El respeto no tiene género
Parte de mi speech en cada Conferencia Power de las <Mujeres Power> que dicto, es que nuestra voz es nuestra arma y que siempre nos atrevamos a hablar. Irónicamente, estuve a punto de no escribir éste artículo, es decir, a no hablar por miedo, miedo a decir abierta y públicamente mi punto de vista complejo, neutral y sin respuestas definitivas u absolutas sobre la coyuntura mundial de lo que alberga el sentido y verdadero propósito del empoderamiento femenino. Y es que últimamente pareciera que el concepto <empoderamiento femenino> se ha ido mañoseando hacia un concepto distorsionado de lo que verdaderamente es y significa.
Para saber lo que <empoderamiento femenino> es, creo que debemos empezar por lo que no es. El power femenino no es creernos superiores a los hombres por el solo hecho de ser mujeres, si piensas eso, no eres una mujer empoderada, eres una mujer confundida. Históricamente, el patriarcado ha dominado el mundo a través de su control en todos los sectores sociales, económicos, políticos, entre otros, logrando obtener un espacio privilegiado de poder a comparación de las mujeres que eran vistas como simples objetos decorativos, sin poder y/o control de ninguna decisión en ningún campo. Creernos superiores a los hombres, nos hace tan machistas como ellos y ésa no es ni nunca fue la idea.
Llevamos relativamente pocos años en los que nuestras hermanas mujeres antecesoras decidieron ser y hacer el cambio a favor de nuestro propósito que es la equidad de género. Ellas la tuvieron más difícil todavía como por ejemplo Benazir Bhutto, que pasó a la Historia por ser la primera primer ministra en un país musulmán, Pakistán, que dirigió dos legislaturas. En ambas fue destituida por acusaciones de corrupción, desestimadas después. Otro ejemplo de una Mujer Power que peleó hasta el último fue Indira Gandhi, rompiendo tabúes en La India al ser elegida primera ministra hasta 1977. Como éstas dos Mujeres Power, hay millones que arriesgaron su vida por la equidad de género. No cabe duda el reconocimiento al valor y los ovarios de todas las <Mujeres Power> que se atrevieron a exigir justicia, alzar su voz y cambiar el mundo por uno mucho mejor y mas equitativo entre todos, asimismo debo de también reconocer a los <Hombres Power> que nos vienen acompañando, queriendo, cuidando, admirando y protegiendo desde ésas épocas como lo fue Tom Miller, un Hombre Power quien ayudó y protegió a Kathrine Switzer de Jock Semple, un periodista deportivo machista enfurecido con Kathrine por haberse atrevido a correr por primera vez en la maratón de Bostón, ya que en dicha época, que una mujer corriera en maratones era alegal (no era ilegal, pero no estaba permitido tampoco), debido a las normas arcaicas y machistas de la época. El machismo de Semple lo hizo perseguir a Kathrine y gritarle: “¡Sal de mi puta carrera y devuélveme esos dorsales!”, es aquí donde entra Tom, consiguiendo empujar a Semple y tirarlo a un lado. Un fotógrafo captó el incidente y las imágenes dieron la vuelta al mundo.
Coloqué el ejemplo de Tom Miller a propósito para que nos diéramos cuenta que el empoderamiento femenino no solo lo buscamos nosotras, sino que también hay hombres feministas como Tom que lo buscan desde hace mucho tiempo con nosotras. Son hombres realmente inteligentes y seguros de sí mismos que quieren vernos correr con ellos, no atrás ni adelante, al lado y que de hecho, nos ven como socias, aliadas y cómplices estratégicas. Estoy segura que como Tom, hay muchísimos <Hombres Power> que quieren la equidad de género tanto como nosotras, por eso me pareció pertinente y responsable de mi parte, colocar éste ejemplo para aclarar que el empoderamiento femenino no se trata de “poner abajo a los hombres” ni de decir con resentimiento y venganza: “Ahora se joden todos, se viene el matriarcado”, no, de éso no se trata el feminismo. Con éste ejemplo, tampoco pretendo tapar el sol con un dedo. Lamentablemente, existen miles de feminicidios en el mundo cada segundo y ni siquiera voy a colocar cifras porque son espeluznantes realmente, reflejo de una sociedad enferma, inmadura y cavernícola. Sin embargo, insisto que no por eso, podemos meter a TODOS los hombres en el mismo saco por la sencilla razón de que no es justo hacerlo. Colocaré otro ejemplo para que se entienda mejor el punto. Hace unos meses, hubo una noticia que me impactó. Se trataba de una mujer llamada Shirley Silva, o más conocida como “la gata”. Lo que me impresionó de ella fue la frialdad y crueldad de matar en una sola noche a dos hombres por razones francamente muy tontas. Al hermano de su compañera de colegio lo mató de dos balazos porque le dijo un piropo y al cocinero de un chifa le disparó en la cabeza, debido a que su plato de arroz chaufa no tenía suficiente pollo. Shirley es mujer, si nuestra lógica fuese la de “meter a todos en el mismo saco”, entonces también sería válido decir entonces que “TODAS las mujeres estamos locas y somos asesinas”, ¿ no es justo verdad?, ahora tú me dirás, “Pero Ana, no vas a comparar éste hecho con la mayoría de matanzas en el mundo ejercidas por los hombres” y te contestaría con otra pregunta con sarcasmo: “¿ Entonces esta bien que Shirley haya matado a dos seres humanos (hombres), total, solo son dos nomas y a comparación de la cifra de feminicidios que tenemos, esta bien, de hecho hasta es justo, bravo Gata”?, si ésa es tu respuesta, no eres feminista, eres revanchista. Insisto, NO estoy justificando a los “malos hombres” que día a día no les molesta, les jode que recuperemos nuestro poder, no estoy justificando tampoco a los malos hombres que nos violan, nos golpean y nos sacan la mierda para que no salgamos de la calle por sus celos enfermizos, no, no te confundas por favor, no justificaré jamás de los jamaces la violencia hacia la mujer; el punto de éste párrafo es reconocer que así como existen hombres machistas, violentos y enfermos, también existen buenos hombres como Tom que quieren correr y marchar al lado nuestro en pro de nuestra equidad de género para hacer de éste mundo más igual en derechos. Si constantemente, metemos a TODOS los hombres por ser hombres en el mismo saco cada vez que un hombre machista nos dañe, también los estamos dañando a los millones de Tom que lo único que quieren es ayudarnos, desmotivándolos y asustándolos, logrando hacer de nuestra causa de equidad menos fuerte, incoherente, contradictoria y menos power.
