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Alumnos de la Universidad del Pacífico

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¿Qué limitantes enfrentan los docentes y maestros del Perú?

Escribe Daniella Cabello, alumna de Negocios Internacionales de la Universidad del Pacífico.

Desde 1994, cada 5 de octubre se conmemora la suscripción de la Recomendación de la OIT y la UNESCO relativa a la Situación del Personal Docente (1966). Esta se redactó con el objetivo de definir los criterios de referencia respecto a derechos y responsabilidades del personal docente, establecer normas para su formación y condiciones dignas en el marco de su contratación y empleo. Esta fecha, mejor conocida como el Día del Maestro, tiene como objetivo reconocer y celebrar el rol docente en la transformación del sector educativo. Más allá de ello, invita a la reflexión sobre el apoyo que dicho agente necesita para el desarrollo pleno de su talento y habilidades.

De acuerdo con la OECD (2009), el desempeño del maestro es un factor crítico en el éxito académico de sus estudiantes. En la misma línea, el Banco Mundial (2021) ha destacado que el empoderamiento del profesor es una pieza fundamental en la creación de sinergias dentro del sistema educativo. Las declaraciones de ambos organismos internacionales sugieren la propuesta del docente como el responsable de la evolución del sistema. Esta visión también es compartida por la UNESCO; institucion que para la conmmemoracion de este año utiliza el siguiente slogan: “la transformación de la educación comienza con las y los docentes”.

Sería impreciso, sin embargo, evaluar el rol del docente sin tomar en cuenta que su actuar está, en gran medida, acotado por la inversión pública y los recursos que la misma le provea. A propósito de esta festividad, se realiza un recuento de qué se está haciendo para motivar y capacitar a quienes se dedican a la enseñanza en el ámbito público. Paralelamente, con el fin de tener una visión integral de la situación del docente peruano, se identifican ciertos factores externos que podrían socavar su desempeño.

Recursos disponibles para el fortalecimiento de capacidades

Dado el contexto de pandemia, y en respuesta a los nuevos retos que esta planteó, el Ministerio de Educacion implementó un Plan Nacional de Emergencia del Sistema Educativo. Este fundó su segundo eje en el desarrollo profesional docente y, en sintonía con ello, se decidió tomar medidas que respondan a potenciar su formación, promover sistemas de bienestar y reconocimiento, y alinear su desarrollo al marco de la Carrera Pública Magisterial. Entre las estrategias consolidadas, destaca “Te Escucho Docente”, un sistema que busca visibilizar las buenas prácticas y proyectos de innovación.

Respecto al fortalecimiento de competencias, el Minedu respondió a la demanda de una propuesta formativa mediante la creación de la plataforma digital PerúEduca. Esta opera desde 2011 y contiene cursos y programas en el formato Massive Online Open Courses. Esto significa que los videos, lecturas, tareas y foros de discusión que componen cada curso pueden ser provistos de manera irrestricta y asincronica. Gracias a esta iniciativa se pudo capacitar a 60 mil docentes y directores sobre el currículo nacional de educación básica a lo largo de 2019. Esta herramienta ha sido clave en la democratización de la información, pues los docentes beneficiarios no se limitan a Lima. Además, la plataforma digital ha sido elaborada junto con las direcciones regionales de educación. En 2020 la oferta de la plataforma se centró en cursos sobre escritura en lenguas nativas y capacitación respecto a herramientas pedagógicas en el entorno virtual, un ejemplo de lo último fue el curso “Docentes Productores de Contenidos Educativos Digitales”.

Limitantes del desempeño docente

El presupuesto para educación del 2022 se incrementó en 8% respecto al periodo pasado. Según la Red de Estudios para el Desarrollo (2022), 1 de cada 5 soles del presupuesto público nacional se destina a dicho sector. No obstante, al cierre del primer semestre, solo el 15% de lo ejecutado se asignó a la realización de obras de infraestructura (construccion de colegios y otros). Este porcentaje cobra mayor relevancia al saber que a la fecha, aproximadamente 22 mil colegios se encuentran en riesgo de colapso. Por si fuera poco, según el diagnóstico del Plan Nacional de Infraestructura Educativa (PNIE), el 55% del total de las 177mil edificaciones escolares requería de una sustitución completa hasta 2017.

La teoría económica expuesta por el IPE (2017) identifica dos factores que explican el rendimiento escolar: el primero refiere a las características socioeconómicas, culturales, familiares y aptitudes del estudiante, mientras que el segundo compete a la infraestructura y plana docente del colegio en cuestión. Cabe resaltar que la ponderación de ambos factores difiere dependiendo si el estudiante vive en un país desarrollado o en uno en vías de serlo. El Perú pertenece al segundo grupo; por tanto, el rendimiento escolar se explica, en un 60%, por las características del colegio. Es decir, la capacidad de gestión pública respecto a infraestructura ha sido una determinante del performance académico, recortando así la incidencia de la labor docente en la materia.

Por otro lado, la brecha digital también ha saboteado el desenvolvimiento del maestro. Según la Encuesta Nacional a Docentes de Instituciones Educativas Públicas y Privadas (ENDO) del 2018, aproximadamente 89 mil docentes no contaban con una computadora o laptop y 136 mil no tenían servicio de Internet en su casa. Tomando en cuenta la antigüedad del hallazgo, se puede concluir que la forzosa transición al entorno virtual iniciada en 2020, se encontró con un cuerpo docente carente del hardware básico para enfrentarla.

Otra manifestación del debilitamiento del sector educativo a raíz de la pandemia es la distancia en la relación estudiante-docente, donde este último se vio obligado a ingeniar nuevas formas de aproximarse y ganar la confianza del menor. Esta problemática se evidenció en la ENAHO (2021), la cual registró que 38% de los alumnos de educación básica no interactuó con su profesor en el desarrollo de sus clases virtuales.

Reflexiones finales

Un informe de la Contraloría correspondiente a abril 2021 indicó que el 61% de estudiantes usuarios de la multiplataforma de educación remota “Aprendo en casa” quedó insatisfecho con su experiencia (BCRP, 2021). Sin embargo, entendiendo al docente como figura insustituible (UNESCO,2021), esto no necesariamente se atribuye a un programa mal articulado, sino pareciera deberse, hasta cierto punto, a la falta de interacción con el profesor.

Actualmente, el retorno gradual a las clases presenciales es una realidad y, una vez más, el compromiso y capacidad del docente son esenciales. El Banco Mundial (2021) dio las siguientes recomendaciones para este contexto: reestructurar el calendario académico, priorizar en el currículo aspectos socioemocionales, diseñar estrategias para incentivar la matrícula, realizar evaluaciones diagnóstico que identifiquen las necesidades del estudiante y proveer educación remedial para aquellos estudiantes rezagados. Es innegable el rol del maestro en la ejecución exitosa de cada una de las medidas mencionadas; sin embargo, la realización del potencial docente no es una alternativa factible sin un Estado que abogue por dotarlo de las competencias digitales y pedagógicas que exige el contexto actual. Es importante que la enseñanza no permanezca estática y que, por el contrario, aspire a transformarse constantemente. Empero, esto será un objetivo lograble solo si la iniciativa de la plana docente es respaldada por la gestión efectiva de recursos del Estado.

 

Referencias

 

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