¿Debería cambiarme de Fondo de Pensión?
Fabrizio Mendoza, alumno de Administración de la Universidad del Pacífico
Muchos recordamos la escena de “Soy Leyenda” allá en el 2007 en la cual Will Smith junto con su perro recorren las calles de Nueva York totalmente vacías, algo que para esa época era utópico e inalcanzable. Hoy en día como en aquella película estamos experimentando algo parecido, donde las calles vacías son el reflejo de una economía golpeada por el COVID – 19. Según Apoyo (2020) se estima que para el presente año la crisis retraerá la economía peruana en un 4.5%.
Debido a este tiempo de incertidumbre global, muchas personas se están preguntando si deberían cambiarse de fondo de pensión, de uno más volátil (Fondo 2 y 3) a uno con menos variación (Fondo 1 y 0). Si bien cada persona tiene distintas necesidades, antes de hacer algún cambio se debe entender cómo es que funcionan estos fondos.
Partamos dando una definición básica de riesgo y rentabilidad. La Organización Internacional de Normalización (ISO) define el riesgo como el efecto de la incertidumbre sobre los objetivos (posibles efectos positivos o negativos) y en base a este se obtiene un resultado. Así ocurre cuando tomamos una decisión, evaluamos los beneficios que obtendremos frente al costo que incurriremos. Por ejemplo, en estas épocas de aislamiento social no sería provechoso salir a comprar un litro de helado al supermercado por las largas colas y la posibilidad de contagiarse, pero tal vez sí, si es que tenemos que comprar los alimentos para toda la semana. Lo mismo ocurre con los fondos de pensiones que existen hoy en día, mayor será la ganancia mientras más riesgos asuma uno.
Estos fondos se dividen en cuatro tipos. Los primeros dos tienen como objetivo preservar y proteger el capital de cada afiliado que ya está próximo a retirarse y se compone casi en su totalidad de instrumentos de renta fija como bonos corporativos, depósitos bancarios y papeles comerciales. Estos generan un pago de interés de parte del emisor hacia el fondo cada cierto tiempo, lo cual significa una menor volatilidad, pero a costa de una menor rentabilidad. En cambio, la meta de los otros dos consiste en generar un incremento mayor en los capitales invertidos que están constituidos (en especial el fondo 3) por instrumentos de renta variable, principalmente por acciones nacionales y extranjeras que, como se ha visto en el último mes, genera más volatilidad. Sin embargo, las expectativas de ganancia son mayores.
Entonces, ¿por qué no debería uno cambiar de fondo si se encuentra en los tipos 2 y 3? Para ejemplificar porqué uno debe mantenerse en un fondo, tomaré el caso de la crisis financiera de 2008.
Según los datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) entre diciembre de 2007 y diciembre de 2008 los fondos de pensiones tipo 2 y 3 tuvieron una rentabilidad nominal en promedio de -21.8% y -37.84%, respectivamente. Pero al año siguiente durante el periodo de rebote, en el mismo horizonte de tiempo de un año, los mismos fondos generaron una rentabilidad nominal en promedio de 33.21% y 52.47%, respectivamente. En tal caso, si una persona hubiera decidido cambiarse de fondo del 3 al 1, hubiera obtenido una rentabilidad de solo 16.36% y no hubiera podido recuperar las pérdidas del año anterior. Si bien es cierto que cada hecho es individual, así como este ejemplo existen varios en los que el mercado ha sido volátil y ha tenido pérdidas sustanciales, pero se ha recuperado con el paso del tiempo.
Asimismo, algunas personas podrían pensar que sería favorable cambiarse al fondo 0 y luego volver al 3 cuando crea que los mercados se están recuperando. Pero, se debe tener en cuenta que muchos eventos son impredecibles y, en especial, que el mercado reacciona de manera casi instantánea frente a noticias buenas o malas. Por ejemplo, índices como el Dow Jones y el S&P500, subieron en 11.37% y 9.38% el pasado 24 de marzo debido a las expectativas positivas de los inversionistas sobre el paquete de estímulo financiero del gobierno estadounidense para hacer frente al coronavirus. Estas subidas se dieron en un horizonte de tiempo de un solo día. Si uno decide realizar un cambio de fondo, este se realizará, según la SBS, luego de 6 días hábiles del mes siguiente de presentada la solicitud, por lo que posiblemente la persona no se vea completamente beneficiada de los rebotes que se presenten durante ese periodo.
Por último, hay que recalcar que es importante tener en cuenta el horizonte de la inversión. Las personas próximas a jubilarse ya se encuentran en los fondos más seguros debido a que estos riesgos de crisis no dan el tiempo suficiente para una recuperación en el corto plazo, pero las personas más jóvenes tienen un escenario de recuperación más amplio y, como se ha visto a través de la historia, la economía siempre tiende a crecer en el largo plazo.
En conclusión, como mencionó nuestra Ministra de Economía y Finanzas, se necesita transmitir calma. Esto es un “shock temporal”. Lo ideal es no tomar medidas cortoplacistas que afecten las inversiones de largo plazo.