Informalidad laboral ¿Cómo impactó la pandemia?
Escribe Luis Fabio Gutierrez Labrin, alumno de Economía de la Universidad del Pacífico.
La calidad de vida de los individuos depende de muchos factores, muy prominente entre ellos, la posición de los individuos en el mercado laboral y el tipo de trabajos que tienen. Para muchos científicos sociales, el empleo estable dentro del sector formal está asociado con la satisfacción y una alta calidad de vida (Lehmann & Pignatti, 2018).
En Perú, la alta informalidad en el empleo ha sido un tema de discusión dentro de las políticas públicas, esta informalidad se ha afianzado en nuestro país, lo que se ve reflejado en las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La informalidad en el empleo fue de 73% en 2019 en Perú, una cifra alta en comparación con países de Europa y Asia Central, cuya informalidad laboral promedio se encuentra alrededor de 25%, pero relativamente similar a países de la región como Bolivia (85%), Colombia (62%) y Ecuador (64%). Como muestran los datos, la informalidad laboral ha sido un problema real en América Latina y, específicamente, en nuestro país, pero cabe preguntarse, en primer lugar: ¿cómo se define el empleo informal según los entes y organizaciones competentes?
El empleo informal hace referencia a aquellos empleos que no gozan de beneficios estipulados por ley como seguridad social, gratificaciones, vacaciones pagadas, etc. (INEI, 2018) Asimismo, según la OIT, se considera que los asalariados tienen un empleo informal si su relación de trabajo, de derecho o, de hecho, no está sujeta a la legislación laboral nacional, el impuesto sobre la renta, la protección social o determinadas prestaciones relacionadas con el empleo. Es decir, antes de la llegada de la pandemia, alrededor del 73% de los trabajadores a nivel nacional no estaban sujetos a la legislación peruana o no gozaban de los beneficios estipulados por la ley.
Diversos autores han tratado de explicar las posibles causas de la informalidad laboral. Por un lado, tenemos aquellos que argumentan que existen factores que pueden disuadir a los trabajadores de elegir un trabajo formal, principalmente dos factores: El primer factor se refiere a que las leyes de protección laboral a menudo imponen un impuesto implícito a los trabajadores, por lo que estos pueden preferir evadir estos impuestos laborales operando en el sector informal; mientras que el segundo, a que las diversas modalidades del trabajo informal pueden ofrecer otras características deseables, como una mayor flexibilidad o posibilidades de formación, que se adapten a algunos trabajadores mejor que los de un trabajo asalariado formal (Maloney, 1999).
Por otro lado, encontramos autores que ven el sector informal como el sector inferior, la opción de último recurso. Debido a las barreras de entrada, los salarios mínimos, los sindicatos, entre otros factores, se racionan los empleos formales. Es decir, los trabajadores del sector informal son expulsados involuntariamente del sector formal (Lehmann & Pignatti, 2018). Tomando en cuenta estas posibles explicaciones, nace la interrogante de cómo afectó la pandemia en este ámbito, ¿el empleo se deterioró durante el 2020? Y si fue así, ¿quiénes fueron los más afectados?
Según cifras de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del INEI, en los últimos 5 años previos a la pandemia (2015 – 2019), al menos 7 de cada 10 trabajadores peruanos laboraban en el sector informal, con un porcentaje de informalidad que oscilaba entre 72.0% y 73.2%. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, se vio un ligero incremento hasta llegar a 75.3% en el 2020. Con estos datos podemos inferir que la pandemia generó un deterioro mayor en el empleo, llegando a tasas de informalidad por encima de los últimos 5 años previos a la pandemia. Específicamente, el número de trabajadores se redujo tanto en el sector formal como en el informal, aunque en menor medida en cada uno. En el sector formal, el número de trabajadores se redujo en 21% al pasar de 4,670,000 en 2019 a 3,675,000 en 2020; mientras que, en el sector informal, el número de trabajadores se redujo en 10% al pasar de 12,463,000 en 2019 a 11,227,000 en 2020, lo que explica los mayores niveles de informalidad.
