Coronavirus: ¿un peligro para la economía?
Por Brisseida Tarrillo, alumna de Economía de la Universidad del Pacífico
En las últimas semanas han circulado centenares de noticias acerca del coronavirus. Este virus, desconocido hasta el momento, apareció en la ciudad china de Wuhan y se ha extendido a más de 20 países, por lo que la Organización Mundial de la Salud ha declarado de interés internacional la emergencia en salud pública. La decisión se tomó principalmente para evitar que la enfermedad siga expandiéndose y llegue a países con sistemas de salud que no están preparados para afrontar la situación.
El coronavirus pertenece al grupo de virus que provocan enfermedades desde un resfriado común con cuadros de fiebre y tos seca hasta una neumonía que puede ser mortal. El denominado COVID-19 por la OMS, a la fecha, cuenta con un registro de 76.000 casos confirmados y más de 2.000 víctimas mortales, lo que representa alrededor de 2% de los casos. Con ese nivel de mortalidad, los expertos aun no lo consideran un problema global, tomando en cuenta que las grandes pandemias contaron con tasas de mortalidad mucho más altas, en el caso del SRAS fue del 30%.
Aunque todavía existen múltiples interrogantes sobre este virus, como su origen, prevención y tratamiento, se están haciendo todos los esfuerzos para controlarlo. El gobierno chino y la OMS están trabajando conjuntamente para desarrollar las vacunas y tratamientos adecuados. Para ello, la OMS envió una comisión de expertos internacionales a visitar el país asiático y trabajar con sus contrapartes chinas para que puedan cruzar información y encontrar la solución lo antes posible. Para la elaboración del plan de respuesta, la OMS solicitó financiamiento por 675 millones de dólares, enfatizando que es el momento para golpear fuerte, y así evitar el riesgo de enfrentarnos a un problema más serio.
Con respecto al impacto económico, las pérdidas son millonarias, siendo el turismo uno de los sectores más afectados. Hablando en números, Japón perderá 1.020 millones de dólares en ingresos por turismo, seguido de Tailandia que dejará de percibir 1.015 millones de dólares. Asimismo, las aerolíneas a nivel mundial perderán entre 4.000 y 5.000 millones de dólares en ingresos operativos brutos debido a las cancelaciones de vuelos y restricciones de viaje desde y hacia China. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) confirmó que unas 70 aerolíneas han cancelado todos los vuelos internacionales con origen y destino a China continental.
Si bien muchos expertos consideran que todavía es demasiado pronto para hablar sobre las consecuencias en la economía, podemos notar que el coronavirus está afectando el empleo y la producción debido a la interrupción en la cadena internacional de suministros. Por ejemplo, una empresa que ya se ha visto perjudicada es Hyundai Motor Company, la cual tuvo que suspender toda la producción en Corea del Sur por la falta de suministros para el ensamblaje, provenientes de China. De manera similar, otras compañías como Tesla, Ford, Nissan, Honda, entre otras han tenido que suspender su producción en territorio chino por recomendación del gobierno.
También se ha observado consecuencias en los mercados financieros. La volatibilidad de las bolsas alrededor del mundo hizo que activos refugio como el oro y el dólar alzaran su precio, de la misma manera que criptomonedas como el bitcoin y todo lo relacionado con la industria farmacéutica ganen terreno. Contrariamente, el precio del petróleo y demás materias primas han caído significativamente (China es el segundo importador de petróleo en el mundo).
Las expectativas de crecimiento de la economía mundial para 2020 no son altas. Además del coronavirus, las tensiones en el Medio Oriente y la guerra comercial entre China y Estados Unidos son las principales razones de dicho escenario económico. Expertos afirman que la extensión de las vacaciones de año nuevo chino podrían haberle costado al país un 3% de su PBI en el primer trimestre, cifra que aún no se puede comprobar pues el virus todavía sigue extendiéndose. En el resto de los países, la preocupación económica radica en una menor demanda de materias primas, en la que América Latina es la zona más vulnerable. China es un mercado clave para casi todos los países de la región, en el caso de Perú, ocupa más de un cuarto de las exportaciones.
También hay quienes hacen estimaciones más específicas, como AXA Investment Managers, quienes plantean tres posibles escenarios. En el mejor de los casos, con una rápida contención del virus, habría una reducción aproximada de 0.25% del crecimiento global. En el caso de que la crisis dure al menos dos trimestres, el impacto previsto es de 0,5%. Finalmente, en el peor escenario posible, que supondría una expansión del coronavirus cruzando las fronteras de China, el impacto sería significativo, entre 4 y 5% del PBI mundial, lo que implicaría una recesión global.
A pesar de todas las predicciones, algunas más alentadoras que otras, todavía es pronto para intuir lo que sucederá. La OMS todavía no puede afirmar en qué etapa se encuentra la epidemia y que dirección tomará, por lo que analistas se muestran cautos para medir los potenciales efectos. Lo que sí es seguro es que se ha generado un impacto económico negativo en el primer trimestre del año. En los próximos meses será determinante observar la evolución del virus para analizar la reacción de los mercados.