Planes de Gobierno y Comercio Exterior
De la revisión de diversos Planes de Gobierno de los candidatos presidenciales en pugna, evidenciamos referencias generales relacionadas principalmente con temas vinculados con la facilitación y el control de las operaciones de comercio exterior, apertura comercial, diversificación de la matriz productiva exportable, oportunidades para la MYPEs (medianas y pequeñas empresas), así como algunas pocas referencias al impulso de las zonas francas y/oparques logísticos industriales.
No obstante, en general, no encontramos planes articulados ni compromisos claros, salvo honrosas excepciones, de mantener, desarrollar y consolidar políticas de comercio exterior ya establecidas y en plena marcha.
En los últimos años se han gestado y desarrollado importantes planes que buscan articular, de un lado, la diversificación productiva (Plan Nacional de Diversificación Productiva) y, de otro, la consolidación del sector exportador peruano con sustento en una oferta exportable sostenible, diversificada y competitiva (Plan Estratégico Nacional de Exportación - PENX); ello bajo los alcances de la Vigésima Segunda Política de Estado del Acuerdo Nacional (Política de Comercio Exterior para la ampliación de mercados con reciprocidad) de asumir el compromiso de desarrollar una política de comercio exterior basada en el esfuerzo conjunto del Estado y el sector privado para la inserción competitiva del país en los mercados internacionales.
La articulación de estos dos planes busca la consolidación de un círculo virtuoso con sustento en temas muy concretos y específicos como la reducción de la dependencia de los precios de materias primas, la mejora de la productividad, el aumento del empleo formal y de calidad, la reducción de brechas regionales de productividad, la facilitación del comercio exterior y eficiencia de la cadena logística internacional, la generación de capacidades para la internacionalización y diversificación de mercados, la consolidación de una cultura exportadora y el crecimiento económico sostenible de largo plazo.
Estos planes se ven complementados con el Plan Nacional de Competitividad y Productividad, cuyo Objetivo Prioritario No. 7 está relacionado con facilitar condiciones para el comercio exterior de bienes y servicios, mediante el cual se busca gestar o continuar políticas y normativas relacionadas, entre otras, con el desarrollo de plataformas de servicios para el desarrollo de la oferta exportable, la gestión y control coordinado de fronteras, el fortalecimiento de entidades sanitarias con competencia en el control del comercio exterior, el desarrollo de Zonas Económicas Especiales (zonas francas), el desarrollo de Ventanillas Únicas Sectoriales y la consolidación del Perú como un HubLogístico Internacional.
Aspectos importantes vinculados también con estas políticas están referidos a la digitalización de las operaciones relacionadas con la cadena internacional de comercio exterior (Ventanilla Única de Comercio Exterior – VUCE), la reducción de costos logísticos en las operaciones de comercio exterior (debida implementación del observatorio logístico), el impulso de la certificación como Operadores Económicos Autorizados (OEA) de aquellos operadores fiables, la revisión del marco infraccional y sancionatorio aplicable a estas operaciones y la lucha contra la subvaluación y el contrabando.
De otro lado, es importante advertir que la coyuntura (aún sin fecha de término) que impone la pandemia del COVID-19 ha acentuado y acelerado el proceso de desglobalización que venía experimentando el mundo en un escenario en el cual las cadenas de suministro globales han sido seriamente afectadas, situación que podría despertar en los gobiernos ciertos afanes proteccionistas. Esto nos pone en un contexto internacional en donde se prevé una posible transición hacia la generación de cadenas regionales de valor, la reformulación de las fuentes de suministro y de la acumulación de reglas de origen; ello, con la particularidad que ninguno de los Tratados de Libre Comercio suscritos por el Perú ha previsto estipulaciones para hacer frente a un escenario de pandemia y emergencia sanitaria como el que estamos viviendo.
Como vemos, ahora más que nunca, a causa de la pandemia, se requiere de la continuación e impulso de políticas de comercio exterior asentadas en planes que ya existen y se encuentran en desarrollo a fin de insertar y potenciar el escalamiento de las empresas peruanas en cadenas globales y regionales de valor, la consolidación del sistema de facilitación del comercio, el desarrollo de la exportación de servicios y el incremento de la diversificación de las exportaciones no tradicionales.
Finalmente, reviste especial importancia asegurar la asignación de recursos suficientes a iniciativas como el Programa de Apoyo a la Internacionalización (PAI), mediante el cual se busca fortalecer y promover la internacionalización de las empresas exportadoras del Fondo MIPYME (micro, pequeña y mediana empresa), a fin de mejorar su competitividad, minimizar sus riesgos y optimizar sus capacidades.
Quienquiera gane las elecciones presidenciales del 2021 debe tener claro que el “borrón y cuenta nueva” podría quizás redituar beneficios políticos,pero no constituye una práctica que genere beneficios a los intereses nacionales, y el comercio exterior no es una excepción. Lo razonable resulta revisar los planes y políticas en desarrollo y buscar, en todo caso, mejorarlas, si no continuarlas, de manera proactiva y eficiente con participación del sector privado y de la academia.
Ello, con vocación de consolidar una política de estado en materia de comercio exterior que trascienda gobiernos generando confianza y predictibilidad.