Ahora bien, quisiera estar realmente segura de que has entendido y sobretodo interpretado bien lo que he dicho líneas arriba, para ello quiero que hagamos un ejercicio tu y yo. Es muy simple y práctico. Con tu permiso y mucho respeto, quiero que pienses en éstos momentos en un hombre que te haya ayudado alguna vez en tu vida, no necesariamente tiene que ser tu papá, puede ser tu amigo, tu novio, tu hermano, tu socio …, quiero que cierres los ojos y que te acuerdes de ésa experiencia en la que ésa persona vino y te ayudó. ¿ Lo hiciste?, ¿ Te acordaste?, ¿ Si existen Hombres Power no?. Hace cinco años vengo facilitando conferencias de empoderamiento femenino, en donde si bien es cierto mi target principal son mujeres, mis conferencias no son excluyentes a los hombres, de hecho, algunos han ido a mis charlas y no les ha gustado, les ha encantado, tanto así que son ellos los que me contratan para empoderar a sus colaboradoras en sus respectivas empresas. El empoderamiento femenino es claro, se trata de recuperar nuestro poder y usarlo sobre nosotras mismas, no sobre nadie más que no sea nosotras. El empoderamiento femenino tampoco se trata de sacar ventaja por el solo hecho de ser mujer, eso sería bajo y ruin. Me parece genial que tanto empresas como Universidades tengan las cuotas obligatorias para las mujeres porque eso significa que por fin nos están haciendo un espacio destinado para que no se nos pase de largo y nos tomen en cuenta, bravo por eso. Lo que no me parece de ése sistema es colocar en la cuota obligatoria a “una mujer por ser mujer” y no por su talento, ¿ ven la diferencia?. No se trata de llenar la cuota con “una mujer por ser mujer”, eso sería estúpido, pero lamentablemente sucede y no debería. La cuota obligatoria debería de estar para todas las mujeres que se lo ganen de verdad, a pulso, con esfuerzo, talento y mérito, no por el solo hecho de ser mujer.
Feminismo no es igual a Machismo
El empoderamiento femenino es y debería de ser un objetivo común entre hombres y mujeres, porque el mundo es mixto señores & señoritas y debemos de aprender a convivir y compartir en equidad bajo un mismo cielo. Me declaro abiertamente feminista y no, no soy agresiva ni me creo superior a los hombres, no quiero la revancha ni la venganza ni herir a los hombres por el solo hecho de serlo. Soy feminista porque quiero la equidad de género, quiero EQUIDAD, solo eso. Falta mucho por el lado de ellos y también por nuestro lado, pero tengo fe que nuestro discurso feminista se alineará en una unión de verdad en donde nuestra gasolina sea el amor y no el rencor. Lamentablemente hoy en día, el término feminista se confunde como si fuera el antónimo de personas machistas y la verdad es que cada vez que me lo dicen ya sea a la cara o en un post por alguna red social, me cansa estar explicando la diferencia abismal de lo que feminista realmente significa y que no tiene nada que ver con el machismo, por el contrario. Es por esa razón que reflexionando un poco sobre la comunicación de nuestro mensaje, considero necesario hacer una re- evaluación a la palabra “feminista” y poder entre todas las mujeres del mundo, proponer otra palabra que comunique lo mismo (fondo: equidad de género), pero con otra terminología para que nuestro mensaje de equidad no se vea entorpecido por malos entendidos o malas interpretaciones tanto de hombres como mujeres y podamos seguir avanzando todos los que creemos en la equidad.
Como ven, afrontar un tema tan complejo y tan sensible como nuestro empoderamiento es difícil pero no imposible y tampoco deberíamos de tener miedo de expresar nuestra voz sobre lo que pensamos y sentimos realmente en una conversación/debate siempre y cuando sea con altura de mira, sin perder el respeto entre nosotros(as) mismas(os) siempre. Debatir no significa discutir y expresar tu opinión es vivir en democracia real con tolerancia y sin amenazas de ninguna índole. Empoderamiento femenino tampoco significa tener la barra brava de las mujeres contra la barra brava de los hombres porsiacaso. <La Guerra de sexos> solo rectifica lo mucho que nos falta por recorrer como sociedad. La sostenibilidad del empoderamiento femenino se dará siempre y cuando incluyamos a los hombres como Tom dentro de nuestra búsqueda por la equidad, caminando, corriendo, marchando todos juntos hacia un mismo objetivo y propósito que es la equidad, en donde todos ganamos. Si Dios, energía, Buda, Ala (como quieras llamarle), me regala hijos, me gustaría que tanto mi hija como mi hijo, ambos, vivieran en una sociedad justa, buena y de respeto mutuo porque al final el respeto no tiene género.