Ahora bien, con las cifras de la ENAHO también podemos ver si el empleo informal afecta a ciertos segmentos de la población más que a otros. Al analizar los datos por grupos de edad, podemos observar que el grupo de trabajadores más jóvenes (entre 14 y 24 años) son también los que han experimentado mayores niveles de informalidad tanto en 2019 (87.1%) como en 2020 (88.9%). A este grupo, le sigue el grupo etario de 45 años a más, cuya informalidad pasó de 71.3% en 2019 a 73.0% en 2020. Por su parte, el grupo de jóvenes adultos (entre 25 y 44 años) incrementó su nivel de empleo informal de 68.8% a 72.3% en 2020.
En tanto, al analizar por área urbana y rural, los datos muestran que la informalidad laboral en el área rural (96.1%) sigue siendo mucho mayor a la evidenciada en el área urbana (68.4%) para 2020. Cabe resaltar que esta tendencia se ha evidenciado durante los 5 años previos a la pandemia. Asimismo, respecto a los sectores económicos de nuestro país, el sector agropecuario (agricultura, ganadería, pesca y silvicultura) es el que representa el mayor nivel de informalidad tanto en 2019 (95.7%) como en 2020 (96.4%), seguido del sector de hoteles y restaurantes (86.5% en 2020).
Con estos datos a la mano, resulta crucial resaltar las posibles consecuencias de un empleo informal elevado. En primer lugar, podemos analizar del nivel de productividad del trabajador. Según Ossa (2018), “la productividad laboral mide la cantidad de producto por unidad de trabajo” (p. 245). Esto quiere decir que la productividad laboral de un trabajador implica la cantidad adicional de bienes que este puede producir. Adicionalmente, el nivel de productividad depende del capital humano del trabajador. Respecto a esto, en un modelo estimado tomando en consideración la economía mexicana, se encontró que el ritmo de mejora del capital humano es más lento mientras se trabaja en el sector informal en comparación con el sector formal (Bobba et al., 2021).
En conclusión, los altos niveles de informalidad en el Perú podrían ocasionar una menor productividad, lo que a su vez generará menores salarios y una desigual distribución de los ingresos. Asimismo, el menor crecimiento del capital humano en el sector informal en comparación con el sector formal generará una mayor brecha de conocimientos y productividad entre los trabajadores formales e informales. Finalmente, según el INEI, de cada ocho empresas que existe en el país siete son informales y no pagan ningún tipo de impuesto al fisco. Pero, además de las pérdidas para el Estado, el ex ministro de Trabajo, Jorge Villasante, explicó que estas unidades restan competitividad al país (RPP Noticias, 2017).
Referencias:
Bobba, M., Flabbi, L., Levy, S., & Tejada, M. (2021). Labor market search, informality, and on-the-job human capital accumulation. Journal of Econometrics, 223(2), 433–453. https://doi.org/10.1016/j.jeconom.2019.05.026
INEI. (2018). Producción y Empleo Informal en el Perú. Cuenta Satélite de la Economía Informal 2007-2017. In Instituto Nacional de Estadística e Informática. https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1589/
Lehmann, H., & Pignatti, N. (2018). Informal employment relationships and the labor market: Is there segmentation in Ukraine? Journal of Comparative Economics, 46(3), 838–857. https://doi.org/10.1016/j.jce.2018.07.011
Maloney, W. F. (1999). Does informality imply segmentation in urban labor markets? Evidence from sectoral transitions in Mexico. World Bank Economic Review, 13(2), 275–302. https://doi.org/10.1093/wber/13.2.275
Organización Internacional del Trabajo (OIT). (2003). “Directrices sobre una definición estadística de empleo informal”. Decimoséptima Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo (CIET).
Organización Internacional del Trabajo (OIT). (2018). Más del 60% de la población mundial empleada se encuentra en el sector informal de la economía. OIT. https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_627189/lang–en/index.htm
Ossa, D. F. (2018). Productividad y distribución del ingreso: implicaciones sobre el salario mínimo colombiano, 2001-2016. Revista de Economía Institucional, 20(39), 231–255. https://doi.org/10.18601/01245996.v20n39.10
RPP Noticias. (2017). Estos son los costos de la informalidad en el país . RPP Noticias. https://rpp.pe/economia/economia/estos-son-los-costos-de-la-informalidad-en-el-pais-noticia-1060891?ref=rpp