Guía para evitar desastres en la próxima presidencia
Por Paloma Cotrina, Alumna de Derecho de la Universidad del Pacífico
En 2017, el fenómeno de El Niño Costero le costó al Perú alrededor de 3,124 millones de dólares en pérdidas. De acuerdo con Macroconsult , las pérdidas materiales fueron equivalentes al 1.6% del PBI nacional. Esto se sumó a las pérdidas humanas: 138 fallecidos y más de un millón de personas damnificadas, según estimaciones de INDECI .
El Fenómeno de El Niño es un fenómeno recurrente causado cuando la superficie del océano Pacífico se calienta más de lo habitual y el viento de la zona este es menos intenso . Una reciente investigación de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, evidencia que su mayor frecuencia e intensidad se explicarían, en parte, por el cambio climático; el cual aumenta la temperatura global, e influencia el calentamiento de la superficie del Pacífico . La última ocurrencia de El Niño en 2017 fue la más severa en los últimos 50 años, según Jorge Luis Chávez, ex jefe del INDECI .
¿Qué puede hacer nuestro país para prepararse ante estos riesgos climáticos? La respuesta está en los compromisos asumidos a través del Acuerdo de París, ratificado por el Perú en 2016. Dicho acuerdo, es el resultado de un esfuerzo significativo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, frente a los desafíos causados por el cambio climático. A través de sus contribuciones nacionalmente determinadas , el Perú ya se ha comprometido a implementar acciones destinadas a reducir la exposición y vulnerabilidad del país, e incrementar la capacidad adaptativa frente al cambio climático. Estas medidas se enfocan en siete áreas relevantes: pesca y acuicultura, agricultura, bosques, salud, agua, turismo y transporte.
Es imprescindible que el próximo gobierno fortalezca medidas de prevención ante el fenómeno del Niño y otros desastres climáticos que son perfectamente previsibles. Por ejemplo, en Piura, el mapa de peligro del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres, a través de su plataforma geoespacial SIGRID , corrobora que la ciudad se encuentra dentro del cauce principal del río Piura. Siendo ello así, considero que existe la necesidad de emplear una infraestructura diferente para enfrentar los daños que traerán los deslizamientos e inundaciones.
Por el lado de las viviendas en zonas rurales, se podría reforzar la construcción de estas con material noble y ubicarlas en partes más altas. De igual manera, se debería invertir en la mejora de los sistemas de drenaje pluvial para que el agua evacúe y no se formen aniegos. Asimismo, de la mano con la ciencia y la tecnología, una opción podría ser el apoyarnos en el satélite peruano PerúSAT-1, y poder determinar las zonas en donde el cauce del río se desborda. Se podría pensar en una infraestructura sostenible, que consistiría en ubicar zonas de desvíos del río que incluso podrían ayudar a los agricultores de la zona y sus sembríos. De esta manera, el caudal del río sería menos intenso, afectando de menor manera a la ciudad.
¿En qué medida los candidatos presidenciales a la segunda vuelta están priorizando la adaptación al cambio climático en sus propuestas? Sus planes de gobierno presentan unas pocas propuestas interesantes; sin embargo, a mi parecer, no cumplirían con lo necesario para poder hacerle frente al cambio climático. No priorizan las medidas de adaptación, que son, junto con el COVID-19, uno de los mayores riesgos que los peruanos enfrentaremos en la siguiente década.
Es así que los y las invito a exigir a los candidatos temas prioritarios como estos. A nivel de adaptación al cambio climático, hay mucho camino que recorrer: esto debería ser prioridad del nuevo gobierno, sobre todo pensando en nuestros compatriotas que se encuentran más vulnerables a los desastres climáticos. Es urgente y necesario que las formas de gobernanza del bicentenario, integren el aspecto ambiental a las políticas públicas y de desarrollo.