Deserción escolar de niñas: La construcción de un futuro esperanzador y un círculo vicioso transgeneracional
Escribe Besly Muñoz Quintana, alumna de Derecho de la Universidad del Pacífico.
“Mi plan de vida es mío y mi destino no es el de mi madre, ni el de mi abuela; no quiero formar un hogar aún, quiero estudiar para ser una profesional, quiero ser una niña con educación, una niña con igualdad de oportunidades.”, Besly Muñoz.
La educación es un derecho para todos los seres humanos. Todo niño y niña, desde que se inicia la edad escolar, debe acceder a este. Una educación de calidad es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda 2030 que plantea la UNESCO. Se busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de nivel para promover las oportunidades de aprendizaje. Sin embargo, este objetivo se ve perjudicado debido al gran porcentaje de descerción escolar por parte de quienes deberían ser “estudiantes” y que afecta en mayor porcentaje a los de las zonas rurales, a aquellos que todavía mantienen sus lenguas originarias y, con mayor frecuencia, a las niñas y adolescentes. Si bien es cierto, que aquello siempre fue un reto pendiente, la pandemia agudizó esta brecha. De acuerdo con los datos de la UNESCO, más de 1,200 millones de estudiantes habrían abandonado las clases presenciales durante 2020, a nivel mundial. En Perú, de acuerdo con cifras del Ministerio de Educación, unos 300,000 estudiantes dejaron de asistir a la escuela.
CIFRAS EN AUMENTO, EDUCACIÓN EN DESCENSO
Según señala el Banco Mundial, “en los países con ingresos bajos, menos de dos tercios de las niñas termina la escuela primaria y solo 1 de cada 3 completa el primer ciclo de la escuela secundaria”. Estos datos evidencian una problemática mundial que no es ajena a nuestro país, pues nuestras cifras de acuerdo a la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) señalan que al segundo trimestre de 2020 la deserción en ascenso se debió a los problemas económicos (75.2%), familiares (12.3%), falta de interés (4%) y necesidad de trabajar. En el caso específico de las mujeres, otras causas, además del factor económico, son el embarazo y/o cuidado de niños/as (40,6%), el matrimonio precoz (23,9%) y el escaso aprendizaje en las clases.
“LAS NORMAS SOCIALES Y LOS ROLES DE GÉNERO AFECTAN LA CAPACIDAD DE LAS NIÑAS DE PERMANECER EN LA ESCUELA”. QUENTIN WODON, ECONOMISTA DEL SECTOR EDUCACIÓN DEL BANCO MUNDIAL
Variables como la brecha de género y la desigualdad en el acceso a oportunidades en las zonas rurales son factores de causalidad que generan una discontinuidad educativa e interrupción de los proyectos de vida de las niñas. De acuerdo con las cifras de la Defensoría del Pueblo (2021), en las áreas rurales se cuenta con un 22,7% de adolescentes que alguna vez han salido embarazadas.
Respecto a la desigualdad de oportunidades, el área rural de nuestro país presenta brechas en cuanto a la educación rural, tal como lo señala el documento “Predictores de la deserción escolar en el Perú́”-GRADE (2020). El haber repetido de grado, mostrar bajo rendimiento educativo y pertenecer a un grupo indígena son motivos de deserción que afectan directamente a los sectores en situación de pobreza y pobreza extrema. Estos, en su mayoría, presentan características como analfabetismo adulto y juvenil.
Asimismo, existe otra causa que plantea la investigación realizada por (UNESCO/Gajardo,1988): “Una carga docente relativamente alta, desempeñada en situaciones de multigrado, con objetivos y contenidos difíciles de adaptar a la realidad del medio, materiales didácticos escasos y generalmente inadecuados así como apoyos deficientes se conjugan para generar una alta rotatividad en los cargos y una frecuente frustración por los resultados que se logra con el aprendizaje de los niños y niñas”. El estudio hace hincapié en el currículo nacional educativo, el cual muchas veces no se encuentra adaptado al contexto sociocultural en el que estas niñas se desarrollan, lo que facilita el abandono de la escuela, ya sea por falta de aprendizaje o de apoyo socioemocional.
CUANDO LA CAUSA SE VUELVE CONSECUENCIA.
