Coronavirus, abastecimiento y precios
Bruno André Herrera, estudiante de Economía de la Universidad del Pacífico
El Covid-19 ha interrumpido la normalidad de miles de vidas alrededor del mundo. Con más de 300.000 casos confirmados alrededor del mundo, ha presionado a muchos gobiernos a tomar medidas excepcionales con el objetivo de frenar su avance. Por este motivo, muchas personas se abalanzaron en compras de pánico de productos de primera necesidad y generaron escasez en lo inmediato, hecho que hizo que muchos se cuestionaran si al día siguiente encontrarían los mismos productos a los mismos precios. La interrogante del abastecimiento y los precios se levantó en varios países, con distintos desarrollos.
Estacionalidad y precios en Colombia
En Colombia, por ejemplo, luego de decretarse medidas de aislamiento social obligatorio, el Ministerio de Agricultura registró un incremento promedio de 3.7% de abastecimiento en todo el país. Pese a esta cifra, el aumento de los precios de algunos productos de la canasta colombiana resulta particularmente contradictorio. Ante esto, la autoridad agropecuaria señaló que este incremento responde a la estacionalidad de dichos productos, es decir, su ciclo de cosecha. Por ello, el ministro de Agricultura, Rodolfo Enrique Zea, descartó la implementación de controles de precios, aunque advirtió que de presentarse prácticas que afecten el consumo, su cartera no vacilaría en intervenir.
Redoble de esfuerzos en España
De manera similar, en España, se aconseja a los consumidores no caer en compras de pánico puesto que el abastecimiento está garantizado por un eficiente sistema de distribución alimentaria. No obstante, la alteración del ritmo habitual de consumo ha obligado a toda la cadena de producción a redoblar sus esfuerzos, lo que se ha traducido en un aumento de horas de la jornada laboral en los sectores relacionados a la alimentación y medicamentos. En muchos casos, la intensificación de estos esfuerzos no va acompañada de una compensación económica y los trabajadores afirman extender su servicio solidariamente. Pese a la perspectiva optimista del sector, el presidente de España, Pedro Sánchez, señaló la disposición del Gobierno a implementar controles de precio a los productos farmacéuticos.
Perú: el eslabón final y la especulación
En el Perú se ha visto en los últimos días que los precios en los mercados minoristas no necesariamente son coherentes con sus abastecidos pares mayoristas. Esto puede deberse a diferentes razones. Una de ellas sería la estacionalidad de algunos productos que, del mismo modo que en Colombia, justifica un incremento de ciertos precios mas no explica por qué se observan algunos productos en temporada con el mismo comportamiento.
Otra posible causa de este fenómeno se halla en el análisis del último eslabón de la cadena de abastecimiento, en otras palabras, los mercados minoristas. Así pues, no se ha contemplado los costos existentes entre el mercado mayorista y el consumidor final. Una parte del transporte que habilita esta última conexión opera en la informalidad y esta condición les impide, al menos en primera instancia, desempeñar su labor de manera regular. Por ende, una consecuencia lógica del aumento de los costos en dicho sector es el aumento de precios.
Por último, otro inexorable motivo para este aumento es la especulación de algunos comerciantes. Si bien es cierto que en algunos casos se presenta a modo de compensación por exponerse al riesgo de contagio, también es verdad que algunos comerciantes han aprovechado la coyuntura para obtener ganancias extraordinarias. Desde cualquier ángulo, tal actitud resulta irresponsable e incompatible con la situación que vive el país.
Para poner fin a estas prácticas, el Ministerio de Agricultura anunció la elaboración de una lista de productos que estarán “bajo control”. En ese sentido es importante señalar que si los precios logran estabilizarse en los mercados minoristas tanto como ya lo hicieron en mercados mayoristas, una lista semejante no sería necesaria por cuanto su naturaleza no es la más efectiva ni la más ideal.
En síntesis, la cuarentena implementada en diferentes países no ha afectado profundamente la cadena de producción y abastecimiento; sin embargo, en países como el Perú, pudo haber ocasionado una breve distorsión en el último tramo de la distribución de los productos en cuestión. Esto último se combina con algunos ciclos de cosecha, pero, sobre todo, con las expectativas de las personas. Esa variable caprichosa cuya auténtica dimensión suele escapar de los modelos más complejos es inevitable partícipe de la formación de los precios.
En situaciones como la que vivimos, es el tiempo el que ayuda a la normalización de los mismos (como lo viene haciendo) o un impulso de confianza que muchas veces se atribuye como responsabilidad al Estado, pero también es posible a través de un consenso tácito de parte de la ciudadanía. Un compromiso patriota, responsable, en cierto modo extraeconómico que garantice el pan en cada hogar del Perú mientras dure este flagelo que solo juntos podremos enfrentar y del que solo juntos saldremos adelante.