar en lo que “Simón dice que hagas” y sentirte aprobado y/o validado en la sociedad. El problema no es que te cases, el problema aquí es que lo hagas por las razones incorrectas o estar inseguro(a) sobre el tema e igual hacerlo por presiones externas a ti.
Firmar el acto matrimonial, casarse de blanco, tener “la boda del año” o usar el anillo de oro más caro y resplandeciente del mundo, no te asegura absolutamente nada.
Casarse es una apuesta, convivir antes, solo baja el riesgo, pero no determina el futuro de tu vida matrimonial. No importa si crees conocerlo(a) mucho tiempo, poco tiempo, hayas convivido o no, nada es seguro en el amor y quizás por eso le tengo tanto miedo, porque lo siento como hacer paracaídas, puede parecer seguro y de hecho quizás lo sea, pero siempre está la posibilidad de que el paracaídas nunca abra y termines en un árbol forestal de la zona con una pierna o demás órganos rotos… y el corazón también. Irónicamente es ésa incertidumbre del no saber que va a pasar que lo hace tan loco, tan único, tan mágico, tan adrenalínico, tan lindo, tan aventurero el viaje del amor y es que en serio, nunca sabes que va a pasar, por más que creas, nunca lo sabes, como la vida misma. Pienso que el amor es un sentimiento tan poderoso que no solo pasa una vez en la vida, porque si creo que te puedes enamorar más de una vez, en donde cada experiencia y cada amor es diferente. Conozco personas que se han divorciado y han vuelto a ser felices con otras parejas, también conozco personas que han perdido físicamente a sus pares y si bien es cierto fue duro al principio, con la ayuda necesaria han salido adelante y se han permitido volver a amar y ser amados. El amor está ahí siempre, lo peor que puedes hacer es reprimirlo y pretender usar su nombre en vano en apariencias y perderte vivirlo en vivo y en directo. Siempre lo digo, atreverse a amar es de valientes, ¿eres uno(a) de ellos(as)? …. ¿no? …. ¿qué esperas?
El amor no implica necesariamente casarse.
En caso decidas hacerlo, hazlo porque tu quieres, porque tu eliges hacerlo, no porque es algo que debas hacer, o que se espera de ti que hagas y mucho menos porque alguien te dijo que “ya se te está pasando el tren”, por favor si te lo dicen, tu responde lo siguiente: “Yo no voy en trenes, Yo espero el avión”. Si es que algún día me llegara a casar, lo haré porque quiero, no porque la sociedad quiera; le quitaré “peso” al matrimonio y lo haré a mi manera, estilo y color también, porque mi vestido de novia sería de colores, porque un solo color no es suficiente para definirme o definir a cualquiera.
Y si luego de un tiempo, no funciona por el “resto de mi vida”,prometo no tratarme mal ni castigarme, por el contrario, prometo firmemente abrazarme siempre, decirme a mi misma que todo esta bien, que hice lo mejor que pude y que ahora debo aceptar lo que fue y es para seguir avanzando, porque lo mejor siempre está por venir.
Finalmente, aquí les va un mensaje para todas las Mujeres Power Solteras, no Solteronas:
Carta Abierta
Deseo para ti, una vida llena de felicidad verdadera, pero no la “de mentirita”, esa no cuenta. Ser feliz es una decisión, espero que hayas tomado la decisión correcta de vivir tu vida por y para ti, en coherencia con lo que eres, siendo tu mismo(a) en todo momento y no “pretendiendo ser”. Deseo para ti, libertad extrema para escoger ser tú mismo(a) siempre, a pesar del que dirán, porque estoy convencida que a éste mundo hemos venido para eso, para ser felices, pero felices de verdad, no de mentirita. Dicen que hay verdades que duelen, pero ¿sabes que duele más? Haberlo sabido todo el tiempo y no haber hecho nada al respecto. En el negocio y en el amor, saber el valor de la mujer u hombre que tienes al lado es parte de tu inversión a largo plazo para construir tu imperio a lo largo de tu vida. Si la persona que tienes al lado, no es proporcional al amor que te tienes o esperas tener, deberías de tomar acción sobre cómo decidir vivir tu vida en coherencia contigo primero y no tu entorno, para experimentar la felicidad plena y no mediocremente feliz, logrando ser una dupla verdaderamente power. Quédate con el hombre power que no se intimide ni se asuste con tu power, si no que lo alimente a través de su cariño y admiración para contigo. Quédate con el hombre power que no te subestime nunca y que te deje ser no sólo su amiga y amante, también su socia, cómplice y aliada estratégica para ayudarlo a que sus más profundos e íntimos sueños vean la luz y crecer en equipo en las buenas, pero sobretodo en las malas. Yo soy una Mujer Power que ha aprendido a quererse muchísimo para poder compartir mi amor con un Hombre Power que se ame tanto como yo para que pueda compartir su cariño conmigo en libertad, porque el amor es libertad entre dos mundos distintos que se juntan porque quieren sin obligación, si no por amor. Quiero mi vida, Quiero mi trabajo, quiero mi espacio, Quiero ser la novia eterna de mi compañero y también su fantasía sexual al mismo tiempo (¿por qué no?), quiero libertad, quiero hijos y que jueguen con Toto y si en el camino encuentra a Tota ¿por qué no?; No, no tengo claro si el objetivo del amor sea casarse, en algunos casos es el inicio de todo y en muchos otros el fin del mismo, pero, independientemente de si firmo el papel o no, me den un anillo barato o caro, tenga 10 o 500 invitados, lo que si tengo claro es que quiero ser feliz y disfrutar bien, rico, con todo, porque las cosas a medias hace rato que ya no van conmigo. Y es que a mis 31, pienso que estar con otro no es una cuestión de necesidad de complementar algo que me falta, si no más bien es un tema de elegir con quien comparto mi vida, sin perder nada, desde mi ser entero, imperfecto, intenso y apasionado yo.