Los mismos factores de causalidad señalados anteriormente propician a su vez un círculo vicioso dentro de la población afectada, en el que las variables de la deserción como la brecha de género y la desigualdad se repiten en la siguiente generación de la primera víctima. Es decir, si una adolescente deserta de la etapa escolar, debido a un embarazo prematuro y falta de oportunidades económicas, la niña que nacerá de la primera persona en mención se vería expuesta a vivir el mismo destino de la madre. Esta hipótesis se justifica en el contexto en el que se encuentra la siguiente niña, pues será el mismo al de la madre y, por lo tanto, los conflictos, las desigualdades y la carencia de oportunidades serán similares. De esta manera, la causa se vuelve consecuencia y la consecuencia se convierte en una causa principal del problema. Respecto a ello, Espíndola y León suscriben un informe respecto a los factores comentados. Se plantea así un debate significativo debido al “embarazo adolescente”; por un lado, se menciona que, si bien es cierto, la deserción escolar se asume como consecuencia del embarazo, también es una causa.
ACCIÓN FRENTE A LA DESERCIÓN
Según la UNESCO, por cada año que una niña se mantenga en el colegio, sus ingresos pueden aumenar hasta 20% en su adultez. Esto refleja la importancia y la necesidad de mitigar la deserción en las zonas rurales de nuestro país. Las niñas de las zonas rurales necesitan que su derecho a realizar su propio proyecto de vida sea respetado y no impuesto. Se exige, entonces, que una educación de calidad -con conocimientos generales que les permitan desarrollarse profesionalmente- sea garantizada plenamente. Asimismo, el desarrollo de habilidades socioemocionales, que generaría una visión y estrategia para cumplir sus proyectos, con la identificación, conocimiento y manejo de sus propias emociones.
Además, como parte de una educación integral, es necesaria la educación sexual, como factor protector en la toma de decisiones adecuadas respecto al ejercicio de su sexualidad, acorde a su plan de vida y con el fin de evitar la violencia. También es necesaria la educación financiera, que les permita un empoderamiento económico: impulsar emprendimientos e ideas de negocio que constituyan herramientas para alcanzar sus metas.
De esta manera, niñas y adolescentes en edad “escolar” de las zonas rurales de nuestro país no tendrán que dejar de serlo; Solo así su derecho a la construcción de un futuro digno será garantizado y el círculo vicioso que interrumpe el desarrollo, tanto personal como social, acabará.
Bibliografía:
- Quentin Wodon (2020) the Society of Government Economists
(https://www.worldbank.org/en/topic/education/publication/missed- opportunities-the-high-cost-of-not-educating-girls)
- Perú. Ministerio de Educación. Unidad de Estadística(informe técnico 2016)-Ministerio de Educación-Repositorio:MINEDU Institucional(http://repositorio.minedu.gob.pe/handle/123456789/4696)
- Espíndola y León (2002) División de Desarrollo Social de la CEPAL https://doi.org/10.35362/rie300941
- UNESCO(2020)-IESALC- Informe CEPAL, OREALC y UNESCO: “La educación en tiempos de la pandemia de COVID-19” https://www.iesalc.unesco.org/2020/08/25/informe-cepal-y-unesco-la-educacion-en-tiempos-de-la-pandemia-de-covid-19/
- Defensoría del Pueblo (2021),Encuesta embarazo adolescente(24,9) p.9.
- ENDES (2020), la deserción escolar en zonas rurales. • Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa. 13p (Issue 3, nov2014, Vol. 7 p15-27.). Red Iberoamericana de Investigación sobre Cambio y Eficacia Escolar (RINACE). https://eds.p.ebscohost.com/eds/pdfviewer/pdfviewer?vid=5&sid=39373690-4958-49c2- 9167-17d1ab616b64%40redis
- Santiago Cueto, , Juan León(2020) Predictores de la deserción escolar en el Perú https://www.grade.org.pe/wp-content/uploads/GRADEap52.pdf
- Gajardo, (1988, 1989) FAO/RLAC y UNESCO/OREALC Educación y Desarrollo Rural en América Latina. Reinstalando un campo olvidado de las políticas educativas.
- FAO/RLACUNESCO/OREALC(1988 ). Educación Básica y Desarrollo Rural Santiago deChile: OREALC/UNESCO