Incremento de la remuneración mínima vital: ¿arma de doble filo contra el derecho al trabajo?
Escribe Lucía Cachay, Sandra Olivera y Fiorella Valdivia, alumnas de Derecho de la Universidad del Pacífico.
Actualmente, son cada vez más los casos de injusticias sociales causadas en el rubro laboral dentro del país. De hecho, año tras año, con la llegada de la pandemia por COVID-19 al Perú, hemos podido observar una fragilidad en nuestro sistema jurídico y cómo este no se encuentra en sintonía con la coyuntura actual para proveer condiciones mínimas de bienestar para sus ciudadanos. En abril pasado, el Ejecutivo determinó el aumento del sueldo mínimo a S/ 1,025. Esta medida se hizo efectiva desde el 1 de mayo, donde no solo significó más dinero a fin de mes para quienes perciben este monto mínimo, sino una serie de beneficios adicionales vinculados al salario de los trabajadores. Sin embargo, debemos de preguntarnos ¿es subir la remuneración mínima vital (RMV), la solución idónea para zanjar el descontento nacional en las condiciones mínimas de bienestar en el área laboral?, particularmente, ¿el subir la RMV causa beneficios o estragos en el derecho al trabajo de los ciudadanos?
La remuneración se encuentra en la amplia lista de derechos pertenecientes al derecho al trabajo. Por tanto, la fijación de esta es una herramienta usada por el Estado Peruano para asegurar este derecho fundamental. La Constitución Política del Perú garantiza al trabajador el derecho a una remuneración suficiente y equitativa. En esa misma línea, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce a la remuneración como uno de los aspectos de las condiciones de trabajo que influye de manera más directa en la vida cotidiana de los trabajadores. Por ello, se entiende que la remuneración constituye entonces un reconocimiento de tipo económico a los empleados por concepto de trabajo realizado. En ese sentido, se observa la incidencia de la remuneración en la subsistencia de los trabajadores.
De manera general, la medida del incremento de la RMV principalmente beneficia o afecta a los trabajadores que ganaban hasta la fecha anterior a este aumento, entre S/.930, y S/.1,025, siendo el objetivo que todos suban a ese nuevo mínimo impuesto. Sin embargo, los efectos de esto podrían ser negativos porque, como sabemos, nuestro país es altamente informal. Tan solo aproximadamente 2 de cada 10 trabajadores tienen un contrato formal de trabajo, lo que hace que sea mínima la cantidad de trabajadores formales que tenemos en el país. Cabe resaltar que esto puede llegar desde las pequeñas empresas, las cuales tienen un aproximado de 10 trabajadores o incluso menos, a que lleguen a tratos internos con los empleados y que, finalmente, esas pequeñas empresas que iban rumbo a formalizarse terminen retrocediendo y quedándose en un hoyo de informalidad. Esto quiere decir que los trabajadores perderían pequeños beneficios que ya habían ganado poco a poco como, por ejemplo: vacaciones, seguro social, entre otros.
En sí, es complejo estimar si se retrocede o no con una medida política de incremento de la RMV. Los estudios nacionales e internacionales son mixtos, hay diferentes contextos por los cuales podría resultar beneficioso para un sector de trabajadores y otros se pueden ver afectados. Uno de los últimos estudios que se tiene hecho por el Banco Central de Reserva del Perú, estimó que aproximadamente por cada 10% que se incrementa el salario mínimo, la informalidad aumenta el 1.9%. Y ello es justamente lo que se ha incrementado, aproximadamente el 10.2% del salario mínimo. Por tanto, si se aplicaran esas condiciones, estaríamos hablando de un 1.9% más de informalidad que no es ínfimo en un país como el nuestro en el cual hay un alrededor de 77% de informalidad preexistente.
Al final, esta es una decisión que tendrá gente que se ve afectada y gente que no. Lo que preocupa y es importante que todos entendamos es que al tomar decisiones como estas no solo se piense en los beneficiados, que son unos pocos, sino que se piense en toda la economía en su conjunto que al final se verá afectada. Como vimos, la gran mayoría de trabajadores, justamente los que ganan salario mínimo, trabajan en medianas, micro y pequeñas empresas que tienen pocos trabajadores y que, para ellos, que aumente el costo de cuánto se le tiene que pagar a un tan solo un trabajador es muy costoso. Si a ello le sumamos el efecto de que ya hay un incremento internacional de una serie de insumos, lo que económicamente hablando se denomina inflación de costos. Esto indica que los costos de los productores están subiendo, siendo el salario mínimo un costo más; se estaría afectando a una gran población del tejido empresarial.
Como interés común se alienta a garantizar con efectividad los derechos laborales, por ello, se recomienda analizar cada microsistema de mercado al aplicar medidas de incremento de RMV pensando en la realidad peruana; y no equivocarnos y contribuir con la reducción del empleo formal y una mayor transición de trabajadores hacia la informalidad.