Zonas Francas: ¿Porqué allá sí y acá no?
El año pasado en la Cámara de Comercio de Lima (CCL) se llevó a cabo un interesante evento en el cual un especialista de Colombia explicó las ventajas de realizar operaciones en las zonas francas (ZF) de dicho país. Mencionó que al 2014 existían 98 áreas consideradas como ZF y un total de 1,200 empresas operando en dichas zonas.
Hace unas semanas se llevó a cabo un nuevo evento en la CCL. Esta vez un especialista uruguayo explicó las ventajas de efectuar operaciones en las ZF de Uruguay. Mencionó que existen 1,500 empresas operando en estas zonas.
Tanto en el caso colombiano como en el caso uruguayo quedó claro que las ZF constituyen zonas especiales orientadas hacia el libre mercado, la generación de competitividad como país, la internacionalización y consolidación de la oferta exportable y en las que se incentivan sin limitaciones el desarrollo de actividades industriales así como de producción de bienes y servicios.
Desde hace algo más de 15 años contamos en el Perú con normas que regulan la creación y desarrollo de zonas francas. En rigor, contamos con dos normativas distintas. Una por medio de la cual se crea la ZOFRATACNA (la zona franca de Tacna) y otra por la que se crean los CETICOS (Centros de Exportación, Transformación, Industria, Comercialización y Servicios).
Nadie podría decir que en nuestro país las zonas francas han tenido éxito. Por el contrario, la falta de implementación y desarrollo en estas áreas es latente y, a pesar que el ciudadano de a pie no está familiarizado con estas regulaciones, se aprecia que la idea generalizada es que tanto la ZOFRATACNA como los CETICOS constituyen sitios de maquila o manufactura menor (por ejemplo, cambio de lado del timón de los vehículos) sin mayores aspiraciones ni atractivos para invertir.
Ante ello la pregunta obligada es ¿Por qué en Colombia y Uruguay el esquema funciona de manera exitosa y en el Perú no? Tengamos presente que no estamos hablando de países del “primer mundo” sino de vecinos de la región con problemas más o menos similares a los nuestros. ¿Entonces por qué a ellos sí les funciona?
Teniendo en consideración las dos experiencias exitosas en comentario, y tras revisar la normativa peruana sobre el particular, podríamos decir que el problema de las ZF en Perú se debe principalmente a lo siguiente:
1. Diversas y confusas regulaciones (ZOFRATACNA Y CETICOS). Se debería optar por un Código Único con flexibilidad para cambios a nivel reglamentario.
2. Las actividades en las ZF están exoneradas temporalmente de impuestos. Se debería pensar en una inafectación.
3. Las actividades están orientadas primordialmente a la manufactura, reparación, ensamblaje y similares y en el caso de los servicios a una relación cerrada de operaciones permitidas. Se debería promover sin restricciones la generación de inversiones e iniciativas en dichas zonas.
4. Trámites engorrosos para el ingreso y salida de las mercancías a y desde la ZF, así como rutas limitadas de acceso. Se debería aplicar a estas operaciones las mismas facilidades contempladas en la Ley General de Aduanas y fomentar un control aduanero responsable.
Finalmente, y lo que fluyó de estos dos eventos tomando la experiencia foránea como elemento comparable, es que la legislación peruana en materia de ZF respondió, quizás, a otra concepción del mundo. Se quedó en el tiempo.
Ya no se puede seguir viendo a estas zonas como una fuente de abastecimiento barato del mercado interno y/o como una competencia desleal para el resto de empresas ubicadas en el resto del territorio.
La vocación de las ZF es hacia afuera, hacia la generación de nuevos y más variados mercados. La ubicación geográfica del Perú también ayuda, y mucho, a pensar en un gran potencial para estas zonas.
Dejemos la política “hacia adentro” y enfoquémonos en una política hacia “afuera” en línea con los avances que en materia de convenios internacionales se han venido produciendo y, precisamente, a tono con dicha realidad comercial. Hay que dejar de mirarnos al espejo para empezar a mirar a través de la ventana.